Por más de cincuenta años regenteó un negocio de vender provisiones y una de las rifas de aguantes más grandes en la calle Del Camino Real  esquina Teresa Suárez, de la ciudad de Puerto Plata. Se le consideró como un  pionero, en asuntos de rifas de aguantes en la provincia de Puerto Plata.

Se convirtió en la provincia de Puerto Plata en el rifero de aguantes más poderoso y fuerte económicamente y que ofrecía mayor seguridad y garantía en el pago a los ganadores de los tres terminales de números de la Lotería Nacional. Tenía vendedores de números en los ocho municipios de dicha provincia.

Don Julio Pascual tenía una suerte única en los juegos.

En su vida se caracterizó en ser un hombre de una sola palabra. Siempre fue serio y responsable en sus negocios. Nunca se vio involucrado en nada.

A cada uno de esos vendedores que no tenían casas lo ayudó a comprar su vivienda o a reconstruir la misma.

Fue don Julio Pascual de los primeros riferos que planteó la legalización de las rifas de aguantes en el país, penadas por el artículo 410 del Código Penal de la República Dominicana.

En dicha rifa de aguantes tenía de ayudantes a su hijo Ismael Pascual, su sobrino Mafardo Jiménez Pascual (a) Papón, su hijo Arnulfo Pascual y otros.

En varias ocasiones cayó preso por infringir dicho artículo.

Llegó a acumular una gran fortuna de millones de pesos dominicanos, varias fincas y casas, producto de las ganancias de su rifa de aguantes.

Julio Pascual Castillo nació en Los Domínguez, Puerto Plata, el 9 de julio de 1921, hijo de los señores: Cándido Pascual (oriundo de Los Domínguez y regenteó una pequeña propiedad y una carnicería allí) y Fabiana Castillo.

La pareja Pascual—Castillo procreó, además, cuatro hijos más, que fueron: Teodoro (comerciante y murió), Ángela (regentea un pequeño hotel) Virginia (a) Chicha (murió) y Andrea Pascual Castillo (a) Nana (murió).

Tuvo un hermano de padre de nombre: Antonio Pascual (a) Chopa.

Fue a la escuela y aprendió a leer, escribir y de números. Se vio precisado a abandonar la misma para dedicarse al trabajo como ayudante de carnicería de su padre en sus primeros años.

Don Julio Pascual fue un hombre que comenzó trabajando como jornalero en Munné & Co., C. por A., de Puerto Plata, en compañía de Martín Vásquez Ramos, Rogelio Almonte, Pablo Henríquez Pascual, y otros.

Luego instaló una carnicería y al poco tiempo dejó al frente de dicha carnicería al señor Pablito Henríquez Pascual.

Logró instalar un pequeño colmado en una casa alquilada a la comerciante doña Luisa Dolores Messón Beauchamps de Jiménez por la suma de diez pesos dominicanos mensuales, donde siempre estuvo su negocio, ubicado en la calle Del Camino Real esquina Teresa Suárez. Allí vendía harina de maíz, saco de cae, mabí, pan, refresco, etc.

Conoció a su futura esposa quien fue criada en la casa de doña Teresa Suárez (1880—1961). Cuando la misma casó con Julio Pascual, doña Suárez le regaló el solar donde construyeron una pequeña de maderas, donde siempre vivió el matrimonio Pascuas—Vargas.

Casó con Nidia Vargas y procreó cuatro hijos: Rosa Nidia (a) Charo (Licenciada en administración de empresas), Mildred Margarita (a) Chichi (doctora en Odontología), Julio Antonio (a) Coqui (quien es doctor en veterinaria y cura) y Patria Libertad Pascual Vargas (a) Taty (vive en los Estados Unidos de América, desde hace varios años y trabaja allí)..

Don Julio Pascual recibió la ayuda de su esposa Nidia Vargas de Pascual, quien atendía y se entendía con el negocio y el hogar.

