Murió en la ciudad de Santo Domingo el 9 de mayo del año 2007, la reconocida y destacada antitrujillista y ciudadana ejemplar, doña Argentina Ornes Arzeno viuda Capobianco, a la edad de 81 años.

Doña Argentina Ornes viuda Capobianco, fue una luchadora y proveniente de familia antitrujillista e íntegra ciudadana. Ejerció el comercio por muchos años.

No claudicó jamás a sus principios y siempre se mantuvo a la vanguardia del progreso de Puerto Plata. Su capacidad la puso al servicio del desarrollo del país.

Su antitrujillismo la llevó a conspirar contra el dictador Trujillo. Formó parte en Puerto Plata del Movimiento Revolucionario Clandestino 14 de junio, fundado por Manolo Tavárez Justo y su esposa Minerva Mirabal.

Desde muy joven estuvo ligada a movimientos revolucionarios en contra de la dictadura de Trujillo. Era sobrina del poeta, periodista, profesor, abogado y antitrujillista puertoplateño, Lic. Pedro Germán Ornes Schoewerer (1895—1975).

Doña Argentina viuda Capobianco, fue una mujer que practicó la filantropía a través de instituciones sin fines de lucro. Era ahijada del Lic. Emilio Prud Homme, autor del Himno Nacional, poeta, maestro y figura de primer orden contra la intervención norteamericana de 1916.

Prud Homme, su padre y tíos como el Lic. Germán Ornes S., le inculcaron en ella los valores libertarios que luego expresaría en su lucha antitrujillista que mantuvo durante los treinta y un año de dictadura de Trujillo hasta el ajusticiamiento del sátrapa, el 30 de mayo de 1961.

En su adolescencia y juventud era una excelente jugadora de voleibol y llegó a dirigir el equipo de esa disciplina en el Club Deportivo Gustavo Behal, de Puerto Plata.

En sus primeros años de juventud ejerció el magisterio. Pero abandonó la misma.

Luego, por muchos años se dedicó en compañía de su esposo Silverio Capobianco a los negocios.

Argentina Ornes Arzeno vio la luz por vez primera el 11 de diciembre de 1925, en la ciudad de Puerto Plata, hija de los señores: Horacio Ornes Schoewerer y de Dolores Arzeno Lora.

El matrimonio Ornes—Arzeno, además, procreó once hijos más, que fueron: María Cristina, Herminia, Francia, Julia Marina, Grecia (murió), Dr. José Horacio, Francisco (falleció), Federico, Amanda (murió), Carmen (falleció) y María Virginia Ornes Arzeno.

Desde muy temprana edad vivió en compañía de sus padres y hermanos en la ciudad de Moca, donde hizo sus estudios primarios.

Siendo una adolescente volvieron de nuevo a Puerto Plata y realizó sus estudios secundarios, graduándose con honores de Maestra Normal de Segunda Enseñanza.

Y los secundarios lo comenzó en 1941, en la Normal Emilio Prud Homme, de Puerto Plata, regenteada por Jaime Locwardt, después por Espinal Miranda, Henry E. Ashton y Germán Ornes S., y tuvo como profesores: Santiago Rossi, América Carvajal, Angélica Núñez, Heriberto Hernández, María Luisa Tessón, Arístides Domínguez Guerra, Casimira Heureaux Figuereo, Justiniano Martínez y otros. Se graduó de bachiller en el año 1945, en Filosofía y Letras.

Por algunos años impartió docencia en la escuela Normal de Puerto Plata.

Contrajo Matrimonio con el italiano Silverio Capobianco, quien trabajó por más de sesenta años como comerciante en la ciudad de Puerto Plata.

Dejaron un hijo de nombre: Fermín José Capobianco Ornes (a) Nino, quien se graduó de ingeniero y casó con Fedra Abreu, quienes les dieron dos nietos: Daniela y Sebastián Capobianco Abreu.

