“Si alguien quiere saber cuál es mi patria,
no la busque, no pregunte por ella,
Siga el rastro goteante por el mapa
y su efigie de patas imperfectas.
No pregunte si viene del rocío
o si tiene espirales en las piedras
o si tiene sabor ultramarino
o si el clima le huele en primavera.
No la busque ni alargue las pupilas.
No pregunte por ella”. (Pedro Mir)
La gran pregunta de Don Pedro Mir, ¿Cuál es mi Patria? , ¿Dónde está la Patria?
En el poema él hace referencia a nuestros recursos naturales y a nuestra gente, su esfuerzo y su lucha. Nosotros entendemos que tiene su respuesta en la vida cotidianade nuestro pueblo, en la riqueza y diversidad cultural presente en esa cotidianidad que se construye cada día.
Se expresa en: las costumbres, sincretismo mágico-religioso, construcción de redes y tejido social informal de solidaridad y apoyo mutuo, sororidad entre mujeres en casos de violencia y abusos sexuales, creatividad y promoción de cambios culturales de nuestros jóvenes a través de distintas expresiones musicales reflejan su búsqueda identitaria, la presencia de jóvenes y personas adultas que visibilizan y refuerzan nuestra identidad afrocaribeña así como también las raíces indígenas.
La patria se construye y reconstruye desde las nuevas generaciones y con los flujos migratorios que aportan a su dinámica cultural. La presencia haitiana, china, libanesa, española, italiana, judía, venezolana, colombiana, cubana, cocola y muchas otras han enriquecido y enriquecen nuestra patria aportando a nuestra configuración étnica y cultural.
La patria trasciende el territorio. Nuestra diáspora, dominicanos y dominicanas que residen en otros países también representan la patria. El patriotismo que nos dejaron como legado nuestros héroes y heroínas lejos de ser violento y amenazante ha sido siempre una práctica de difusión de valores ciudadanos y de convivencia armónica.
En la actualidad muchas personas se encuentran en una relación triste con la patria. Triste porque a pesar de haber nacido en nuestro territorio su nacionalidad está despojada o indefinida. Su vida transita por la exclusión y la negación de derechos a la educación a un empleo seguro o una fuente de ingreso desde la economía formal.
Esta es la situación de la población dominicana de ascendencia haitiana que sufre las consecuencias de la sentencia del tribunal constitucional y que todavía muchas personas viven en la incertidumbre frente a su sostén identitario y “patriótico”.
En este “mes de la patria” nos queda una meta patriótica: lograr que toda la población dominicana esté debidamente documentada y goce de los derechos que le corresponde como tal.Igualmente que nuestra patria siempre sea un referente de armonía y cohesión social despojándonos de reduccionismos nacionalistas y fronteras físicas. Así podremos celebrar y festejar la dominicanidad desde la inclusión y la hospitalidad que nos caracteriza.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY