¡Señores! Con gran alegría ha recibido la ciudadanía la noticia de que podremos llamar al 911 para denunciar los ruidos excesivos, causados por algunos ciudadanos que entienden que viven aislados  y que por tanto son dueños y señores del espacio, lugar o comunidad donde residen.

La mayoría de nosotros hemos sufrido en alguna oportunidad por este tipo de situaciones, las cuales son muy frecuentes en nuestro país. 

Es que la contaminación sónica o acústica a la que estamos expuestos es muy alta. 

Si analizamos nuestro entorno podremos darnos cuenta de varias situaciones que vivimos a diario, desde el señor que vende las frutas y vegetales, hasta los vehículos equipados con una disco ambulante que dejan aturdido a cualquier mortal. ¡Y de los colmadones ni hablar!

Respetemos y sigamos apoyando medidas como estas que nos benefician a todos, a la vez que hacemos un uso responsable del mismo

Lo más difícil de toda esta situación es que no teníamos a quien acudir, lo que generaba una gran sensación de impotencia, enojo y frustración. Los primeros 6 días el sistema 911 recibió 3,307 llamadas! 

Nos alegramos bastante con esta iniciativa que será de beneficio para todos nosotros como ciudadanos, pues bien sabemos que la contaminación sónica tiene efectos sobre la salud física y psicológica del individuo. 

Consultando algunas informaciones sobre la contaminación acústica y sus efectos psicológicos encontré que está asociada a la fatiga, insomnio, depresión, irritabilidad, ansiedad, agresividad, falta de deseo sexual.

 ¿Les parece familiar todo lo antes mencionado y que se ve reflejado en nuestro entorno social? Es muy evidente que sufrimos los efectos de este tipo de contaminación, claro está, sin dejar de lado las diferentes variables que pueden incidir en el comportamiento del dominicano, pues constantemente somos bombardeados con diversas problemáticas de tipo económico, laboral, familiar y social que van elevando nuestros niveles de estrés y terminan afectando nuestras vidas en diferentes ámbitos.

Como sociedad debemos aspirar a la construcción de mejores hábitos que nos permitan vivir en comunidad. Para esto debemos precisamente hacer una revisión de nuestros hábitos individuales y promover una cultura de respeto al derecho propio y al ajeno, lo que nos llevará a una convivencia de armonía y paz.

Desde el mismo seno de la familia se inicia con este proceso de formación que debemos rescatar y fomentar, de manera que nuestros hijos que serán los ciudadanos del futuro puedan tener más capacidad empática y social. 

Sigamos aportando nuestro granito de arena, aspiremos siempre a formar y ser mejores personas, seamos conscientes de que como seres sociales estamos en la necesidad de convivir con los demás y lo más beneficioso es promover la armonía y desarrollar la capacidad de ser másempáticos.

Respetemos y sigamos apoyando medidas como estas que nos benefician a todos, a la vez que hacemos un uso responsable del mismo.

Para comunicarte con nosotros puedes escribirnos a djimenez@daesagroup.com o llamar al 809-422-7775