DONDE – CUANDO

“Han quedado atrás los tiempos DONDE un argumento ajeno a lo que debiera. . .”

“En esos precisos momentos DONDE se requiere de madurez y control de emociones…”

Las citas que constan más arriba se han tomado de dos columnistas diferentes. Uno de ellos es un experimentado traductor. El otro tiene larga experiencia en periodismo.

Aunque parezca raro admitirlo, no se encuentra explicación alguna que justifique que estas dos personas que han demostrado buen conocimiento del arte de escribir en el pasado, en español, tropiecen con algo tan elemental como esto.

Donde es un adverbio relativo de lugar, sí de lugar

Para abordar mejor el asunto se revisará primero el vocablo “donde”, con sus usos. Más adelante se estudiará la palabra “cuando” con sus empleos. En los dos casos se tratarán las hipótesis en las cuales corresponde que se utilice uno u otro.

Donde es un adverbio relativo de lugar, sí de lugar. Se recalca lo correspondiente a lugar porque no se logra entender por qué algunas personas insisten en otorgarle funciones que escapan a su ámbito de acción.

Este donde (adverbio relativo) no admite la tilde sobre la /o/. El adverbio interrogativo es el que se marca con la tilde sobre la vocal /o/. El primero (adverbio relativo) puede ser tónico, pero continúa escribiéndose sin marcar tilde.

Cuando, a su vez, sin el acento marcado, es otro adverbio relativo que introduce oraciones adjetivas de significado temporal. En los casos en que se comporta de este modo, se relaciona con un antecedente. En las hipótesis en las que no hay antecedente, introduce oraciones subordinadas adverbiales de tiempo.

Estos casos no son los únicos en los cuales puede usarse el adverbio, pero en esta sección se limita para dejar claro el asunto. Más aún, debe evitarse en la actualidad el uso de donde con antecedente temporal. Ese uso se considera arcaico.

Para resumir el asunto. Donde es para usarlo en casos pertinentes a lugar, y, cuando para tiempo. Más claro de ahí no puede presentarse el asunto, más claro “no canta un gallo”.

PROCESAR

“Pero por ahora quiero PROCESAR que finalmente, en el sexto año de su presidencia, Obama actuó aunque haya sido mediante orden ejecutiva”.

Algunas palabras por razones ajenas a la lógica alcanzan predominio sobre otras. Es decir, se ponen de moda; o en el mejor de los casos, cobran vigencia. El verbo procesar ha conseguido tal popularidad entre los hablantes y escribientes que ellos llegan hasta a abusar de este verbo.

El verbo procesar en el texto citado se ha llevado más allá de su alcance primero. La exageración que se ha hecho de su campo de acción se demostrará más abajo. Primero se verán las acepciones del verbo que son aceptadas, así como algunas libertades toleradas.

El verbo procesar en el texto citado se ha llevado más allá de su alcance primero

En el español internacional el verbo procesar sirve para casos específicos de procedimientos legales. Luego adquirió en tecnología acepciones muy bien ganadas. En el primer campo, es formar autos y procesos y tratar a alguien como reo de delito. En el segundo aspecto, es someter a un proceso de transformación física, química o biológica. En el ámbito de la informática es someter datos o materiales a una serie de operaciones programadas. Estas acepciones se han extractado del Diccionario de la lengua española, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, aunque diga que es de la Real Academia Española.

Si se cotejan las acepciones con el sentido de la frase copiada, se verá que no hay modo de compaginar las dos cosas, las acepciones y la frase.

Antes de cerrar esta sección se hace necesario introducir algunas atenuaciones con respecto del verbo. Existe una tendencia en el español corriente que refuerza un uso generalizado del verbo procesar. Esto equivale a decir que procesar es someter algo a un proceso, entendido este sustantivo en tanto ‘fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial’. Así consta en el Diccionario de la Real Academia Española. Aún al amparo de esta libertad de interpretación, el verbo no tiene cabida en la frase transcrita.

