“La mayor parte de los sistemas religiosos necesitan imaginar algo antes y algo después. Es una manera de vivir la vida, como un no lugar… Y la vida es el único lugar”. Marc Augé
El año 2013 entra preñado de posibilidades con la asignación del 4% del PIB para la educación pública. Es necesario reconocer que Danilo Medina cumplió su promesa de campaña. Ahora es necesario que las autoridades del Ministerio de Educación actúen con la certeza de un rayo láser invirtiendo cada centavo del presupuesto en función del interés del estudiantado.
Todos los demás intereses políticos y particulares deben de ser eliminados. Debemos recordar que las escuelas no existen como oficinas de empleos ni de promoción de partidos políticos. Quién no de la talla, debe de ser sacado del sistema. La compasión es para los niños y niñas privados de una educación de calidad, y nada más.
La situación de desastre de la Educación Pública en RD crea la oportunidad de una verdadera transformación, más que una reforma del sistema. Debemos reflexionar y aprender lo que está ocurriendo en otros países, donde la tecnología hace posible el acceso a docentes expertos sin tener que pagar un solo centavo ni traerlos físicamente al aula o al país del estudiante.
Adicionalmente, la tecnología permite la educación individualizada. Esta posibilita a cada estudiante aprender con lentitud o presteza según su propia capacidad. Además, implica un cambio en el rol docente, y en el diseño de las mismas escuelas. Tenemos la oportunidad de dar el salto al Siglo XXI. No podemos caminar el mismo sendero del pasado que llevó la educación al colapso, con todo y planes decenales y palabras floridas que muchos docentes ni aplican ni entienden.
De lo contrario, lo único que traerá el 4% del PIB a la educación pública, será más confort en las aulas; mejor alimento escolar; mejores sueldos para docentes y directores de escuelas ineptos; estudiantes con jornadas más largas de tedio, memorización, y adoctrinamiento; y aumento del costo de la educación por estudiante con un desempeño competitivo con los países pobres del Sahara Africano. Más de lo mismo.
Con esta introducción, paso a lo que considero una condición necesaria aunque no suficiente para lograr educar a nuestros niños y niñas para el Siglo XXI. Esto es, educar para crear conocimientos, no para integrar creencias como verdades absolutas, incuestionables, y obligatorias, que contradicen los métodos que utiliza la ciencia, y sin los cuales, no damos el salto, regresamos al Medievo.
Educar para crear conocimientos
Inicio este artículo con una cita del antropólogo francés Marc Augé, quién en dos elegantes líneas captura la incongruencia de integrar el conocimiento con el adoctrinamiento religioso. En su metáfora, la forma de vivir la vida “como un no lugar” delimita el espacio privado, el espacio de las creencias mágico-religiosas y de sus formas organizadas. La sociedad y sus leyes están llamadas a proteger estos espacios privados, para garantizar el derecho a la libertad de conciencia de cada individuo, siempre que no afecten las libertades y derechos de los demás.
Su afirmación de que “la vida es el único lugar” delimita el espacio público que compartimos como ciudadanos de una determinada nación, dotados de derechos humanos universalmente reconocidos por la comunidad de naciones, y de derechos civiles acordados en la Constitución y la legislatura que la aplica en República Dominicana.
La forma de vida “como un no lugar” es propia de la mayoría de los sistemas religiosos. Las religiones no tienen derechos, los derechos son de los individuos que las forman. Asumen verdades absolutas sobre la existencia antes y después de la vida, y explican la historia y los fenómenos de la naturaleza de acuerdo a estos paradigmas.
A través de la historia han conformado teocracias que integran el poder político con el religioso, o asumen religiones imperiales o estatales donde ésta norma la moral y políticas públicas. Este fue el caso del Imperio Romano y de los imperios católicos colonizadores de la Edad Media, o de los Concordatos del siglo anterior que definen los estados del nacionalcatolicismo.
En los estados de derecho modernos, es contradictorio asumir sistemas que correspondieron a monarquías absolutas. Cuando las Iglesias musulmanas, judías, o cristianas imponen sus doctrinas y preceptos a los gobiernos y los sistemas de educación pública, les pervierten sus fines. Por esta razón, si queremos transformar el sistema de educación pública en República Dominicana, debemos de sacar la enseñanza de la doctrina religiosa en las escuelas. El lugar de la religión es dentro de las ciencias sociales, como un aspecto importante de la historia y la cultura de los pueblos. No como un adoctrinamiento obligatorio que el gobierno y el MINERD imponen.
