El próximo domingo 5 de julio la sociedad dominicana está llamada a ejercer su derecho ciudadano de manera masiva y entusiasta  en los  respectivos centros de votación en horario de 7:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.

Estas elecciones correspondientes a la nominación presidencial y congresual tienen una condición sui géneris y es que se celebrarán en un momento que el mundo está viviendo una crisis sanitaria de grandes repercusiones producto de la pandemia del coronavirus, pero ante esta situación ya se han establecido los protocolos de higiene y distanciamiento social por parte de la Junta Central Electoral (JCE) para que la población acuda sin temor alguno a cumplir con su legítimo derecho de elegir a sus autoridades ejecutivas y legislativas.

Abordando este contexto, quiero concienciar al electorado y expresarles que en nuestro país urge la necesidad de establecer un verdadero cambio que impulse las reformas que la nación demanda y proceder a rescatar los valores esenciales que deben regir a toda la sociedad como son la ética, integridad y espiritualidad.

Los altos niveles de pobreza que existen en nuestro país;  así como la desigualdad social, la inseguridad ciudadana, los innumerables actos de corrupción que han azotado al erario y la impunidad de los mismos, la justicia arropada por situaciones que laceran su accionar y los servicios públicos más perentorios inmersos en una crisis son partes de la gran escalada de un modelo de gobierno que ya perimió.

Ante esta situación es de  vital importancia implementar una reingeniería que abarque toda la estructura estatal y que pueda orientar al desarrollo sustentable garantizando el añorado bienestar colectivo que espera nuestro país; un país del siglo XXI que brinde suficientes oportunidades, que sea más solidario, democrático, incluyente,  productivo, innovador, organizacional, en fin, un nuevo esquema eficiente y vigoroso que esté avezado para responder a los grandes desafíos que ha representado la seguridad ciudadana,  los servicios públicos, al fortalecimiento y modernización de áreas neurálgicas como son la salud, educación, cultura, justicia, medio ambiente y la aplicación de un saneamiento integral que contribuya con el desenvolvimiento diáfano.   

Por las consideraciones ya expuestas exhorto a la sociedad dominicana que formen parte de la historia votando por el candidato que representa el verdadero cambio revolucionando la manera de concebir la política y presentando al electorado un extenso programa de gobierno que reúne todas las condiciones para conducir a nuestro país por senderos del desarrollo y el respeto a la institucionalidad;  ese candidato es el licenciado Luis Abinader, garante del bienestar, quien  ha consolidado a su alrededor a un formidable equipo de trabajo  integrado por hombres y mujeres de gran valía y vocación de servicios a favor de toda la nación.

Adelante mis queridos ciudadanos, vayamos a votar temprano para refrendar en las urnas lo que el pueblo  ya decidió hace tiempo..que el cambio va.