Jean-Claude Duvalier (Baby Doc), frente a las leyes haitianas es un  espejo patético  para República Dominicana. Como si los haitianos tuviesen un sentido más lógico de la historia. ¿Podría la justicia dominicana haber llevado al dictador Trujillo a un banquillo?  Esa respuesta la  pueda dar hasta un estudiante de intermedia. Lo que ese mismo estudiante desconoce  es que  Trujillo y Balaguer habían  ordenado un sistema judicial que respondía  a ellos como una gaviota se aferra a una roca en medio del océano. Sin embargo,  a ese mismo estudiante hay que hacerle razonar  que Leonel Fernández  ha superado tanto a Trujillo como a Balaguer:  Leonel, además de haber hilvanado con sus propias agujas a la frágil justicia dominicana, creó un moderno sistema de impuestos que le ha permitido a él y sus acólitos haber amasado grandes fortunas, amparado en un marco de legalidad. Y eso, no sólo lo desconoce nuestro estudiante; más bien, lo padece esa gran mayoría marginada de los recursos de un Estado maniatado a ese prolongado proyecto proselitista que propaga el Partido de Liberación Dominicana.

Y por tanto, ese mismo estudiante no podrá ver a Leonel y sus aliados frente a la justicia como hoy se propone un tribunal  haitiano: encancelar  al   dictador que al salir al exilio cargó con gran parte del patrimonio de su país. Como si la nación haitiana tiene la primicia de dar un paso al frente; luego, los dominicanos damos el segundo.

Ahora falta saber cuándo la justicia dominicana se despojará de ese largo manto de impunidad. O cuando el presidente de la nación y su gabinete representaran con pulcritud al fallido Estado dominicano: Bahía de las Aguilas, el abusivo contratado con Barrick Gold; y ahora la GoldQuest nos envuelve la Carretera Sur-Cibao para saquear al oro de San Juan.  No obstante, altos funcionarios del  gobierno morado exhiben astronómicas fortunas después de haber entrado en la administración pública en soletas, y hoy calzan zapatos la más finas marcas.  Nuestro estudiante aún espera que los desfalcadores del Estado Dominicano posen ante  ese mismo espejo de Duvalier.