Tuvo otros hijos, como fueron: Ismael Pascual López (el mayor de todos ellos, vive y trabaja en New York) con Benedicta López; Julio Arnulfo (Licenciado en Economía, político y dirigente del PRD) y José Lucía Pascual Rodríguez (a) Elías (taxista) con Mercedes Rodríguez; y Julia Rebeca Pascual Reyna (trabaja hotelería) con Ana Vitalena Reyna Gordián (a) Cory.

Don Julio Pascual fue reconocido como un gran jugador de dominó. Dado ahí a jugar dominó con un grupo de persona que se reúne detrás del local del Colegio de Periodistas de Puerto Plata, en la antigua calle Del Fuerte de la Fortaleza San Felipe.

Don Julio Pascual era dado a compartir trago de ron en compañía de amigos, entre los cuales, cabe mencionar: Félix Quiroz, Julio Germán Lluberes D., entre otros.

Su pequeño negocio, fue un punto donde iban clientes a escuchar la pelota de invierno y una parada de carros, que viajaban a los diferentes campos vecinos, transportando pasajeros y mercancías de provisiones. También, en su colmado se jugaba dominó por dinero y éste cobraba un centavo por mesa.

Don Julio Pascual comenzó rifando cortes de telas de pantalones en combinación con los tres terminales números de la Lotería Nacional.

Luego, comenzó una pequeña rifa de aguantes en combinación con los tres números de la Lotería Nacional. Por su seriedad, honestidad y responsabilidad se vio precisado a tener que ampliar su rifa de aguantes y a tener corredores de la misma en la ciudad y los ocho municipios de Puerto Plata. Su red de corredores cubrían desde Sabaneta de Yásica hasta La Isabela y demás municipios, convirtiéndose así, en el mayor rifero de Puerto Plata, debido a la garantía y seguridad que ofrecía don Julio Pascual para pagar el dinero ganado por los diferentes apostadores.

En sus primeros años en que emprendía el negocio de rifa de aguantes, recibió la ayuda económica de Rafael Silverio Messón (a) Fellito, que cuando le hacía falta para completar dinero se lo prestaba.

En 1979 se lanzó con un nuevo proyecto de rifa llamada caraquita tirada en Caracas, Venezuela, que era de lunes a sábados. Los domingos, tenía la rifa de la Lotería Nacional.

Hoy en día son muchas las personas que deben su posición económica a don Julio Pascual, por haber trabajado con éste como corredores en su rifa de aguantes. También enseñó a muchos de éstos corredores que debían de ahorrar algún dinero para el futuro.

Todos los Jefes Policiales y Encargados Departamentales de la Policía Nacional de Puerto Plata buscaban donde don Julio Pascual un semanal de dinero en efectivos, a cambió de no perseguirlo e informarle cuando iba a ser allanado su negocio.

Luchó porque las rifas de aguantes fueran legalizadas y se logró tal propósito.

Don Julio Pascual fue un exitoso comerciante  Compró el local comercial que tenía alquilada a los descendientes (hijos) de doña Luisa Messón de Jiménez  y, además, adquirió terreno aledaño y construyó la Plaza Julio Pascual, ubicada en calle Del Camino Real esquina Teresa Suárez, de Puerto Plata.

Don Julio Pascual, fue miembro y fundador del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en Puerto Plata, a la llegada de sus tres miembros: Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo, el 5 de julio de 1961 de dicha organización al país, después del ajusticiamiento del dictador San cristobalense Rafael Leonidas Trujillo Molina. Toda su vida militó solamente en dicho partido político. No buscó cargo público, las veces que el mismo ganó la presidencia y vicepresidencia de la República, en los años 1962, 1978 y 1982. Fue un hombre de ideas democráticas y que odio a la dictadura de Trujillo, escuchando la predica del líder antitrujillista y dirigente del Frente Interno de la Invasión de Luperón de 1949, Fernando A. Suárez (1914—1949).

Era un amante de la jugada de gallos y llegó a tener una traba de gallos de buena calidad. Iba todos los domingos y días feriados a la gallera a jugar gallos.

Don Julio Pascual Castillo, murió en Santo Domingo, el 21 de marzo de 1998 y su cadáver fue traído y enterrado en el cementerio municipal de Puerto Plata.