Eugenio María de Hostos, nació en el barrio Río Cañas de Mayagüez, Puerto Rico, el 11 de enero de 1811, hijo legítimo de los señores Eugenio de Hostos y Rodríguez y de María Hilaria de Bonilla y Cintrón.

Exaltado en el Panteón Nacional en el año 1985.

En Puerto Rico, recibe su educación primaria y secundaria. Al terminar sus estudios de bachillerato fue enviado por sus padres a Madrid, España y allí ingresa a la Universidad Central de Madrid a las Facultades de Derecho, Filosofías y letras, para estudiar Derecho. No terminó dicha carrera, por las convulsiones políticas de esos momentos. Se dedicó por completo a la lucha de su pueblo por sus rescates de su Soberanía y de otros países.

A partir del año 1863, comienza su peregrinaje por varios países del mundo, como fueron: España, Barcelona, París, América, New York, Perú, Chile, Montevideo, Buenos Aíres, Río de Janeiro, Brasil, Saint Thomas.

Eugenio María de Hostos

El 31 de mayo de 1875, visita Hostos por primera vez el país, entrando por Puerto Plata, a bordo del vapor americano Tybbe. Allí es recibido por el general Gregorio Luperón. También conoce, a Segundo Imbert, Federico Henríquez Carvajal y otros. De visita estaba el Dr. Ramón Emeterio Betances, quien vivió por muchos años en Puerto Plata.

Hostos se hospeda en la casa del matrimonio de John Kunhardt y Josefa Weston (quienes son los padre del iniciador del Movimiento Sindical Dominicano, José Eugenio Kunhardt, tenía éste  diez años edad para ese entonces) ubicada actualmente entre las calles 12 de Julio y 20 de diciembre (donde está hoy la Ferretería San Antonio), de Puerto Plata.

En Puerto Plata escribe Hostos: “Ignoraba que allí había yo de conquistar algunos de los mejores amigos de mi vida”. Como sucedió.

Comienza Hostos colaborando con el periódico semanario Las Dos Antillas, dedicado a la defensa y propaganda de los intereses de Cuba y Puerto Rico. En Puerto Plata funda y dirige el periódico Las Tres Antillas, siendo éste clausurado por el Gobierno, y funda otro periódico Los Antillanos, también fue clausurado. Allí escribió Hostos sus mejores páginas, como lo registra la historia.

Eugenio María de Hostos inicia su apostolado en el magisterio, fundando el 5 de marzo de 1876, la sociedad—escuela La Educadora, en la ciudad de Puerto Plata. En su discurso de inauguración, pronunciado por Hostos, este explicó el objetivo de la misma: “Popularizar las ideas del derecho individual y público, el conocimiento de las constituciones, dominicanas, norteamericana, latino—americana, y los principios económicos—sociales; en resumen: educar al pueblo”.

El 18 de febrero de 1880 inicia sus labores en Santo Domingo la Escuela Normal, fundada y dirigida por Hostos. Recibe el apoyo moral y económico de su amigo Luperón, en su nueva y emprendedora empresa. También de Salomé Ureña de Henríquez, de su esposo Francisco Henríquez y Carvajal, de Federico Henríquez y Carvajal y de otros tantos.

Funda el 25 de noviembre de ese mismo año, el Instituto Profesional de Santo Domingo, donde imparte las cátedras de Derecho Constitucional e Internacional.

Hostos lleva la Escuela Normal a Santiago, fundándose ésta el 19 de enero de 1881.

Los frutos comienzan a verse, de la gran labor que estaba realizando en el país, el Señor Hostos. El 28 de septiembre de 1884, son investidos los primeros maestros normalistas graduados en dicha Escuela. La Iglesia Católica, desde un principio se opuso al plan de enseñanza de éste.

En el año 1888, Hostos se va del país debido a la situación política en que se encontraba el país, bajo la dictadura encabezada por Ulises Heureaux a (Lilís). Se traslada junto con su familia a Chile y continúa con su apostolado allí.

A la caída de la dictadura de Lilís, regresa nuevamente al país, el 6 de enero de 1900, siendo nombrado Inspector General de Enseñanza Pública, en ese mismo año.

Desde esa posición, se ocupa de fundar escuelas en varias provincias y comunidades del país, como fueron: en Sánchez, La Vega, Moca, Santiago, Puerto Plata, Montecristi, etc.

Eugenio María de Hostos, muere en Santo Domingo, el 11 de agosto de 1903. Sus restos reposan en el Panteón Nacional. Antes de Morir, pidió que su cadáver permaneciera en el país, hasta que su país Puerto Rico, logrará su Independencia.

El profesor Juan Bosch se encargó de la publicación de sus Obras completas, en XX tomos, en Puerto Rico e imprimiéndose las mismas en Cuba, en 1939.