Es bueno verlo para entender cómo funciona la maquinaria del estado y de los servicios de inteligencia cuando se trata de salir de alguien que puede ser un peligro para la gobernabilidad de un país y del propio presidente o presidenta de la Republica.
Alberto Nisman era un fiscal argentino que investigó el atentado terrorista a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina AMIA en 1994, donde murieron 84 personas y cientos quedaron herimos o mutilados. La investigación concluyó que la organización terrorista Hezbollah fue la responsable de ese atentado contando con el apoyo de Irán.
Nisman contó con la colaboración del poderoso jefe del contraespionaje argentino Antonio Stiuso, figura central de la trama, que a su vez era hombre de confianza de los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel. Este hombre dirigió la contrainteligencia de su país por mas de 30 años.
Hasta ahí todo esta bien. El problema fue que Nisman cuestionó un acuerdo firmado por Argentina e Irán para supuestamente colaborar en la investigación del atentado e identificar a los culpables, cuando ya habían sido anteriormente identificados.
Eso encendió la mecha y Nisman acusó a la presidenta Fernández de Kirchner y a su canciller Néstor Timerman en el 2015 de confabularse para levantar las alertas rojas de Interpol contra los ciudadanos iraníes señalados como ejecutores del ataque.
Según el fiscal, el gobierno de Fernández de Kirchner habría negociado con Teherán la impunidad de los sospechosos a cambio de retomar las relaciones comerciales.
Horas antes de presentar su investigación al Congreso Nisman apareció muerto en el baño de su apartamento la noche del 18 de enero del 2015.
¿Fue un suicidio o un asesinato? Vea el documental y saque su conclusión. Medio país cree en lo primero y la otra mitad cree en lo segundo dependiendo de si son peronistas o no.
La verdad es que a mi no me convenció ninguna de las dos versiones. Todo parecía indicar que era un suicidio, pero la pregunta del millón es ¿Por qué este hombre haría tal cosa horas antes de presentarse ante el congreso argentino después de 15 años de investigación donde se había jugado el cuello y la vida de su familia?
En la entrevista del documental sale a relucir que el único hombre que entró al apartamento de Nisman y lo vio vivo antes de su muerte (comprobado por los videos de seguridad) fue su amigo y socio Diego Malomarsino, informático y empleado de la fiscalía, que le llevó una pistola calibre 22 que Nisman la había pedido un día antes para su seguridad. Con esa misma pistola Nisman se suicidó.
Pero este hombre era un empleado, amigo y socio de Nisman y jamás confeso el crimen. Entonces la pregunta que queda en el aire es ¿Quién lo mató si ningún sospechoso entró al apartamento excepto Malomarsino?
Se encontró evidencia de que Nisman y Malomarsino tenían una cuenta offshore en común con US$600 mil dólares depositados. Otra pregunta que levantó sospechas sobre el fiscal y su amigo.
Este es un documental digno de una película de espionaje, terrorismo, asesinatos y complicidades internacionales y gubernamentales.
Aunque la justicia concluyó que fue un asesinato aun queda la interrogante de quien fue el culpable. Peritos del FBI y el servicio secreto de Israel (Mosad) han colaborado en la investigación, pero si bien tienen claro quienes fueron los culpables del atentado del 1994 al AMIA, nada esta claro respecto al caso Nisman.
La fiscal Viviana Fein, la primera en presentarse a la escena del crimen ha cuestionado siempre el homicidio hasta que no haya una evidencia comprobable que lo confirme.
O sea, que nadie este preso ni por los atentados ni por la muerte del fiscal cuando han pasado 17 años de esa masacre y 4 de la muerte de Nisman. Un misterio, que todo indica, jamás se aclarará.