Don Epifanio Lantigua, se dedicó durante más de cincuenta años al ejercicio de la profesión de periodista en la ciudad de Puerto Plata. Adquirió prestigio y admiración de la colectividad puertoplateña y del país.

Jamás transigió con sus principios periodísticos. Cumplió fielmente sus deberes como ciudadano y periodista. Actúo apegado al Código de ética, de esa profesión tan digna.

Fue un ejemplo a seguir por los periodistas puertoplateños y, por ende, los del resto del país.

Vivió de su profesión dignamente. Buen esposo y ejemplar padre. Supo darles una educación a sus hijos, acode con sus posibilidades económicas. Hoy en día éstos siguen el ejemplo de su padre.

Epifanio Lantigua, nació en La Manteada, Madre Vieja, Puerto Plata, el día 12 de julio de 1921, hijo de los señores: Martín Lantigua Thomas y Apolinaria Lantigua Williams.

Realizó sus estudios en su ciudad natal.

Desde muy temprana edad comenzó a trabajar como dependiente en el negocio del señor Balbino Troche.

Epifanio Lantiagua, ocupó la posición de Inspector de Santidad, actuando ahí apegado a las leyes, sin maltratar a ningún ciudadano. De ahí pasó a trabajar en la bodega del Ingenio Monte llano, Puerto Plata.

En el año 1947 se inició en el periodismo, escribiendo para el diario La Nación, de Santo Domingo, fundado el 19 de febrero de 1940, siendo su primer director el señor Rafael Vidal Torres.

Para esa época Epifanio Lantigua, redactaba sus cuartillas a manos en razón de que no tenía máquina de escribir.

Había casado en primeras nupcias con Esther Paulino, quien falleció en el año 1963 y no tuvieron hijos. Posteriormente casó en segundas nupcias con Agustina Almonte y procrearon dos hijos: Denis Rafael y Edgar José Lantigua Almonte, ambos hijos han seguido trillando la profesión de su padre de periodista.

Su esposa es una experta en repostería. Esta prepara unos dulces de alta calidad, que son comprados por muchas personas e incluyendo al fallecido expresidente de la República y afamado escritor vegano, profesor Juan Bosch.

Lantigua mantuvo estrechas relaciones de amistad con el Prof. Bosch y en su Gobierno de 1963, trabajó como ayudante químico de la Chocolatera Industrial Sánchez, de Puerto Plata. En el Gobierno Antonio Guzmán Fernández, en el año 1978, fue nombrado encargado de Migración en Puerto Plata.

Luego de laborar para el periódico La Nación, trabajó como corresponsal del periódico El Caribe, durante dieciocho años, hasta el año 1969. De ahí pasó el 21 de enero de 1970 hasta la hora de su muerte como corresponsal del Listín Diario y agente de anuncios de 1990 a 1993. Ostentó junto a su hijo Edgar Lantigua Almonte la representación total de ese periódico en Puerto Plata como agente, teniendo a su cargo la corresponsalía, la venta de anuncios y la distribución y venta de dicho medio de comunicación social.

Don Epifanio Lantigua, fue respetado y querido por las clases periodísticas puertoplateñas y el pais en general.

Tuvo varios amigos, entre ellos el profesor Luis Antonio Pérez Linares y don José Pimentel L. (a) Chujo sus amigos de toda una vida.

No acumuló fortuna alguna. En vida recibió varios reconocimientos a su ardua labor de comunicador social.

En los últimos años de su carrera de periodista se especializó en tópicos turísticos.  En reconocimiento a su trayectoria como periodista existe el Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua, desde el año 2002, manejado y dirigido por la Asociación Dominicana de Prensa Turística (ADOMPRETUR). El presidente del jurado lo es el periodista, ensayista y escritor puertoplateño José Rafael Sosa. Dicho premio cuenta con el apoyo del Ministerio de Turismo, la Cadena de Hoteles Barceló, Banco Popular, Asociación de Hoteles de Santo Domingo, INICIA, CICOM, Amhsa Marina Hotels & Resorts, Diamont Resort, Air Europa, Grupo Rescue, Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) y Fundación José Ignacio Morales (El Artístico).

El 29 de agosto de 1998, a los 12:15 aproximadamente murió en el Grupo Médico doctor Bournigal de la ciudad de Puerto Plata, el decano de los periodistas puertoplateños, don Epifanio Lantigua, después de haber durado cerca de un año afectado de una fibrosis pulmonar.

El legajo que nos dejó don Epifanio Lantigua, fue de ser un hombre íntegro a carta cabal y honesto.