Mantuvo vínculo muy estrecho con organizaciones de servicios y sin fines de lucros, entre las cuales, fue Cofundadora del Asilo Casa Albergue de doña Martina Alfonseca, de Puerto Plata, al cual dedicó muchísimos años levantando una infraestructura para un grupo de niñas, que hoy en días son un vivo ejemplo en el pueblo de Puerto Plata.

Fue miembro de la Junta Municipal Electoral de Puerto Plata, por algunos años, dedicando junto a otros buenos hombres y mujeres, trabajo, confianza para el pueblo y adecuada a los nuevos tiempos modernos.

Mantuvo muy en altos siempre sus principios del Movimiento Revolucionario 14 de junio. No militó en ningunos de los tres partidos tradicionales del país (PRD, PRSC y PLD).

Estrechó lazos de amistad con miembros en éstos partidos, pero jamás se vinculó a los mismos.

El 10 de enero de 1960, en la finca de Carlos Bogaert Domínguez, ubicada en Valverde, de Mao, quedó formado el Movimiento Revolucionario 14 de Junio, en recordación a la fecha en que se produjo el desembarco aéreo en Constanza, con los expedicionarios que vinieron desde Cuba a luchar en contra de la oprobiosa dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina.

Roberto Cassá ha acotado: “Hasta donde sé ha podido establecer, a la reunión asistieron trece personas: Manuel Tavárez Justo, Minerva Mirabal, Rafael Faxas Canto, Leandro Guzmán, Luis Gómez, Carlos A. Grisanty, Luís Álvarez Pereyra, Dulce Tejada, Ramón A. Rodríguez, Germán Silverio Mesón, Julio Escoto Santana, Efraín Dotel y Carlos C. Bogaert” (Los Orígenes del Movimiento 14 de junio. La Izquierda Dominicana. I, Santo Domingo. Editora Universitaria de la UASD, 1999, página 236).

Él aquella primera reunión participó Germán Antonio Silverio Mesón (a) El Guardia, como Delegado de Puerto Plata. Dicho Movimiento quedó presididos por el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo (a) Manolo y su esposa la doctora Minerva Mirabal Reyes; siendo elegido como Vocal, Silverio Mesón del Comité Central del Movimiento Revolucionario 14 de junio.

Quien integró a la gran mayoría de puertoplateños al Movimiento Revolucionario 14 de junio lo fue el también puertoplateño Juan Moliné Pichardo, que presidía el Movimiento Revolucionario en Santiago de los Caballeros.

Los miembros del Movimiento Clandestino Revolucionario 14 de Junio en Puerto Plata, estuvieron compuestos, así:  por Germán Antonio Silverio Mesón (a) El Guardia, Fernando A. Cueto, Rafael O. Silverio Mesón (a) Fellito, Juan Carlos Morales Capellá, Dr. Samuel Arias, Miriam Morales (fue la única mujer de Puerto Plata que cayó presa), José Tomás Gómez (a) Abelardo, Félix Gerónimo Escaño Peña (a) Guancho, Pablo Ramos hijo, Leonardo del Valle, Domingo Russo, Erland Mañón Moreno, Dr. Antonio Vásquez Paredes, Odalís Cepeda, Rafael Arzeno Tavárez, Dr. Virgilio Reyes (del Grupo de Imbert), Alejo Martínez (del grupo de Sosúa), Omar Morales, Mirko Morales Capellá (a) Camao, Félix La Hoz, Ana Valverdes de Leroux, Aída Arzeno, Argentina Ornes de Capobianco, Italia Villalón, Elena Abreu, Melecia Victoria, Carmen Jane Bogaert de Heinsen, Ing. Rafael A. Báez Pérez (grupo de Sosúa, también estaban: Alejo Martínez, César de los Santos, Pedro Clisante), Roberto A. Arzeno R., Juan Cueto, Ramón Mejía, José Joubert, Leonel Jiménez Gordián, y otros.

