El Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel (en sueco: Sveriges Riksbanks pris i ekonomisk vetenskap till Alfred Nobels minne), también conocido erróneamente como Premio Nobel de Economía, fue instituido en 1968 por el Banco de Suecia (Sveriges Riksbank), el más antiguo de los bancos centrales, para celebrar el tricentésimo aniversario de su fundación, según Wikipedia.
Sigue Wikipedia: El premio es gestionado por la Real Academia de las Ciencias de Suecia, que lo otorga anualmente en Noruega. Para completar las semejanzas con el premio real lo entregan en las mismas fechas que los Premios Nobel (excepto el de la Paz) y al igual que en los Premios Nobel, no puede repartirse entre más de tres personas en cada ocasión. El premio no es de ninguna manera sufragado por la Fundación Nobel, sino por el Banco de Suecia, pero la cantidad es la misma que la atribuida a los premios Nobel. El llamado Premio en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel ha sido entregado desde 1969, galardonando a 70 economistas hasta el 2013 inclusive. Hasta ese mismo año estaba dotado con 10 millones de coronas suecas.
El Nobel de Economía ha tratado de destacar a cada escuela de pensamiento económico, por lo que señalamos los premios a Paul Samuelson, representante del Neokeynesianismo, y posteriormente, el otorgado a Milton Friedman, representante del Monetarismo, ambos compañeros de aula en Chicago. Siguió premiando a innovadores de los métodos analíticos, hasta que en 2014 distinguieron a un representante de la Escuela Institucionalista, Jean Tirole, analista de las estructuras de mercado e inspirador de la regulación europea del mercado electrónico. Sorprendentemente, en 2016 se le vuelve a otorgar a dos representantes de esta Escuela: Oliver Hart, inglés, y Bengt Holmstrom, noruego, de Harvard y MIT, respectivamente, quienes han estudiado la institucionalidad de los mercados a través de la Teoría de los Contratos.
La búsqueda de eficiencia en la contratación cotidiana, la base de las operaciones económicas, es el nuevo centro de la atención teórica. Hemos pasado de las “grandes” teorías macro, al detalle microeconómico de la estructura de los mercados. La síntesis más apretada la he visto en CNN, por el Prof. Antonio Saravia, de Mercer University de Estados Unidos, cuya intervención podemos ver en el siguiente enlace: http://cnnespanol.cnn.com/video/cnnee-dinero-intvw-saravia-nobel-de-economia/#0
Sería deseable que el razonamiento de la eficiencia en los contratos se aplicara a la política económica dominicana, como sería el caso de los subsidios a los combustibles fósiles que premia a las grandes empresas pero se castiga a los sindicalistas, como para convencernos que lo que deprime los presupuestos públicos son éstos y no aquellos.
El Nobel de Economía, en esta ocasión, es un ejemplo de que el análisis económico sobrepasa a la “oferta y la demanda” y se sitúa en la evaluación de los resultados de toda acción humana. Por lo tanto, hablar de instituciones alcanza a la formación de instancias en las que interactúen todos los actores económicos de una sociedad, con el criterio de la eficiencia.