Una, que la cancillería haya defenestrado a 781 "cobrantes" qué hacían nada o casi nada mandándolos para su casa. Debe ser  todo un récord mundial, si no de manera absoluta, al menos de manera relativa para un país de solo once millones de pendejos menos uno, que es usted, querido lector.

Para tener una idea más clara diremos que en los Estados Unidos de arriba, los ricos y poderosos, con algo más de cuatrocientos millones de habitantes, tendrían un cancillería con unos treinta mil puestos extras pegados y pagados, todo un pueblo mediano, mamando de la teta del Estado.

Más que una cancillería. parecía una ultra fábrica de botellas, botellines y botellones de todas las capacidades, formas y colores. Desde siempre, se sabía que esa institución era un refugio de avivatos y oportunistas políticos y no políticos, pero muchos no sospechábamos que pudiera ser en esa tal magnitud. Y además, representando un gran lastre económico que lo pagábamos entre todos, incluso usted, amable lector, con nuestros dolorosos impuestos.

Según lo publicado en la prensa, asciende a más de dos mil quinientos millones de pesos anuales. Un presupuesto que muchas de las dependencias oficiales ya  quisieran manejar en su desempeño.

Esperemos que la Cancillería no vuelva a llenarse de manera solapada o disimulada, poco a poco, o mucho a mucho, de favorecidos y amiguitos o no del partido, porque es un lugar de mucha tentación y fácil tapadera. Lo sabroso que es cobrar sin dar golpe y en muchas ocasiones hasta en los tan deseados billetes verdes. Como dice el pueblo ¨¡Ma´ bueno qué e´ jeso!¨.

De momento y sin excesos, bien por el gobierno actual y sería bueno que cada seis meses publicara la Cancillería la cantidad de personas que están en nómina, sus cargos y sus sueldos para que las cosas estén tan claras como deben de estar. Ya se sabe que hay perros hueveros, aunque se les queme el hocico de la nómina. Por favor, sonría, aunque sea con algo o bastante escepticismo.

Se han cumplido ya los ocho o diez días, justo los que prometió el ministro de energía en un ataque de optimismo declarativo ante los medios, que los apagones desaparecerían en ese brevísimo espacio de tiempo. Se iba a lograr de un fuetazo como decimos de manera coloquial, lo que no se ha podido en más de medio siglo. Aún quedaban milagros para contemplación y conversión de los incrédulos de que la luz se abrió paso entre las tinieblas. Apareció no un ministro de energía, sino todo un Superman Eléctrico con megapoderes taumatúrgicos.

Nos recuerda un poco a aquel gobierno que se estrenaba hace unos dieseis años y dijo que eso de la energía lo arreglan en tres meses, más o menos en unas tres patadas voladoras de chinos de las películas aquellas, y este problema tan lacerante es otra de sus penosas herencias que nos ha dejado al recoger sus motetes y pasar a la oposición.

Hoy por hoy, se publican noticias de la salida de la punzante Punta Catalina por los mismísimos motivos recurrentes de siempre, averías, fuera de servicio por mantenimientos, falta de pagos o las retóricas justificativas que ustedes quieran… y los apagones continúan en muchos lugares del patio.

En un país normal, y nosotros no lo somos aunque nos lo hayan dicho una y mil veces, el funcionario se hubiera ido para su casa, o al menos hubiera pedido excusas a los ciudadanos alegando que ese día aún estaba hipnotizado por la victoria electoral y por eso decía lo que decía

Pero como es nuevo en ese difícil e importante cargo le daremos un metro y medio más de confianza, pues cualquiera, por experto que sea, se puede dar un ¨corrientazo¨ cuando los cables están tan sueltos.

Sonrían, por favor, aunque sea de manera forzada y para disimular los lágrimas que produce este calor tan agobiante.