El ingeniero Leandro Guzmán ha informado que el Movimiento Revolucionario Clandestino 14 de junio, sufrió los derroteros de la traición. Veamos lo que nos dice: “Un día antes de la reunión en la finca de Mao el compañero Marcos Pérez Collado, destacado activista del Movimiento, había enviado a Domingo Antonio Castillo (a) La Cuca, al ingenio Porvenir de San Pedro de Macorís, con la encomienda de entregar una carta a Andrés Norman Montero convocándolo para que se integrara al Movimiento. Montero era un practicante de Medicina que tenía gran influencia entre los obreros y campesinos vinculados directa o indirectamente al ingenio Porvenir. Nunca supimos si por miedo o traición deliberada, pero lo cierto es que Montero corrió a las oficinas del SIM para informales de que trataban de involucrarlos en un Movimiento contra Trujillo.

“El SIM se movió de inmediato y envió al capitán Del Villar a la finca a donde trabajaba Pérez Collado, comunicándole que estaba allí “de parte de Montero”. Cuando Pérez Collado le explicó parcialmente en qué consistía el Movimiento, el espía se despidió y abandonó la finca en Dajabón, no sin antes decirles a su anfitrión que tenía la posibilidad de conseguir hombres y armas.

“Así quedó develado el Movimiento y comenzó la cacería. El primero en caer preso fue el propio Pérez Collado, capturado allí mismo al día siguiente de nuestra reunión. El prisionero fue llevado directamente a la cárcel de La 40 en Santo Domingo” (1J4 De espigas y de fuegos. Aportes para la memoria necesaria: testimonios de un militante. Santo Domingo, Editora de Colores, S.A., 1998, páginas 105 y 105).

De ese grupo, cayó preso el ingeniero César de los Santos Almonte, en compañía del Ingeniero Rafael Báez Reyes, Alejo Martínez y Pedro Clisante, en Sosúa, el 21 de enero de 1960, siendo recibido por el Jefe del SIM, Johnny Abbes García. Además, estuvieron presos:  Fernando A. Cueto, Juan Carlos Morales C., Alejo Martínez, Pedro Clisante, Miriam Morales, Germán Silverio Mesón, José Tomás Gómez (a) Abelardo, Félix Gerónimo Escaño Peña (a) Guancho, Erland Mañón Moreno, Rafael Silverio Mesón (a) Fellito, Dr. Antonio Vásquez Paredes (a) Toño, Roberto A. Arzeno R, Juan Moliné Pichardo, el Oficial de la Marina de Guerra Leonel Jiménez Gordián (desaparecido), Domingo Russo (desaparecido), Leonardo del Valle (desapareció), Odalís Cepeda ((fue la persona que le prendió candela al Seguro Social, ubicado en la calle 12 de Julio esquina San Felipe y desapareció), todos ellos fueron llevados a la cárcel de La 40, en Santo Domingo, donde fueron salvajemente golpeados y torturados por el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), dirigido por  Abbes García, por ser todos ellos miembros del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, en Puerto Plata.

El doctor Blanco Fernández ha dado su testimonio sobre el grupo de Puerto Plata, así: “En un momento llegó un agente llamando a todos los puertoplateños y pidiéndoles que salieran rápido. Efraín Dotel me dijo: “Tú no vas a salir?   ¿Tú no eres puertoplateño? A lo mejor los van a soltar”. Le conteste que no, que yo era de El Mamey. Luego me enteré que habían llegado a La 40 el general Virgilio García Trujillo, Radhamés, el hijo de Rafael L. Trujillo, y otros, y que habían torturado bárbaramente a los puertoplateños y a muchos que no lo eran” (Obra citada, página 44).

Doña Argentina Ornes viuda Capobianco nunca pasó factura a sus luchas en favor del pueblo. Era una mujer caritativa y filántropo en el más amplio sentido de la palabra.

Desde el año 2000 se había trasladado a vivir a Santo Domingo, siempre con la esperanza de volver de nuevo a su pueblo querido y que decía nunca debió abandonar.

La muerte de doña Argentina Ornes viuda Capobianco, dejó a su familia llena de orgullo y un montón de buenos recuerdos por ésta vida.