En otras ocasiones he expresado mi opinión acerca de la educación vial, tópico maravilloso para desarrollar en cualquier ambiente, ya que a todos, choferes o pasajeros dominicanos, nos afecta directamente como usuarios de la ciudad, o del país. Pido disculpas (aunque no debiera) si llego a hartarlos con la repetición insistente de que solo en la educación podemos encontrar las respuestas para para solucionar este tema, en ella está la solución a todos los males que nos aquejan como país.
Continuando el tema de la vialidad les cuento que desde hace tiempo, vengo notando con curiosidad marcada unas señales de tránsito que se ven en las carreteras, casi siempre de color azul. Las mismas, más que señalizaciones tradicionales, podrían parecer una guía del buen uso de la vía y de las reglas de cortesía que debieran primar en la carretera. Son, digamos, un aporte a la formula lógica para lograrlo, donde debiera existir la conjunción de la cortesía, el sentido común y el conocimiento de las normas. Estas señalizaciones o mensajes, son como un “chivo” que recuerdan al conductor cada cierto tiempo esas cosas que debiéramos saber para poder pasar el examen.
“Rebase solo por la izquierda” es una de ellas, también una de mis favoritas, cuando en la carretera nos encontramos con sendos taponamientos creados por vehículos que toman el carril izquierdo para realizar su relajado y largo viaje (en paralelo a otro que ocupa el carril derecho).
Hay otras bastante sensibles, que tienen mensajes como “respete la vida” o “motorista, use siempre el casco” frase que va de la mano con la anterior. Dicho de otra forma, aquel que lea el primero ya no tendría que leer el segundo… Porque básicamente estos chivos de la carretera, que pretenden mermar nuestra ignorancia, tienen
una función básica, mas allá de ayudarnos a conducir correctamente y es EL SER LEIDOS. Sí, aunque algunos no lo crean, las señales de tránsito están ahí para que las leamos y a través de la lectura, llevemos a cabo ese proceso de lectura comprensiva y ejecutemos, exactamente lo que dice.
“No cierre el cruce”, “Luz baja al cruzar vehículos” y otras más, que se intercalan con la señalización clásica. Pero la mejor, la cual provocó mi curiosidad y asombro con respecto al tema y ha logrado que mi pasión por las nubes del Este se vea sustituida por la cacería de estas pancartas viales fue: “Obedezca la señalización”. Creo que somos el único, o para abrir la brecha de la ignorancia, de los pocos países del mundo que tenemos una señalización que exponga literalmente y sin preámbulos el objetivo final de las mismas, ser respetadas. Eso me hace pensar en una sola cosa: Educación, educación, educación.
