El pasado 30 de enero “Acento.com.do” publicó el artículo “Es la democracia, estúpido”. En él recordábamos a una generación de políticos y políticas latinoamericanos y decíamos que “…esa generación está presente en los principales procesos de creación de nuevos modelos políticos -y sobre todo de progreso político- con el mínimo componente esperable: que sea decente. ¿Ya ubicó, por ejemplo, a Dilma Rousseff, a Pepe Mujica?”
Y es que Dilma Rousseff no decepciona, más bien entusiasma e indica caminos. Con el anuncio público de que ha decidido designar como miembro de Tribunal Supremo Federal de Brasil a Luis Roberto Barroso, la mujer más poderosa de América vuelve nuevamente a mostrarnos -y a demostrarnos- de donde le viene esa fortaleza.
A Barroso precisamente. Un académico, experto constitucionalista, conocido por defender posiciones muy contrarias a quienes han intentado una defensa corporativa del Partido de los Trabajadores en el escándalo conocido como el ‘mensalão”, que puso al descubierto una inmensa red de corrupción del Partido de Lula y de Dilma Rousseff y que involucró a legisladores, altos funcionarios gubernamentales y dirigentes partidarios.
Este nombramiento ha constituido una gran sorpresa después de meses de espera de la decisión presidencial. Muy probablemente en estos largos meses la Presidenta Rousseff debe haber recibido fuertes presiones de los acomplejados y la archivadora de causas, de los denunciantes de campañas destructoras de imagen motivadas por la envidia y la perversidad, de los defensores de la unidad del partido y, con toda seguridad, de los ladrones y sus cómplices.
Por cierto que, respecto de la corrupción, en ninguna de las opiniones del nuevo Supremo aparece el verbo archivar. Barroso ha apoyado las resoluciones condenatorias del Tribunal Supremo de Brasil, país en que los jueces han considerado que existen sanciones legales para castigar a los ladrones. El recién nombrado magistrado ha llevado la crítica más allá de lo puramente legal y ha censurado la forma de hacer política que tiene como componente el saqueo de los bienes públicos y el saqueo de los bienes públicos como motivo de la política. Lo cito: “Parece muy claro que el Supremo Tribunal Federal aprovechó la oportunidad para condenar toda una forma de hacer política, ampliamente practicada en Brasil. El tribunal acabó trascendiendo la discusión puramente penal y tocando en un punto sensible del mundo institucional brasileño”.
Pero hay más. Dilma Rousseff ha elegido a uno de los nuestros: Luis Roberto Barroso es un ‘facip’ (farsante, comediante, ignorante y perverso). Su pensamiento y su comprensión y amistad con el mundo de hoy, lo convierte en un ‘facip’ de excepción. Vean ustedes:
-Se ha declarado partidario de una vagabundería nada menor y no esconde su intención de pervertir al Estado si un macho decide vivir con otro macho. En vez de invitarlos a que se vayan, propone que se casen y que esa unión tenga reconocimiento legal. Es decir, anuncia su acuerdo con el apocalíptico matrimonio igualitario. Un ‘facip’ con honores.
-Respecto a los derechos de la mujer, propone que su país inicie una discusión sobre el tema de la interrupción del embarazo en casos excepcionales. Suponemos que se refiere a violación, peligro de vida de la madre, inviabilidad del feto. Sigue subiendo como ‘facip’.
-Se ha mostrado favorable al uso de células madre y ha tenido interesantes posiciones acerca del delicado tema de los Derechos Humanos en Brasil. Escala como ‘facip’.
-Pero hay más todavía: como todo buen ‘facip’ ama al mundo y por lo tanto el arte no puede faltar en sus expresiones estéticas más delicadas, comprometidas y populares.
Entrar a su blog y encontrar la música que está en todo IPod de cualquier ‘facip’ que se respete, es definitivamente una fiesta: Chico Buarque y Nara Leao cantando “La banda” (“La chica triste que vivía callada sonrió / La rosa triste que vivía cerrada se abrió / Y los niños todos se amontonaron / A ver la banda pasar / cantando cosas de amor”) sin dejar de apreciar entre sus “músicas estrangeiras” favoritas a Sinatra, la Piaf, Mercedes Sosa, Jacques Brel, Simon & Garfunkel…
-Para evidenciar más todavía que es un ‘facip’ inocultable nos regala poesía. Ernesto Cardenal (“Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido…”), el “Si” (If) de Kipling, Martí (“Cultivo una rosa blanca, en julio con enero…”).
Llegado a ese punto de su blog, debo confesar que busqué inútilmente algo de “Los versos del Capitán” como “Pequeña América” (CUANDO miro la forma de América en el mapa,
amor, a ti te veo:…) o la “Carta en el camino” (ADIÓS, pero conmigo
serás,…)
Definitivamente el mejor verso y la mejor canción que nos enseña Dilma Rousseff con su elección del juez Barroso es que cuando un gobierno es “serio”, los “serios” llegan.
!‘Facips’ de todos los países, uníos!