En las últimas dos semanas hemos vivido los dominicanos un hecho curioso que ha provocado la mayor cantidad de burlas, referencias y risas en las redes sociales, programas de televisión, artículos de prensa y demás. Hasta el gatito tan conocido en el ciber espacio, casi muere de tristeza en el intento de parodiar a Francesca. No ha habido forma de no enterarse del “Ánimo de Francesca”.

Por supuesto que la mirada mía va enfocada en otra dirección. Una mirada de ternura y respeto por la persona. Una mirada que intenta ir más allá de lo que vemos en pantalla.

Y esto es lo que veo. Una adolescente con un perfil tímido, como el que tienen en sus casas muchas familias dominicanas. Chicos y chicas de 13 años que por el proceso de desarrollo y sus características de personalidad no han adquirido las destrezas sociales necesarias de comunicación.

Observé una entrevista en un programa de TV y la verdad es que esto fue lo que vi, además de algunas dificultades de expresión por el tema del idioma, respuestas cortas que la “sacaban del apuro” de explicar el proceso que había vivido, para  mostrar al mundo  el talento del que se sabe dueña y sus padres le apoyan.

Es de mucha gallardía sobreponerse al miedo reflejado en su conducta no verbal. Enfrentar las cámaras, las preguntas y las risas solapadas de los periodistas.

Esta  chica de 13 años, canta, compone canciones, toca la guitarra y mezcla ritmos propios de sus raíces dominicana, italiana y con vivencias  en la cultura norte americana, donde reside. Créanme que todo esto es mucho para una chica tímida de 13 años.

Observando el video  de la canción veo algunos detalles más. Francesca usa ropa de una chica de 13 años. Se levanta de la cama con un pijama de pantalón, shorts, vestidos de playa, ropa nada provocativa y nunca se muestra en bikini. Con lo natural y esperable  que resulta esta práctica en el mundo del entretenimiento, me gustó verla como lo que es, una chica de 13 años.

Otro detalle que vi fue su manera de bailar. Nunca lo hace con movimientos enfocados en el área genital, que es lo usual. No vi en ella ningún movimiento de cadera ni golpes de barriga. En cambio un movimiento de todo su cuerpo, que por proceso de desarrollo y falta de destrezas, muestra un ritmo torpe, muy típico en las/os adolecentes.

Quiero aclarar que mi parecer en este sentido, no se trata de puritanismo ni religiosidad, sino de la conciencia del daño que hace a las adolescentes la sobreexposición, por el riesgo de ser vistas como objeto sexual. Parece que la persona que hizo el video se cuidó de preservarla, que es lo adecuado, tratándose de una menor de edad.

Por último decir, que deseo que Francesca no desmaye en su ánimo de lograr su sueño. Que las criticas y burlas no dañen su autoestima y que cuente siempre con el apoyo de sus padres para ayudarla y preservarla. Esto es lo que todos los adolescentes del planeta necesitan para crecer sanos y fuertes.

¡Animo Francesca!

solangealvarado@yahoo.com

@solangealvara2