De Don Alejandro Grullón se pueden escribir varias páginas. Y también un libro de cientos de páginas. Sus logros y contribuciones en el campo financiero, en el medio ambientes, en la industria, en los seguros, en la educación, en la institucionalidad y la justicia, en la Agropecuaria y en el ámbito político son memorables. Una biografía de su vida seria más que un recuento de hechos, un mensaje y una lección a las futuras generaciones de cómo se debe actuar para tener un mejor país.

Y aunque su nombre esta estrechamente vinculado a la creación del Banco Popular Dominicano, una institución de gran prestigio y considerada la mas valorada por los dominicanos y excelentemente posicionada en el mundo de la banca, sus contribuciones en otros campos son realmente impresionantes.

Creativo, motivador, conciliador, amigo, colaborador incondicional y visionario como pocos dominicanos, Don Alejandro estuvo siempre al frente de grandes iniciativas. Por ejemplo, El Plan Sierra, La Asociación para el Desarrollo de Santiago, la creación de la hoy prestigiosa Pontificia Universidad Madre y Maestra, la ONG Institucionalidad y Justicia, del Instituto Superior de Agricultura y del desarrollo temprano de la región norte, con inversiones y propuestas que contribuyeron a cambiar la imagen de la segunda ciudad más importante del país.

La Asociación para el Desarrollo, la primera de su clase, nacida en el 1961 fue impulsada por Don Alejandro junto a hombres de la talla de Luis Crouch, Víctor Espaillat, Tomas Pastoriza, José A. León, Salvador Jorge Blanco, Sebastián Mera, José Armando Bermúdez y otras importantes figuras de la ciudad de los 30 caballeros. De ahí nacieron grandes ideas y proyectos que se convirtieron en pilares del desarrollo económico de la región que se extendieron a toda la geografía nacional.

Al Plan Sierra se le debe hoy gran parte de la conservación de la vertiente norte de la Cordillera Central, que cubre una superficie de 1,800 kilómetros cuadrados correspondiente a los municipios de Jánico, San José de las Matas en la provincia de Santiago, Monción y las secciones de Clavijo, Toma y Palmarejo del municipio de San Ignacio de Sabaneta en la provincia de Santiago Rodríguez.

Y cuando hablamos de educación, la creación de la PUCMM y el ISA, hoy Universidad ISA fueron iniciativas que han dejado huellas imborrables en todos los campos del conocimiento. Del ISA han salido los mejores profesionales de la agropecuaria y sus investigaciones y aportes científicos, especialmente en biotecnología, inocuidad de los alimentos y cultivos han contribuido al mejoramiento de la agropecuaria nacional.

Durante toda su vida Don Alejandro estuvo presente cuando estas instituciones necesitaban ayuda. Como también ayudo a otras muchas que hoy existen gracias a su mano amiga.

Pero quizás hay algo que muchos desconocen de Don Alejandro Grullón. Su papel en el campo político. No fueron pocas las crisis que pusieron en peligro la gobernabilidad en la década de los 70, 80 y 90. En todas ellas, la presencia de Don Alejandro fue determinante para conciliar, negociar, buscar salida y resolver graves conflictos que evitaron que el país cayera en las tinieblas de la ingobernabilidad.

Fue en esos momentos que su imagen se acrecentó y donde todos coincidían (gobierno, sociedad, civil empresarios, profesionales, y ciudadanos comunes) en que su presencia era una garantía para mantener el equilibrio político y la estabilidad económica. Su nombre era un icono cuando se trataba de buscar consenso en los momentos de crisis.

Tuve el privilegio de conocerlo en reuniones de negocios y también en algunos de esos momentos de crisis política. Su presencia imponía respeto, admiración, y experiencia porque era sorprendente como sus ideas iluminaban los más oscuros momentos.

Su legado ha sido ejemplar y su creación más importante, el Banco Popular Dominicano BPD, jamás ha dejado de acumular éxitos tras éxitos, aun después del traspaso de mando a su hijo Manuel Alejandro, heredero de su talento financiero y de su compromiso con el desarrollo económico del país.