¿Alguna vez han visto a una mosca tratando de salir por la ventana cerrada, chocando contra el vidrio prácticamente en el mismo lugar una y otra vez? Llamémoslo el efecto “cristal”.
Einstein definió la locura como hacer la misma cosa una y otra vez y esperar resultados diferentes. Dudo que todas las moscas sean colectivamente locas y tampoco lo es la gente. Pero cuando exhibimos tal modelo de comportamiento repetido podría parecer que estamos "educativamente desafiados" Sí, Errar es humano, pero solo los idiotas perseveran en el error.
Freud llamó a esto "compulsión de repetición", lo cual definió como "el deseo de volver a un previo estado de las cosas" Freud se centraba en las cosas negativas que repetimos en nuestras vidas, lo que según él puede tener sus raíces en algún fondo profundamente instintivo. Él lo llamó "pulsión de muerte", un deseo para dejar de existir.
Hoy sabemos que Freud, a pesar de su indudable contribución a la psicología moderna, fué un chin dramático en sus juicios. Y la explicación moderna de por qué es tan difícil para nosotros los humanos aprender puede ser un poco más simple. Hacemos cosas mal, probablemente siendo motivados por el miedo. Estamos atrapados en los mismos escenarios, no estamos dispuestos a pensar fuera del estandar – porque ¿que diría la gente? – o tenemos miedo de tomar riesgos, ya que el fracaso hipotético puede ser aún más grande que el que nos enfrenta hoy en día.
Además, muy a menudo no lo tenemos presente. Y nunca nos daremos cuenta de que en realidad estamos repitiendo un comportamiento incorrecto, volviendo a una situación negativa o aplicando las soluciones inútiles a menos que comprendamos que nosotros mismos somos responsables de cómo nuestra vida va a desenvolverse.
No es el mundo exterior, la gente malvada, o falta de suerte. El mundo exterior nos influye, nos forma, nos hale la alfombra debajo de nuestros pies. Pero somos nosotros los que tomamos las decisiones, somos la última instancia y decimos la ultima palabra. Sólo nosotros podemos cambiar la manera en que van a ir las cosas. Las "cosas" siendo nuestra vida entera. Se necesita coraje para admitirlo. Porque siempre es más fácil culpar a t o d o s los demás. Y requiere aún más coraje ejecutarlo. Sí, de nuevo, ¿que diría la gente? Sobre todo si fallamos (como sabemos, pasa).
Fallan aquellos que repiten los mismos patrones, y aquellos que tratan de emprenden los nuevos. Pero son solo los últimos los que pueden llevar el mundo un paso más allá.
Obviamente, esto sucede raras veces. Pero cuenta que solo puede pasar, si lo intentamos. Sin presión, sólo con la motivación suficiente para levantarnos y darnos un chance. La vida no es una ecuación de todo o nada. Sí, nadie jamás ha vivido lo suficiente para aprender lo suficiente, o aprendido lo suficiente para vivir lo suficiente.
Y los que lo intentan reciben la etiqueta de locos. A pesar de que somos nosotros, los que seguimos golpeando la cabeza contra el cristal de la ventana una y otra vez.