Dos decisiones cruciales en una familia pobre. A la madre el Estado ofrece pagarle los servicios de salud en “El Morgan” o en la clínica Gómez Patiño; a su hijo que va a entrar a la universidad el Estado le paga sus estudios en la UASD o en INTEC. Las decisiones son de ellos y el financiamiento es del Estado. ¿Cómo lo ve?
Las corrientes más avanzadas consideran dos formas de libertad individual: la persona es dueña de su voluntad en la determinación de sus acciones, hasta de su destino; también que es libre en la medida en que nadie impide su decisión en cuanto a las opciones de su conveniencia.
Una de las más trascendentales rupturas en la historia de la Economía corresponde al aporte del hindú Amartya Kumar Sen, premio Nobel de 1998. Sen colocó junto a la libertad económica, la libertad de opciones de las personas; y es en la actualidad de las más efectivas formas de lucha contra la pobreza, creando así el puente que faltaba entre la Economía Positiva y la Normativa, es decir entre lo que es y lo que debe ser.
La Economía de mercado tiene un predominio casi absoluto, de tal manera que potencias como China y Rusia otrora principales países socialistas la han asumido desde la perspectiva de la libertad económica y la eficiencia, lo mismo que el heroico Vietnam. En Brasil la izquierda revolucionaria la aplica desde el gobierno con muy buenos resultados.
Libertad económica genera eficiencia económica, que corresponde al apropiado uso de los recursos a fin de maximizar la producción de bienes y servicios. No es casual que el país de mayor libertad de comercio en lo interno y hacia el exterior de la región, así como de mayor desarrollo, sea Chile. Pero la libertad económica hay que integrarla junto a las otras dimensiones de la libertad ampliando las opciones de los más pobres.
Si desde las políticas públicas se incorporan los avanzados criterios sobre la libertad, más efectiva será la lucha contra la pobreza, que se ha de combinar certeramente con la lucha contra la corrupción.
La pobreza de la Economía dominicana con un mercado de trabajo informal en un 56%, el 16% de la población económicamente activa desempleada y un 20% correspondiente a la economía formal con salarios de miseria debe ser superada, aplicando al mismo tiempo los enfoques de libertad de las más avanzadas corrientes de la Economía de la pobreza.
Es mucho lo que se puede hacer desde el Estado.