El gobierno del presidente Danilo Medina acaba de cumplir la mitad de sus mandato, y como generalmente ocurre en los primeros dos anos de mandato de un presidente es bien valorado por la población que siente que aun hay tiempo para resolver sus males.

Indiscutiblemente que el punto luminoso del gobierno peledeista de Medina es la educación, aunque el únicamente ha cumplido con la Ley al asignar el 4% del Producto Bruto Interno a la educación, es decir, todo lo que se ha hecho en materia de educación como la tanda extendida, la construcción de planteles, la ampliación del desayuno escolar y ahora el almuerzo y hasta la merienda se debe a que el Ministerio de Educación tiene los recursos que le asigna la ley, y aun así hay fallas como falta de pupitres, falta de maestros y mas aun de maestros capacitados.

El resto del gobierno ha sido regular, el ministro de Obras Publicas, un hombre simpático y decente, empezó su labor como una tromba y al paso del tiempo ha ido apagándose por falta de recursos, lo poco que hace ahora es en base a endeudar el país. Inapa no se ha sentido en todo el periodo de gobierno, igual el Invi y así pasa con todos los ministerios que están haciendo lo que siempre se ha hecho, el día a día de las labores de cada institución.

El gobierno ve logros en la agricultura, lideres del sector agropecuario rechazan esos logros en cambio lo apoya la Junta Agro empresarial Dominicana que ha sido tomada muy en cuenta por el ministro administrativo, otro funcionario decente y que cae simpático, quizás por que no es conflictivo, y que en su trayectoria privada ha estado muy ligado al sector agropecuario y por eso coordina las visitas “sorpresa” del presidente, en las cuales se ofrecen ayudas de poca monta y que no siempre se hacen realidad. El ministerio de agricultura ha sido opacado por las acciones del ministro administrativo, y los logros que pudieran haberse alcanzado en el sector se deben a este y no al ministerio de agricultura.

La diferencia en la valoración positiva del gobierno de Danilo Medina estriba en que se le compara con el gobierno inmediatamente anterior, o sea, el gobierno peledeista de Leonel Fernández y su enorme ego y sueños de grandeza. Medina es mas asequible, mas humilde y menos estrafalario que su antecesor pero la base de su gobierno es la misma porque proviene del mismo partido y se aplican sus mismas políticas de exageradas nominas publicas, elevado endeudamiento y falta de responsabilidad para tomar decisiones, como lo evidencia el tema de Loma Miranda y del impuesto a las compras por internet menores de 200 dólares, temas que pudieron ser resueltos con solo enviar un proyecto de ley al congreso que resuelva ambos casos, pero es preferible no tocar esos temas para no afectar la popularidad del presidente, cosa que será muy difícil de lograr al pasar la mitad de su mandato, que es cuando la población siente que se termina el tiempo y aun no le resuelven sus problemas, de aquí en adelante es que se sabrá si el gas pela, y mas aun si es morado.