DONCELLO

No existe cosa más bella (es una exageración), que conversar con un campesino dominicano que no posee grandes luces ajenas (sin educación formal). Quien eso hace recibe grandes lecciones de razonamientos y conclusiones inalteradas.

La voz del título se oyó hace muchos años ya. Se recuerda todo en detalle. Si no se refieren todas las circunstancias en las cuales se oyó esta voz por primera vez es porque no se desea mencionar nombres.

Fue en las inmediaciones de La Cuchilla, cerca de Medina, entre la carretera Duarte y San Cristóbal. Fue en el año 1962. Estaba en efervescencia el asunto político en República Dominicana. El padre de mi amigo, con quién viajábamos, le preguntó al campesino que por quién simpatizaba en materia política. Este le respondió que en asuntos políticos él era “doncello”.
A mis dieciséis años de edad la respuesta del campesino me pareció una evasiva propia de la astucia de los campesinos de mi país. Más adelante cuando pude analizar la respuesta desde el punto de vista del lenguaje, se me presentó como una creación muy bella.

Una doncella es una mujer virgen, que no ha mantenido relaciones sexuales, que no ha conocido hombre. Un hombre que no ha hecho elección alguna en materia política es una persona virgen en ese campo. Si es virgen, es doncello. La “o” sobre doncella viene de que era un hombre quien respondía, y de que él muy bien sabía lo que doncella significaba en el español común.

La creación léxica del astuto (¿?) campesino ha permanecido en el acervo de este -quien escribe- curioso del español dominicano. Fue algo que impactó la inteligencia léxica en ciernes. Hay que destacar la creatividad del campesino que sin educación formal supo trasladar el asunto del ámbito sexual al político. ¡Alabada sea la sapiencia del iletrado dominicano!

SAGA – ZAGA

“. . .olvidó nombrar a un animal imprescindible en toda esta ZAGA. . .”

Es cierto que los recursos que ofrecen las computadoras son muy valiosos. Son de gran ayuda en la redacción cuando señalan errores ortográficos. Lo que no han logrado hacer estos adelantos tecnológicos es decidir cuándo las palabras escritas correctamente tienen cabida en las diferentes oraciones. No puede dejarse a los equipos de las computadoras toda la tarea; tampoco puede confiarse en ellos para enderezar todos los errores.

La saga es la narración o historia muy larga que aparenta no tener fin. A veces se refiere a la historia de una familia, en algunas ocasiones hasta a través de varias generaciones. Esta saga deriva del latín sagas, -acis. Probablemente de ahí le viene la ese /s/ inicial.

Con respecto a zaga, en su origen era en árabe la retaguardia de un ejército. L. de Erguilaz y Yanguas en su obra Glosario etimológico de las palabras españolas de origen oriental (1974:518) anota que sáca en árabe era “retaguardia, cabalgada, cortejo de un príncipe”. Esta çaga consta en el Poema del Cid en más de una ocasión. La otra zaga es la que se usa para “a la zaga”. Se usa para transmitir la idea de “atrás o detrás”. En el español moderno todavía se usa rezaga como retaguardia para el cuerpo militar que ocupa la última posición.

Se piensa que no es tan difícil recordar que la palabra de la zeta es la de atrás, mientras que la de la ese /s/ es la historia. La zeta es la última letra -de atrás- en el alfabeto. De la misma familia son rezaga, rezagado, rezagar.

ESPAGUETI

“. . .como lo hacía una antigua marca de ESPAGHETTIS. . .”

El espagueti es una comida que entró en la dieta mundial a través de Italia. El nombre de este tipo de alimento se ha escrito en español de muchas formas diferentes.

Desde el año 1992 la Real Academia asentó en su diccionario, en colaboración con las demás academias, la ortografía oficial de la manera en que aparece en el título de esta sección.

D.Arturo del Hoyo en su Diccionario de palabras y frases extranjeras (1995:421) entiende que “sería más correcto ´espaguetos´, sing. ´espagueto´. Dim. de spago, ´cordel´, ´hilo´”. Es lo que él llama “Pasta en forma de cordelillos”.

De alguna manera D. Arturo tiene razón, pues la voz del italiano que los hispanohablantes han adoptado para denominar la pasta proviene del plural spaghetti, “que en español se usa como singular”, así lo escribe el Diccionario panhispánico de dudas (2010). El plural en español es espaguetis.

Este espagueti es un tipo de “pasta alimenticia de harina en forma de cilindros macizos, largos y delgados, más gruesos que los fideos”. Esa es la definición que recoge el Diccionario de la lengua española (2014) de la Asociación de Academias.

Algunas de las pastas que se conocen en el mundo moderno tienen en italiano nombres muy peculiares que han trascendido al ámbito internacional, como vermicelli, que en esa lengua quiere decir “gusanitos”. Los nombres obedecen en su gran mayoría a la forma exterior, una vez elaboradas las pastas, los cannelloni, son canalones; los cappelletti son sombreritos, las farfalle evocan la forma de mariposas, de ahí su nombre. Las linguine, son lengüitas, las orecchiete son orejitas, y, para terminar con esto, las fettuccine, que son las cintitas o cintillas.

DISCIPULAR

“”Es tiempo de que eduquemos y DISCIPULEMOS a nuestros feligreses y ciudadanos. . .”

Hay palabras que llevan la apariencia de ser algo que no son. Son engañosas por la forma que tienen, sobre todo por las terminaciones. El vocablo del epígrafe es un ejemplo innegable de lo que se plantea más arriba.

En la frase transcrita aparece “discipular” conjugado como si fuera un verbo. Este discipular no es un verbo aunque tiene una terminación que es común a los verbos del primer grupo, es decir, de aquellos que terminan en -ar.

Lo que no pensó quien redactó la frase copiada es que esa terminación también se encuentra en tanto sufijo para indicar condición, relación o pertenencia en los adjetivos. En los sustantivos ese sufijo indica “el lugar en que abunda el primitivo”, que es la redacción de las Academias. Este “primitivo” indica que la palabra en cuestión no se deriva de otra de la misma lengua.

Discipular comunica la idea de que “tiene relación con los discípulos”.  Lo que se encuentra entrecomillado se copió del Gran diccionario Larousse de la lengua española. Por las funciones que desempeña en las oraciones es un adjetivo, no un verbo. El diccionario de la Asociación de Academias redacta la acepción así, “Perteneciente o relativo a los discípulos”. El Diccionario del español actual define de modo más conciso el adjetivo, “Del discípulo”.

El Diccionario Clave de uso del español actual añade una información importante con respecto a este adjetivo; explica ese diccionario que es un adjetivo invariable. La caracterización del vocablo es parecido a las anteriores, pues no hay lugar para disensión, “Del discípulo o relacionado con él”.

La voz discipular tiene relación con discípulo y discipulado; pertenecen a la misma familia de palabras que se relacionan a través de la doctrina, la enseñanza y la educación.