Necesitamos un Estado fuerte, lo que no es igual a decir que necesitamos un Estado grande. Actualmente, el Estado dominicano cuenta con un sinnúmero de instituciones sin razón de ser, instituciones ineficientes y que en muchos casos, representan duplicidades.

Frente a este problema, el gobierno parece estar permanentemente dispuesto a crear nuevas institucionesen lugar de trabajar para que las existentes funcionen y cumplan con su misión de la mejor manera posible. Esto debería ser motivo de gran preocupación considerando que el Estado dominicano no es precisamente eficaz.

El gobierno, sin embargo, no es el único responsable de esta “fiebre por la construcción”, ya que a menudo encuentra respaldo del sector empresarial y otros segmentos de la llamada sociedad civil. A continuación presento dos casos concretos que pienso pueden servir de alimento para la reflexión.

(1) La idea de que es necesario perfilarnos como un país exportador siempre ha estado presente en las discusiones de planificación y desarrollo económico nacional. Sin embargo, no me queda claro que ese sea el deseo de quienes a menudo participan de dichas discusiones. Al día de hoy, existen tres instancias distintas dedicadas a “repensar” el tema de las exportaciones dominicanas. Me refiero al Viceministerio de Comercio Exterior y surespectiva Dirección (DICOEX)alojados en el Ministerio de Industria y Comercio; al Viceministerio para Asuntos Económicos y Negociaciones Comerciales del Ministerio de Relaciones Exteriores y finalmente, el Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD). Si bien hay quienes podrían argumentar que sus funciones son distintas, es difícil ver el fruto del trabajo de estas instituciones que con frecuencia se pisan los pies en el difícil oficio de no hacer nada.

¿Acaso esto no es malgastar el dinero público?

Como si tres instituciones no fueran pocas, el gobierno proponeconvertir al Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV) en un banco promotor de las exportaciones: el Banco Nacional de Desarrollo de las Exportaciones (BANDEX). ¿Será que necesitamos un banco para cada sector económico al que queramos financiar? Ya tenemos el BNV que es de carácter mixto (público-privado); el Banco de Reservas, también de carácter mixto; el Banco Agrícolay la recién creada Banca Solidaria para las pequeñas y medianas empresas. Además, ahora podemos incluir al Presidente de la República quien otorga créditos en sus visitas sorpresas semanales.

¿Realmente creen que el paíscarece de capacidad para exportar por falta de un banco de desarrollo de exportaciones? La respuesta es no.

Lo que aun no entiendo es por quéuna parte del sector empresarial e industrial promueve una práctica distinta para el sector público que la que promueve para sus propias empresas. ¿Acaso el Banco Popular o el BHD crean una institución nueva cada vez que quieren financiar a un nuevo segmento poblacional? La respuesta sigue siendo no.

No menos importante, la posible definición de este nuevo proyecto y la contratación de toda una burocracia institucional se hace a dos años de un proceso electoral que demostrará ser muy importante para el futuro (democrático) de la República Dominicana.

(2) Otro caso alarmante es la Estrategia Nacional de Desarrollo que, mediante sus Artículos 25 y 36, nos obliga a tener que crear una nueva ley de responsabilidad fiscal.Continuando con la misma lógica, ¿será una ley capaz de generar algún tipo de compromiso de parte del gobierno?Quizás de paso podríamos promulgar una ley donde el gobierno se comprometa a evitar las duplicidades estatales.

Como ven, el Estado no sólo crea instituciones innecesarias… también leyes.

Si no cambiamos nuestra manera irresponsable de fiscalizar al gobierno dominicano, seguiremos sufriendo las consecuencias de una representación gubernamental mediocre en detrimento de nuestra calidad de vida.

Ellos asumen una gran parte de la responsabilidad, pero como bien dice mi amigo, las cosas suceden porque alguien las permite.