No puede tenerse en cada ocasión la dicha de enderezar los entuertos, mas en este caso como en tantos otros la respuesta se encuentra en la orilla del idioma inglés. En esa lengua el verbo to process en funciones transitivas en una de sus acepciones puede tomarse en español por ‘someter [algo] a examen o análisis’. Ha de tenerse en cuenta que esta es una interpretación libérrima que hace quien reflexiona en estos párrafos sobre el uso del verbo que emplea la columnista.

DE PUNTA EN BLANCO – DE *PUNTO EN BLANCO

“En aquella época, las mujeres vestían DE PUNTO EN BLANCO todos los días de la semana, y su clase social no era una excusa para arreglárselas y vestir inmaculadas y bien maquilladas…”

La locución adverbial conocida en todo el ámbito del español es la que figura en primer lugar en el título de esta sección. No es la primera vez que se la encuentra usada de manera errada. Puede decirse que existe ya una tradición de utilizar la locución mal expresada.

Los hablantes y escribientes no encuentran explicación inmediata para escribir “punta”, cuando piensan que la “tela blanca” es “de punto”

El error con respecto a la locución viene de lejos. Los hablantes y escribientes no encuentran explicación inmediata para escribir “punta”, cuando piensan que la “tela blanca” es “de punto”.

De punta en blanco significaba, ‘con la armadura completa’, vale decir con todas las piezas de la armadura. Lo que debe aceptarse por ‘muy acicalado: con los mejores vestidos que se tienen’. De  este modo lo consigna el Diccionario de uso del español de María Moliner. En otras palabras, ‘muy bien vestido o arreglado’ que es como lo escribe el Diccionario de uso del español actual de Clave. No es más que “con el mayor esmero en el vestir”.

En América casi no se usa en la actualidad esta locución por las vacilaciones que trae consigo. Hasta las personas que emigran de España se equivocan al usarla, como sucedió en este caso con la joven periodista.

Ya se ha insistido en el pasado con respecto de esto. En caso de duda acerca de la forma correcta de escribir algo debe consultarse un manual para verificar lo correcto. Si no se tiene uno al alcance de la mano o, no se cuenta con el tiempo para ello, lo más sano es evitar el uso para no incurrir en error.

INSÍPIDO – *INSABORO

“Es por algo banal, insulso, INSABORO e incoloro, el aburrimiento, y luego paramos por saciedad de burros”.

La voz que se introduce en esta sección es de la creación del columnista de la ocasión. La partícula IN- (componente de palabra) que se detecta en la formación de la voz desconocida de la mayoría de los hispanohablantes, indica negación o carencia.

Lo que no ha logrado encontrarse es la palabra “saboro”. En español existe una palabra que define la carencia de sabor, es insípido. Este vocablo deriva del latín insipidus, e indica falto de sabor.

Sabor, a su vez, se relaciona con la voz sapor,oris. En francés conocen la voz insipide, que ya en latín tardío era insipidus que fue formada de in- y sapidus, y la última voz descendía del latín sapere.

En español existe una palabra que define la carencia de sabor, es insípido

Todos los vocablos de esta familia tienen relación entre ellos. Descienden de la matriz común, el latín. El italiano sapóre lo relacionan con sapórem, que es de donde sale sápere. En italiano tienen el término insípido, tal cual el del español que tiene la misma raíz del español.

El francés cuenta con la palabra saveur que tiene vínculo con las voces ya citadas del latín que el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia reconoce como antecedentes en el español.

Con esto de inventar nuevas palabras en español hay que tener mucho cuidado. Hay que ser muy cauteloso. El español no está abierto como otras lenguas a aceptar neologismos. Los acepta de buena gana cuando son necesarios, si no hay otro vocablo ya consagrado para ese uso. En algunos casos los acepta cuando existe la necesidad del nuevo vocablo, si es que no existe una voz del español a la que se pueda añadir esa nueva acepción. Es decir, se acoge el nuevo término cuando se crea para mentar un fenómeno nuevo, desconocido hasta ese momento.

Vale al final de esta sección que se represente por escrito lo que los dominicanos dicen en los casos en que desean negar de manera rotunda, “ningún-ningún” insaboro, basta con insípido.