Recientes estudios de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), recogen que el proceso de solidez de la educación y concientización social que está involucrado el país, enmarca un necesario aumento de los niveles educativos en todos los estratos sociales, en torno al comportamiento que se debe lograr, para protegernos de las tormentas eléctricas y otros peligrosos fenómenos, que resultan de las actividades atmosféricas.
Estima indispensable lo expuesto, para concientizar y educar en el sentido de que la tierra y las nubes forman una maquinaria eléctrica impresionante, cuyas repercusiones negativas en contra de las vidas terrenales y de nuestras estructuras físicas, debemos estar preparados para encararlas con eficiencia.
Esto así, para hacer desaparecer la creencia que existe en una gran proporción de nuestra población, que el rayo es una piedra que cae del cielo, cuando lo real y cierto, es que los rayos son un chorro de cargas negativas desde las nubes hacia la tierra, siendo un fenómeno puramente eléctrico.
En el referido cometido, visualiza como una necesidad integral, un profundo análisis, que facilite comprender en su mayor magnitud, que la tierra es una esfera con una gran carga de electricidad negativa, que produce un voltaje aproximado de 200 voltios a nivel de cada cabeza de los componentes de la humanidad, la cual, al perder la referida carga por diferentes mecanismos, genera los rayos, que son las fuentes imprescindibles creadas por la naturaleza, para retornarle los niveles de energías que amerita.
Camino sugerido por el CRD:
Para encauzar correctamente el problema tratado, el CRD enmarca que si bien es cierto que el planeta, tiene la capacidad de absorber toda las cargas eléctricas producidas por los diversos equipos eléctricos existentes en el mundo, sin alterar su voltaje, sin embargo, la fuente que éste utiliza para recuperar sus energías negativas, que se conoce por el nombre rayo o tormenta eléctrica, se dispara hacia la tierra desde la nube hasta 40 mil amperes, una electricidad 4000 veces mayor que la corriente de un aire acondicionado.
Al efecto, traza asumir de aprendizaje, que cuando la luz del rayo y el sonido del trueno ocurren simultáneamente, la tormenta está sobre el cuerpo de una persona, siendo urgente tomar medidas de protección, en virtud de que la electricidad del rayo, atenta seriamente en contra la integridad física de los seres humanos y otros entes vivientes, que se encuentren en el eje de su aterrizaje.
Por lo anterior expresado, considera importante comprender que el cuerpo es mal conductor de la electricidad cuando está seco, pero muy buen conductor cuando está mojado, lo que hace que los fenómenos eléctricos de nuestra naturaleza, se constituyan en un grave peligro, cuando alguien procede a mojarse o ponerse debajo de un árbol u otro objeto sensible, al momento de producirse los rayos, por agregar miles de voltios y amperes, sobre el suelo del lugar en que se encuentra.
Para el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), las repercusiones negativas que generan los comportamientos incorrectos, ameritan de una intensa concientización y educación, a través de los centros de enseñanza y los medios de comunicación, junto a imitar a los países desarrollados, donde se hacen sonar alarmas para advertir a la población, así como también, que el gobierno central y los Ayuntamientos, impulsar la colocación de pararrayos en todas las comunidades, especialmente, en sus escuelas y hospitales, para así evitar muertes y daños materiales.