(A propósito de la denuncia de soborno por los Súper Tucanos)

Cuando se presentó el proyecto para adquirir los aviones Súper Tucanos, muchos se opusieron a que el Estado dominicano hiciera esta cuantiosa inversión. La gran mayoría de los críticos entendía que era un gasto exagerado para un país con tan alto nivel de pobreza y con tantas demandas en Salud, Educación (aún no se había aprobado el 4% para la Educación) y otros problemas sociales. Muchos también denunciaron que los aviones habían sido sobrevaluados y que existía una gran proporción de su costo desviado a la corrupción.

En nuestro caso, no me oponía  a la adquisición de los Tucanos y escribí un artículo al respecto. Nuestro Espacio Aéreo estaba completamente desprotegido y era necesario este tipo de equipos para su resguardo. El país no tenía aeronaves adecuadas para detener las trazas del narcotráfico que impunemente bombardeaban su producto de muerte desde nuestro cielo con toda libertad. La seguridad nacional tiene un costo, hay que pagarlo, pero…¡sin corrupción!

La empresa fabricante brasileña, Embraer,vendió al Estado dominicano 8 aviones Súper Tucano AT-29B, por 93 millones de dólares (A cada avión se le estimaba un precio  de US$11.6 Millones).  Se dijo que en el costo total de los aviones se incluía; el paquete logístico, los armamentos, equipos de radio y el entrenamiento, pero con el mismo paquete incluido en los aviones vendidos a otros países, el precio de cada avión resultaba inferior en US$2MM.

Nadie podrá creer que si hubo 3.4 millones de dólares en sobornos, lo recibió solamente un simple coronel

Investigué que esta empresa también había vendido el mismo tipo de aeronave a otros países latinoamericanos por un costo inferior(el promedio de la diferencia eran dos millones de dólares por cada avión). Esto también fue reseñado por otros analistas. Se presumía que una alta proporción del costo había sido distribuida en sobornos entre los promotores del proyecto

Como usualmente se hizo en los gobiernos de Leonel Fernández, las denuncias cayeron en el vacío.  A la Procuraduría de entonces no le interesó investigar nada y menos, al Ministerio de Defensa. Aunquehabía una empresa taiwanesa que ofertaba una aeronave con un precio más bajo, de mantenimiento más económico y con más versatilidad que el de los brasileños,era obvio que existía una ciega determinación para comprar esos aviones.

A principios de noviembre se informó que las autoridades norteamericanas y brasileñas estaban investigando a Embrader por un supuesto soborno pagado a funcionarios dominicanos por la venta en el año 2010 de los 8 aviones Súper Tucanos a la República Dominicana. La información fue publicada primeramente en el periódico, The Wall Street Jornal de New York.

En el reporte se cita la violación a la Ley de Prácticas Corruptas Extranjeras y la calidad de las autoridades norteamericanas para investigar a la empresa brasileña en razón de que esta tiene acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York y además, el monto de los sobornos, pasaría por el sistema financiero de los Estados Unidos.

En la publicación del periódico neoyorquino se refiere que un Coronel encargado de Planes y Proyectos de las Fuerzas Armadas en el momento de la transacción, sería el responsable de exigir y recibir un soborno por 3.6 millones de dólares, monto que sería depositado en 3 cuentas a nombre de empresas que resultaron ficticias.

La publicación norteamericana dice que han resultado inútiles los esfuerzos por conseguir la versión oficial dominicana a través de la oficina de Relaciones Públicas del Palacio Nacional.Tampoco habían podido contactar al oficial (ya retirado) a través de Fuerza Aérea.

El día 5 de Noviembre, la Procuraduría General de la República anunció que ordenaría investigar esta denuncia de soborno, pero esperamos que la investigación no termine en el ex Coronel “Encargado de Planes y Proyectos”. El reporte del Wall Street Jornal, lo cita, pero aquí sabemos que las cosas de ese nivel y donde hay tanto dinero involucrado, no se deciden en tan bajos rangos.¡Hay que ir más lejos!

Aunque necesariamente no tuviera participación en el supuesto soborno, al Presidente de entonces visitó a Brasil y se le viomontado en una de las aeronaves y sus jefes militares tuvieron una participación de primer orden en las justificaciones para conseguir la aprobación del Congreso Nacional y para motivarlo, y para esos fines, crearon una Comisión especial.

Nadie podrá creer que si hubo 3.4 millones de dólares en sobornos, lo recibió solamente un simple coronel. Para pagar estos aviones, el Estado hizo un financiamiento por US$93.7 MM, que los dominicanos debemos pagar con impuestos.

Es irritante que parte de este dinero esté en los bolsillos de unos cuantos vivos que se aprovecharon de la necesidad de conseguir estos aviones. Si hubo soborno, debe hacerse justicia, descubriendo y enjuiciandoa los responsables.