Marc Augé se hace eco de lo que miles de científicos de diferentes ramas de las ciencias sociales, biológicas y físicas nos están diciendo desde que la Ilustración se sacudiera de la servidumbre de la autoridad religiosa. Augé propone la ciencia como modelo para la política y la vida social. Y explica las razones:
La ciencia, es “el único dominio a propósito del cual se puede hablar de progreso, de progreso en el conocimiento….La historia de la ciencia es la del desplazamiento progresivo de las fronteras de lo desconocido, con sus correcciones y rectificaciones. El único sector de la actividad humana donde la noción de progreso, en el sentido de acumulación de conocimientos, deriva de la evidencia es también aquel donde se cuestionan sin cesar las nociones de certeza, verdad y totalidad. .. Podríamos utilizar este modelo en la vida política y proyectar un modelo de forma más empírica y científica a partir de unos principios y luego medir la progresión”.[i]
El colapso de la educación en República Dominicana y el financiamiento y enseñanza del nacionalcatolicismo en las escuelas públicas, promueven que las creencias persistan para explicar fenómenos naturales y sustituir las explicaciones científicas. Esto a pesar de que las creencias no resisten la crítica histórica, sociológica, antropológica, o aquellas formuladas a partir de teorías científicas confirmadas por la psicología, la arqueología, la genética, la teoría de la evolución, e incluso la teoría de la gravedad y los conocimientos de física más elementales.
La promoción de la realidad mágica se extiende en RD a través del currículo escolar. La irracionalidad podemos valorarla examinando uno de los dogmas que todo católico romano debe creer: la Asunción de la Virgen María, celebrada el 15 de agosto de cada año e impuesto en el Concordato como día de precepto nacional.
El 1 de noviembre del 1950, el Papa Pío XII declaró el llamado Assumptio Beatæ Mariæ Virginis (Asunción de la Bienaventurada Virgen María) como un dogma de fe, es decir una verdad absoluta que no puede ser dudada debido a la infalibilidad del pontífice romano en materia de doctrina de fe. Según este dogma, todo los católicos están obligados a creer que María ascendió en cuerpo y alma al Paraíso. Es decir, simultáneamente, esta mujer judía que vivió hace unos 2,000 años, rompió la ley que rige el desarrollo biológico de la vida en el planeta (no murió) y la ley de gravedad que norma el universo (voló sin subirse a un avión).
Pero María no se quedó tranquila en el Paraíso. Con frecuencia desciende a la Tierra con una diversidad de mensajes y actividades que garantizan una continua religiosidad popular y una fuente de ingresos locales. Solamente recordemos a las Vírgenes de Fátima, Lourdes, la de Guadalupe, y la Altagracia.
En República Dominicana, la Virgen de las Mercedes nos visitó a principios de la Conquista Española. Llegó a apoyar la guerra de los Conquistadores contra la población Cada año, el Santo Cerro se llena de peregrinos y los templos Católicos elevan el Tedeum en agradecimiento por la salud del presidente corrupto de turno. Creer lo irracional se presenta como virtud, y el análisis crítico de sus dogmas como anatema.
No se necesita ser un genio para comprender como el cerebro humano es programado para creer cualquier cosa si se le priva de los métodos de análisis de la realidad. Aunque Trujillo no lograra grados universitarios, planificó desde sus inicios beneficiar económicamente a la Iglesia Católica para que ésta legitimara su política. Su discípulo más aventajado lo ha imitado, y ya ha gobernado por 12 años, y se prepara para el 2016.
De igual manera, nuestros candidatos políticos en la pasada campaña tampoco cuestionaron el Concordato que crea una Iglesia Estatal. Prefirieron ignorar las consecuencias jurídicas, demográficas, económicas, antidemocráticas, y violatorias a a los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y a los derechos a la libertad de conciencia de la ciudadanía y de los niños y niñas en las escuelas públicas.
¡Y después nos quejamos de que la población vote por dirigentes corruptos en contra de sus propios intereses! ¡O de que los campesinos de San Juan denunciaran a los agrónomos del Ministerio de Agricultura por la sequía debido a que habían amarrado la lluvia! ¡O de que cuando alguien muere en Barahona se le acuse de que le vendieron el alma a un haitiano! ¡O de que las madres abandonen el tratamiento de hidratación oral de bebés con diarrea por que la causa no es una enfermedad, sino mal de ojo o que una bruja se lo está chupando, o que está sin bautizar!
Los países que más han avanzado el desarrollo humano de sus pueblos han fundamentado su progreso en el conocimiento científico y sus innovaciones tecnológicas. Pero también en el desarrollo democrático en que cada ciudadano o ciudadana asume responsabilidad de los derechos y deberes que rigen sus Constituciones y Leyes.
Es la responsabilidad del Estado Dominicano que la ciudadanía aprenda en las escuelas el contrato social que rige la sociedad de la cual forma parte. Es la Constitución la que debe de ser estudiada en las escuelas. La Biblia pertenece en las iglesias cristianas, no en ministerios o instituciones del estado.
La Constitución define un estado laico sin ninguna Iglesia oficial. Es violada por el MERD cuando incluye el adoctrinamiento católico romano en el currículo escolar. No es responsabilidad del gobierno la enseñanza de dogmas en las escuelas públicas que deben aceptarse por fe y contradicen los métodos y las teorías de las diferentes ramas de las ciencias.
[i]Revista de Cultura. Noviembre, 2 del 2012. “las Redes Sociales no harán la Revolución. http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/redes-sociales-haran-revolucion_0_799720051.html. Agradezco a J. Alberto Rodríguez el envío de este artículo.