La Organización Mundial de la Salud ha establecido desde 2002 la celebración del Día Internacional de la Actividad Fisica. Precisamente, hoy, 6 de abril, se celebra el Día Internacional de la Actividad Física. La finalidad es promover y difundir los beneficios que resultan de la práctica de la actividad física para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, diabetes, estrés, osteoporisis, cáncer de colon sobrepeso y obesidad, entre otras.
Consideramos oportuna la ocasión para relacionar la actividad física en sentido general con los beneficios que da el realizar ejercicios en el lugar de trabajo para la prevención de enfermedades que resultan de la postura laboral incorrecta, laborar muchas horas de pies o sentado y los movimientos repetitivos, lo que provoca en los trabajadores y trabajadoras los denominados trastornos osteo-mio-articulares, fatiga y estrés laboral, por compromiso del flujo de sangre hacia los músculos,tendones y nervios.
La actividad física conserva y aumenta la capacidad de movilidad del cuerpo facilitando la ejecución de las tareas por parte de los trabajadores haciendo más eficiente el desempeño de sus funciones.
Durante la jornada de trabajo se recomiendan rutinas de ejercicios periódicas en tiempo que algunos autores establecen en 5 minutos cada 2 horas y otros sugieren 15 minutos cada 2 o 3 días.
Las rutinas de ejercicios además de prevenir las enfermedades osteomioarticulares favorecen el fortalecimiento de los músculos y contribuyen a un ambiente laboral de armonía e integración entre los compañeros de trabajo, al mismo tiempo esto se traduce en un aumento de la productividad de la empresa.
Los ejercicios deben enfocarse en las extremidades superiores e inferiores, la columna vertebral y el estiramiento de la articulaciones, cuello y cabeza.
Los ejercicios de estiramiento previenen la pérdida de masa muscular, favorecen la fuerza y la flexibilidad de los tendones, además de la lubricación articular.
La actividad física conserva y aumenta la capacidad de movilidad del cuerpo facilitando la ejecución de las tareas por parte de los trabajadores haciendo más eficiente el desempeño de sus funciones.
Los dolares de espalda son de las quejas más frecuentes en el ámbito laboral y aunque pueden deberse a causas orgánicas generalmente se deben a malas posturas que provocan contracturas musculares. Pero también pueden verse afectados otros grupos musculares del cuello, hombros y extremidades, lo cual pudiera prevenirse con pausas breves durante la jornada laboral para realizar ejercicios de estiramiento.
Se ha establecido que si una persona permanece de pie durante una jornada de trabajo de 8 horas, los músculos lumbares y los bíceps femorales se fortalecen, pero en contraposición los músculos tibiales y abdominales se debilitan y este desbalance trae consigo trastornos mioarticulares.