La verdad que verdaderamente es una verdadera lástima que Thomas De Quincey haya muerto a destiempo y no estuviera entre nosotros en estos años de Infernet, viz.: Blog, Facebook, Twitter, Youtube, Ceterisparibus.com.

Una cosa que imagino, De Quincey no pondría Status como este: "Hay un escritor que es traidor a la patria", continuando con ese bestial nacionalismo bobo que no aporta absolutamente nada al rebú cultural, y lo único que hace es desviar la atención de lo verdaderamente importante, la Literatura; él lo haría con críticas certeras sobre la obra del escritor, no por su vida privada o por su falta de apoyo al oficialismo; o a cualquier ismo; o simplemente porque le cae mal, y aunque no ha tenido el tiempo de leer nada de lo que él escribe él lo saludó un domingo en la noche en medio de un tiroteo en el carnaval de La Vega y él se hizo el loco.

Por ejemplo, lo que escribió sobre Coleridge, que admiraba, en su ensayo "El Arte de la Conversación":

"Coleridge también es culpable en sus ratos libres (como lo es Wordsworth) de la más terrible afectación, la de "hath" y "doth" por "has" y "does". Esto es realmente criminal. Pero entre todos los barbarismos conocidos por el hombre, el peor, y este también, sentimos decir, florece maloliente como yerba en la prosa escocesa, y es encontrado en los escritos de Coleridge, el uso de los "thereof", "therein", "thereby", "thereunto". Esto es una expresión monstruosa de civilización imperfecta, la cual por ciento cincuenta años ha sido efectivizada, por los ingleses cultivados, como el inglés de los abogados, y es absolutamente espantoso a menos que no sea en un arrendamiento o cesión de propiedad, y debería (no tenemos escrúpulos de decirlo) ser procesable por la Ley Común, no quizas como un crimen, pero sí como un delito de menor cuantía, penalizado con multa y encarcelamiento".

Y los que para De Quincey son los vicios que joden una buena conversación en vivo, y que muy bien pueden aplicarse a la virtual:

Disputa (discutir por discutir)
Garrulidad (hablar mucha mierda en repeat)
Espíritu de Interrupción (¿puede esperar a que termine plis?)

Permítame ahora, amable lector, hablarle un chin sobre un libro de De Quincey,  "Seres Imaginarios y Reales". Este libro también pudo llamarse "Un Ejercicio en Digresión". Aquí De Quincey (seguramente leído por Bosch) defiende a Judas Iscariote, el calumniado; encuentra la verdadera respuesta al acertijo de la Esfinge, convencida demasiado fácil por el desgraciado Edipo, se burla de Cicerón y Platón a quienes considera dos perros inteligentes frente a la idea de gravedad o de fuerzas centrífugas, criticando además a los traductores ingleses que colocaron la palabra "Pecado" en boca de los antiguos griegos que, para De Quincey, era más extravagante e insólito que la presencia de la expresión "Unidad sintética de conciencia" colocada en medio de la arenga de un brujo indio de una tribu Cherokee; pronostica, con acierto, que la fama de Goethe declinaría en dos generaciones, en ese momento mencionado en una misma oración junto a Homero y Shakespeare; y nos comenta minuciosamente sobre los últimos días de Immanuel Kant. Por cierto, comparativo lector, Woody Allen parodia esta obra de De Quincey en su divertido "Conversaciones con Helmholtz", que si uno los lee al mismo tiempo se ríe muchísimo:

De Quincey. "Para esa época yo era floricultor, es decir, un amateur movido por la pasión por las flores, y luego de Kant enterarse de esto me habló de mi pasatiempo favorito revelando una amplia información sobre el asunto".
Allen. "Llegué para encontrar a Helmholtz podando algunos rosales. Él era bastante elocuente sobre la belleza de las flores, las cuales ama porque 'ellas no están siempre pidiendo dinero prestado'".

Otra cosa que imagino, De Quincey (a pesar de ser cristiano como lo fue Chesterton) pondría en su puesto a los cristianos que practican la extorsión virtual del idiota subiendo fotos de "Dale Like Si Crees Que Jesús Fue Bueno", con un dibujo de un hombre blanco genérico agarrando a una paloma blanca genérica; o a los malditos bondadosos que, invitándonos a ser cómplices del horror, suben vainas como: "Dale Share Si Crees Que Esta Niña Es Bella", y no tengo que decir que la foto exhibe a una niña que sufrió quemaduras de todos los grados, o alguna terrible enfermedad que le deforma el físico; o a los optimistas que ponen links de historias reales de la vida misma y maravillosa donde Un Niño Sin Una Pierna recibe un apoyo momentáneo y televisado con fuegos artificiales, para que siga soñando que en este mundo fantástico todo es posible y él puede llegar a ser pelotero de las Grandes Ligas sin haberse creado una prótesis biónica; o un Hombre Sin Una Pierna También, que sueña con ser el número uno bailando cualquier ritmo tropical. Seguro que De Quincey les dejaría un comment donde le quede bien claro a mucha gente que el optimismo no está en hacerle creer a alguien que ha sufrido una tragedia con pérdida de miembros que puede alcanzar el milagro de ser el mejor en actividades altamente competitivas y difíciles, para no decir imposibles, para muchos que tienen sus extremidades completas. El optimismo que ayuda a ese hombre y a ese niño mutilados por la desgracia es aquel que les sugiere que si se fajan sí es posible que sean los mejores en cualquier área en la que no se requiera el correr a todo lo que da pasando por segunda y tercera y deslizarse en home, o el de saltar continuamente cuando suenan los tambores.

Algún discutidor o discutidora podría comentar que para él o para ella seguro que Thomas De Quincey no tendría un blog, o un FB, o un Twitter, que él no perdería su tiempo con eso. Yo le comentaría paratrás que haga lo que vacer rápido, quel atronao norcoreano tiene la bomba atómica.