Conjuntamente con el extraordinario esfuerzo que supone poner orden en lo interno de la institución mediante la implementación de medidas correctivas y de saneamiento, ha emprendido el actual incumbente del Ministerio de Agricultura un amplio programa de remozamiento físico de todos los locales donde se aposentan sus ocho Direcciones Regionales en el interior del país.

Hasta su designación, constituía una vergonzosa imagen apersonarse a la casi generalidad de los inmuebles donde se alojaba en provincias este vital Ministerio gubernamental, recordando de momento una visita realizada hace no mucho tiempo a una Subzona en la agrícola comunidad de Moca cuya edificación daba la impresión de haber sido  recientemente saqueada por hordas vandálicas que reclamaban hacer justicia con sus manos.

Las ventanas estaban desvencijadas; las puertas desquiciadas y el mobiliario parecía haber sobrevivido a los asesinatos de  Lilís, Mon y Cipriano Bencosme.  Como en principio una de las funciones de todo Ministro consiste en desplazarse al interior del país para observar de visu la situación agropecuaria – Moca sobre todo –,  no comprendía como ésta y otras dependencias de la institución se encontraban  en tal estado de abandono y calamitosa ruina.

Conocedor de esta triste realidad y al igual que el político/militar norteamericano George Marshall ante  la catastrófica devastación de Europa después de la II Guerra Mundial, trajo Benítez en su portafolio un plan de reconstrucción que no solo contemplaba el adecentamiento estructural de los locales en deterioro sino también, la erección de nuevas edificaciones y la rehabilitación de sus interiores para así ofrecer un servicio decoroso a sus usuarios.

Este perentorio programa de intervenciones tiene por finalidad mejorar tanto el nivel de redistribución de los espacios en base a las necesidades de cada uno de ellos,  así como también el hermoseamiento estético del exterior de los inmuebles que sirven de alojamiento a esta institución oficial.  Los visitantes tendrán pues la oportunidad de admirar una agencia estatal en consonancia con su importancia en nuestra vida socio – económica.

Por su relevancia en el ofrecimiento de sus prestaciones se ha dado prioridad a ciertos servicios básicos tales como instalaciones eléctricas, sanitarias, carriles de uso vehícular o peatonal, jardinería, paisajismo y obras complementarias como  laboratorios de pruebas y depósitos entre otras.  Todos éstos aspectos estaban muy desatendidos por las pasadas administraciones y pregonaban su restablecimiento sin demora alguna.

Luego de un experticio a fondo de la situación, en la Regional Norcentral (La Vega) en la Norte (Santiago) y en la Central (Baní) se decidió que lo más idóneo era la construcción de una nueva edificación en sustitución de la anterior, cuyo monto total asciende a un costo de unos 110 millones de pesos, comprendiendo el área de construcción de cada una de ellas una superficie aproximada de unos 1,145 mts.2

En las cinco restantes Regionales es decir San Juan de la Maguana, Valverde, Mao, Barahona, Higuey y San Francisco de Macorís, se procederá a la reconstrucción de sus actuales locales, trabajo que demandará un presupuesto total de alrededor de unos 122 millones de pesos haciendo particular énfasis en la re-adecuación de sus talleres mecánicos, dispositivos de seguridad y verjas  perimetrales.

Salvo la de Baní, la fecha de inicio de los trabajos – luego de concursos, contrataciones y demás – fue finales del año pasado 2018, y las empresas y firmas involucradas en la ejecución de las obras son diferentes en cada una de las intervenciones.  Como sucede normalmente en estos casos, la fecha de entrega o finalización de los trabajos estará sujeta a distintos factores y eventualidades.

Como habrán reconocido los lectores de esta crónica, el señor Benítez no ha descuidado uno de los elementos mas trascendentes de una institución que es su apariencia,  la representatividad de un Ministerio puesto bajo su responsabilidad, aunque sabemos desde luego que garantizar la producción agropecuaria, preservar su inocuidad y satisfacer las agroexportaciones son entre otros los objetivos fundamentales.

Para  un visitante que busque la sede o domicilio de un establecimiento, sea éste público o no, nada resulta más desalentador que el descubrimiento de una fachada en vías de arrabalización con una entrada donde el desaliño y la dejadez se han adueñado de la escena, ya que invita a sus decepcionados  usuarios a seguir de largo, no entrar en los mismos y continuar su camino.

Consciente de esta realidad y convencidos de lo seductor que resulta una espléndida apariencia,  Osmar y su equipo en el Ministerio de Agricultura – MARD – han emprendido a escala nacional este programa utilitario y cosmético a la vez que indudablemente contribuirá a la recuperación del prestigio de una institución oficial  que años de desidia y negligencia habían perjudicado.