Con la proliferación en República Dominicana de los juegos de azar y todo lo que esto envuelve (corrupción, lavado y demás), siempre recuerdo al amado líder de la revolución cubana, Fidel Castro.  Él siempre hablaba de lo difícil que había sido convertir ese país en una potencia en materia de educación, en las ciencias, al igual que en los deportes.

A su llegada al poder, en 1959,  lo primero que tuvieron que enfrentar fue la corrupción que generaban los juegos de azar: casinos, bancas de loterías, dados y apuestas de todas índoles. Acompañado de una prostitución sin igual. 

Las mafias, en confabulación con los gobiernos corruptos, convirtieron a Cuba en “Las Vegas del Caribe”. Así la bautizaron, comparándola con la famosa “ciudad del pecado”, Las Vegas, del estado de Nevada, Estados Unidos.   Imaginemos como era Cuba, antes del triunfo de la revolución socialista,  que fue comparada con Las Vegas, fundadas por las mafias norteamericanas. Allí todo (he dicho todo) se vende, se empeña y se juega.

Ante eso, dice Fidel Castro que tuvieron que hacer un esfuerzo sobrehumano para educar y crear conciencia en la gente de que debían estudiar y trabajar para progresar y romper el círculo de pobreza: convencían a los cubanos de que debían abandonar la falsa creencia en que iban a obtener fortuna, dinero fácil en los juegos de azar.

Además de una educación gratis, de calidad y la proliferación de los deportes en las escuelas, la revolución “nacionalizó el trabajo” y acabó con la vagancia. Enrolado en la ociosidad, las parrandas, juegos de azar,  los cubanos solían cantar: “¡yo no tumbo caña, que la tumbe el viento, que la tumbe Lola con sus movimientos…!”   Pero la revolución, en vez de contratar, por ejemplo, balseros haitianos para el corte de la caña, motivó a que ese trabajo lo realizaran los cubanos. Los dirigentes revolucionarios, encabezado por Fidel, pusieron el ejemplo e iban a cortar caña.

Operativos

Debemos resaltar como positivo que luego de que a través de este medio (acento.com.do) hemos realizado varias publicaciones sobre lo nocivo de los juegos de azar, la Procuraduría y el Ministerio de Hacienda han realizado varios operativos en contra de las máquinas tragamonedas y de las bancas de loterías que operan de forma ilegal.

El primer operativo fue en contra de las máquinas tragamonedas y lo encabezó el propio procurador general de la República, Jean Rodríguez, y se realizó de forma simultánea en casi todo el país. Luego, inspectores del Ministerio de Hacienda, acompañado de fiscales, también realizaron un operativo en contra de bancas ilegales.

En ambos casos, se incautaron equipos y los propietarios de estos negocios ilegales serán –o ya fueron– sometidos a la justicia.   En el caso de las bancas, se informó que  los equipos incautados, entre los que hay computadoras, impresoras o inversores, se donarán a instituciones benéficas una vez sean depurados.

Todo surgió luego de la denuncia de que presuntamente una mafia integrada por empleados del Ministerio de Hacienda, altos oficiales y particulares autoriza bancas ilegales en todo el país y a cambio cobra entre dos y tres mil pesos por cada una al mes.