La salud y la economía son los temas de actualidad, necesitamos resolver el problema sanitario para que la economía se recupere y se precisan los recursos que genera la misma para poder controlar la pandemia. Como se evidencia, están vinculados e interrelacionándos.
Al margen de éstos y sin discutir su protagonismo, tenemos el caso de la educación la cual se ha visto seriamente afectada por las medidas tomadas como consecuencia del Covid, que obligaron a cerrar escuelas y universidades. La educación es un asunto de vital importancia para el país; sin una educación de calidad, no existe manera de progresar y desarrollarse y esa es la gran tarea pendiente en la República Dominicana.
Resulta paradójico, que a pesar de la inmensa cantidad de recursos que recibió el Ministerio de Educación en los últimos años, la mejoría en la calidad de la educación recibida no se produjo y nuestros estudiantes continúan teniendo las mismas lagunas y carencias que los hacen obtener muy malos resultados en todas las pruebas que se les aplican. Frente a esa realidad, no se puede más que afirmar que sus profesores no tienen las capacidades necesarias para enseñar a sus alumnos, y que una inversión en capacitación y actualización es necesaria para remediar lo que está ocurriendo.
Si no mejoró la calidad de la educación, entonces en qué se utilizó todo ese dinero?, pues en construcción de nuevas aulas, la tanda extendida, el pago de abultadas nóminas, una que otra mejora administrativa y poco más.
Este período de más de un año sufriendo la pandemia, ha empeorado la situación, y evidenciado que la presencialidad y la interacción con los maestros es imprescindible en el proceso de aprendizaje, el calor humano es necesario y éste no lo trasmite una máquina.
La educación a distancia y por medios digitales, ha incrementado la deserción, dificultado el proceso de enseñanza y afectado la concentración y atención de los estudiantes. En medio de este ambiente negativo en el ámbito educativo, se habló de modificar la Normativa 09-15, la cual fue establecida como resultado del Pacto Educativo para regular la formación de los docentes tratando de que se cumplieran criterios de excelencia en el proceso de ingreso y formación universitaria.
Después de numerosas manifestaciones de rechazo a lo planteado, el Ministerio de Educación Superior en una sabia decisión, informó que se mantendría la mencionada Norma sin modificaciones.
Me parece, que lo adecuado es tratar de lograr que los estudiantes tengan el nivel requerido, y estén a la altura de lo que se les exige, para que una mayor cantidad pueda aprobar las pruebas de aptitud académica.