Toda sociedad que busca su porvenir y desarrollo, en ciertas ocasiones durante el tiempo, debe de romper esquemas antiguos y adaptarse a importantes cambios sociales, que al final solo logran el bien común de sus ciudadanos.
El aborto definitivamente es un tema que ha estado en la palestra pública por muchos años, no solo en nuestro país, sino también en todas las naciones del mundo. Países tan conservadores como España, en donde la religión católica es la que prevalece, han dado el paso y modificaron su código procesal penal en cuanto al aborto se refiere. Y no solo aceptando el aborto terapéutico, sino más bien el aborto en todas sus definiciones, siempre y cuando el feto no sobrepase las 12 semanas de gestación.
Todo en la vida debe de tener un límite, pero arriesgar la vida de cientos de mujeres, por creencias distorsionadas, es sobrepasar el límite al derecho que tienen las mujeres para decidir sobre su cuerpo. Suena irónico apoyar a que la vida se preserve en todas las instancias y a la vez poner en peligro otra. ¿Es realmente necesario permitir que una madre cargue durante 9 meses a una criatura sin cerebro, para que la misma muera inmediatamente se realice el parto?, ¿Dónde está la ética en este accionar?
En un estado como el nuestro, en donde las instituciones aun son débiles y en la mayoría de los casos las madres producto de violaciones y/o que sufren alguna complicación durante su embarazo que amenaza su vida, no cuentan con la ayuda gubernamental necesaria para superar esta terrible situación.
Las observaciones realizadas al código procesal de nuestro país, serian un importante avance para los derechos de las mujeres de nuestro país. Dichas observaciones solo dan libertad para abortar en condiciones especiales, las cuales ponen en riesgo la integridad tanto psicológica como física de las mujeres.
La ética debe de prevalecer, así como no es ético realizar abortos desmedidos, en donde la responsabilidad cae sobre la madre por no protegerse durante una relación sexual, existe falta de ética en permitir que una madre muera, por prohibirse el aborto en una condición que amenace su vida. Los límites son peligrosos, se debe de mantener siempre un equilibrio. Las modificaciones presentadas por el poder ejecutivo logran dicho equilibrio, y solo buscan respetar la vida en todo su sentido.