Que nadie se deje engañar por la tasa de aceptación que tiene hoy uno de los presidentes mejor valorados de América Latina, hombre del año de la revista Cambio 16. Su valoración es parte de la forma habilidosa con la cual la escuela de presidentes del PLD, creada por el ex presidente Leonel Fernández para asegurar la permanencia en el poder del partido morado, ha logrado   impactar en una sociedad conservadora en la que sus beneficiarios están ávidos de mantener el estatus quo hasta sus últimas consecuencias.

El presidente Medina, ofreciendo caramelos a los distintos sectores, ha tomado, en apariencia, el contra pié del comportamiento del presidente Fernández, con lo que lanza polvo en los ojos a una población que solo espera que le den algo y escuchar lo que quiere oír.

De esta manera se puede encubrir lo que está pasando en las demás instancias de poder ya que, sin duda alguna, el mandatario necesita mantener a su gente contenta para poder salir airoso del cónclave interno de su partido. Para eso tiene que hacer malabares tratando de satisfacer a todo el  mundo. Nada mejor que medidas de corte populista para amarrar sectores, mientras la mayor parte de los problemas no solamente no se resuelven sino se escapan de las manos.

Podría preocupar al gobierno y a una ciudadanía medianamente despierta la erosión de la capacidad recaudatoria del gobierno anunciada por el mismo director general de Presupuesto, a pesar de un paquete fiscal que supuestamente grava a todos y todas y, de manera más específica, a la clase media y a los asalariados que no pueden evadir de los impuestos.

No deja de ser motivo de alarma para algunos economistas que se siga tomando prestado para pagar deudas y para mantener los cofrecitos y barrilitos de nuestros congresistas, quienes reparten a su vez migajas a diversos sectores. Esta repartición de migajas, al igual que muchas de las acciones del presidente de la República, no va al fondo de los problemas. Por el contrario, solo nutre la visión clientelista del gobierno en detrimento de una política realmente democrática que favorezca de manera equitativa a los diversos integrantes de la sociedad.

Crea alarma en el sector educativo que apenas lanzado con gran despliegue el Pacto Educativo, estalle una barrida sin precedente en el MINERD, nombrando nuevo personal existiendo una  ley que establece que los puestos objeto de las designaciones se seleccionan mediante concursos y no por clientelismo.

Dan pena los esfuerzos vehiculados por el gobierno en  la prensa para hacer creer que nuestros equipos diplomáticos han salido airosos internacionalmente del inútil atolladero en el cual han metido al país. Convivimos en un mundo global e interdependiente donde necesitamos del turismo, de la cooperación internacional y de los tratados de comercio. Vargas Llosa y el CARICOM  podrán ser el blanco de  los cañones de los “patriotas y nacionalistas”, pero nadie puede negar lo bien fundadas que son sus denuncias.

Los favorecidos por el actual estado de cosas están atados a sus privilegios y prebendas y aceptan todo lo que viene del gobierno en la medida que ello no afecte sus privilegios. Por eso se tragan  el hecho que varios altos funcionarios, en vez de atender las responsabilidades a su cargo, se lancen a una campaña electoral a destiempo usando la gasolina, los recursos y el tiempo de trabajo que les paga el Estado.

Mientras tanto, el ex presidente  Leonel Fernández  recorre el mundo cosechando galardones, considerando que éstos le servirán para preparar su regreso a la presidencia, puesto que “le calienta” con su “savoir faire” el presidente Medina.