No, no es un artículo sobre una supuesta rata que “ganará” las elecciones presidenciales de este 2020. Es un simple recordatorio del calendario chino- el milenario almanaque lunar con ciclos de doce años, representados por animales; no el cálculo del tiempo chino actual, por demás desconocido, donde impera (nunca palabra mejor usada) su nuevo estalinismo perfecto.
El 25 de enero se inicia el Año de la Rata y no de cualquier rata, ya que los animales del almanaque chino vienen acompañados de algún componente (tierra, fuego, agua) y este año es el metal, lo que hace que el año sea el de la Rata Blanca.
Y nada mas ilustrativo para este año 2020 que se inicia en ciencias con la increíble microfotografía de Prometeoarcheum syntropicum, ya que fue la primera Archaea vista viva, los organismos que suponemos dieron origen a todos los animales, las plantas y los hongos; que comentar sobre la rata blanca de laboratorio, con mas de cien años de uso en la investigación científica.
La rata blanca de laboratorio es la variedad albina de la rata de noruega, Rattus norvegicus, la rata común de nuestros basureros, casas y ciudades. El albinismo es una mutación del gen de la tirosinasa, la enzima que regula la producción de melanina, lo que nos da el color de la piel y el pelo y su ausencia además del color blanco resulta entre otras cosas en ojos rojos, mansedumbre, mayor capacidad reproductiva y de vivir en grandes grupos, en este caso a las ratas, en jaulas.
En los siglos XVII, XVIII y XIX en Inglaterra estaba en uso el “deporte” de perros que atrapaban ratas y así aparecieron criadores de estos roedores para estos eventos (también se las comían la gente en tiempos de escasez). En un círculo con una valla, como una gallera, o simplemente un hueco redondo profundo y amplio, se colocaban 100 ratas y se soltaba un perro ( entrenado para esto) a ver qué tan rápido las mataba a todas y claro, se apostaba dinero en ese “entretenimiento”. Pero a veces nacían ratas albinas, que por mansas no servían para esa faena y se dejaban como mascotas para los hijos de los criadores. El albinismo es común entre animales, por supuesto, los nacidos albinos sobreviven poco tiempo por su mansedumbre ante sus depredadores. Una vez fue avistado un ruiseñor albino ya adulto en Luperón, Puerto Plata, pero se intentó su captura y desapareció, por poner un ejemplo raro.
Un descanso.- Siempre preguntaba a mis estudiantes de medicina y psicología de la UASD y del INTEC de dónde venían los ratoncitos que aparecían en sus casas debajo de la estufa, entre la ropa o en lugares donde se guarda comida y siempre algunas manos se levantaban. Solían decir que venían de las ratas de los basureros y las cunetas, ya que aquí nunca retiran la basura a tiempo. Una visión a vuelo de pájaro de nuestras escuelas y bachilleratos. Tomaba algo de tiempo de mi clase para explicar que no, que los ratones no son los hijos de las ratas, que son dos especies biológicas distintas, como un pollo y un pavo, parecidos, pero no idénticos y que los usados en las investigaciones y laboratorios eran las variedades albinas tanto de rata como de ratón. ¡Siempre me asombraba de que no supieran eso!
Bien, seguimos. Ya en el siglo XVII se usaron algunas ratas en experimentos, como los de William Harvey para establecer la circulación de la sangre y decir en 1628 que la función del corazón era ser una bomba de sangre y nada más y también se usaron en estudios sobre el ayuno y la alimentación.
Fue a mediados del siglo XIX, cuando el biólogo y gran defensor del trabajo de Charles Darwin ( tanto así que se ironizó, llamándole el “bulldog de Darwin”) Thomas Henry Huxley introdujo la rata blanca en las escuelas de medicina de Inglaterra para prácticas o clases de laboratorio de anatomía y fisiología y entró así la rata blanca en el mundo diríamos de la ciencia y se transformó poco a poco en el modelo experimental por excelencia, de las ciencias médicas y biológicas por fácil de mantener, su mansedumbre, su costo y su alta reproducción.
Ya en los inicios del siglo XX se convirtió en el organismo- la especie- principal de la investigación científica.
Los psicólogos también jugaron su papel. J.B.Watson, el fundador de la corriente conductista que dominó la psicología estadounidense las primeras dos terceras partes del siglo XX, hizo su tesis doctoral en la Universidad de Chicago en 1903 con el título: “Educación animal: un estudio experimental sobre el desarrollo psíquico de la rata blanca, correlacionado con el crecimiento de su sistema nervioso”. También publicó junto al biólogo Karl Lashley una investigación sobre el aprendizaje en laberintos de ratas blancas en el 1911 y la rata blanca pasó a ser también uno de los animales experimentales mas exitosos de la Psicología.
Ya en los años 20 del pasado siglo se constituyó en el organismo clásico de la fisiología, bioquímica y anatomía.
La rata blanca es un roedor, y es bueno saber que los roedores como grupo (clade o clado, como hoy le llaman los biólogos) es dentro de los mamíferos los mas cercanos a los primates de cuyo grupo, como sabemos, formamos parte los monos, los antropoides y nosotros los humanos.
El desarrollo en el 1910 del Instituto Wistar de Filadelfia, dedicado a la reproducción de ratas para su venta a investigadores y universidades dio el impulso necesario para la obtención rápida, barata, fácil y constante de ratas para investigación. Y luego aparecieron otros centros con la misma finalidad.
Para hacernos una idea, tengo el dato de la revista The Psychologist del 2007, que solo en los Estados Unidos el año anterior se usaron 57 millones de roedores (ratas y ratones) en investigación científica (cito de memoria), que si sumamos a los demás países desarrollados nos daría una cifra de espanto, ¡en un solo año! Recuerdo que decía a mis estudiantes 6 veces mas que dominicanos vivimos en R.D., intentando comunicar lo que representa la investigación científica biomédica en el mundo.
Con la llegada de las modernas técnicas de manipulación genética y con la descripción del genoma de la rata a principios de este siglo XXI, se inició la venta de ratas “nock-out”, a la que le han eliminado genes, ratas “nock-in” a las que les han agregado genes, clones de distintas variedades y ratas transgénicas a aquellas que le han agregado genes de otra especie.
Es la observación de muchos investigadores que la rata blanca permite un mayor acercamiento a modelos de enfermedades humanas que los ratones y la creación de variedades con disposición de reproducir enfermedades humanas ya va por varios cientos.
Hace ya años que asistí a una exposición de mi amigo, ya fallecido, el dibujante y pintor Aquiles Azar llamada “Bestiario”. Al preguntarme Aquiles qué impresión había obtenido de sus cuadros le dije que estaba apenado, pues no había ratas. Poco después realizó otra exposición, con dibujos y pinturas de ratas e hizo un cuadro inmenso para un concurso con dibujos de ratas. Y el bueno de Aquiles me hizo un dibujo a tinta china de una rata que me regaló enmarcado y todo. Le dije, “gracias Aquiles, aprecio mucho ese gesto tuyo”, me dijo: “¿te gusta?” y le contesté: “claro que sí, aunque la rata está un poco obesa”. Me respondió muy serio: “Ah, es que esa es una rata de Naco, y en Naco hasta la basura engorda”. Aún está el cuadro de mi rata gorda en un lugar preferencial en mi sala.
La rata blanca fue y es un instrumento único de la ciencia para entender muchas de nuestras enfermedades y también para entendernos nosotros mismos. ¡Feliz Año Nuevo de la Rata Blanca!