Aprovechando la publicación del informe del FMI sobre la revisión del comportamiento de nuestra economía, he decidido volver a escribir sobre este tema para llamar la atención de las autoridades a fin de que tomen la decisión de ampliar las zonas destinadas al turismo, especialmente algunas áreas clasificadas como protegidas que pueden proveer un atractivo diferente al turismo que tradicionalmente hemos ofrecido, ya que han hecho algunos señalamientos de mucha importancia y preocupación en el corto plazo.

Se refieren a que el nivel de deuda externa ronda el 50% de nuestro PIB, y que dedicamos el 25% de nuestros ingresos fiscales solo para el pago de los intereses de dicha deuda, y como si fuera poco, estos pagos los realizamos tomando nuevos financiamientos, por lo que en corto plazo ellos estiman que la deuda llegará al 60% del PIB, colocando al país en una situación parecida a la de Puerto Rico, con una deuda impagable e intervenido por los acreedores.

En tal sentido debemos abocarnos, todos los sectores, a buscar soluciones realistas de corto plazo que nos ayuden a mejorar nuestra posición económica y tener un crecimiento mayor para hacerle frente a este nivel de endeudamiento, y a la vez que este crecimiento se traduzca en un mejoramiento del nivel de vida de los dominicanos.

Mi propuesta es en varias direcciones:

1.- Eliminación de subsidios. Si no es posible hacerlo para el próximo año, por lo menos ir desmontándolos en un 33% anual, a fin de que para el 2020 hayan sido totalmente eliminados.

2.- Mejoramiento del gasto público, principalmente en las nóminas. Eliminación de nominillas, cofrecitos, etc., etc.

3.- Simplificar los procesos de pago de impuestos para disminuir la evasión

4.- Disminución del ITBIS y ampliación de la base. Esto disminuiría la evasión y se cobraría más.

5.- Cada proyecto que se realice con financiamiento, especializar los ingresos que genere para el repago.

6.- Aprovechar este año nombrado por la ONU como Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo para atraer nuevas y más inversiones, la cual pasamos a desarrollar más extensamente, ya que es el tema que queremos desarrollar.

Con esta declaratoria la ONU aspira a sensibilizar a los responsables de tomar decisiones y al público en general de la contribución del turismo sostenible, movilizando a la vez a todos los grupos de interés para que trabajen juntos para hacer del turismo un catalizador de cambio  positivo.

En el contexto de la Agenda 2030 y los ODS, cuyo alcance es universal, el Año Internacional debería fomentar un cambio en las políticas y el comportamiento de los consumidores para promover un sector turístico más sostenible.

De acuerdo a la ONU, en este año se hará hincapié en el papel del turismo en los cinco ámbitos claves siguientes, por los cuales son de suma importancia para nuestro país, los cuales son:

1)  Crecimiento económico inclusivo y sostenible.

2)  Inclusión social, empleo y reducción de la pobreza.

3)  Uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático.

4)  Valores culturales, diversidad y patrimonio.

5)  Comprensión mutua, paz y seguridad.
En nuestro país tenemos innumerables zonas en la categoría de áreas protegidas que muy bien podrían dedicarse al desarrollo del eco-turismo, sin que necesariamente se dañen los ecosistemas existentes, al contrario, mediante un plan de co-manejo bien estructurado y bien supervisado y con los recursos necesarios para una buena administración, podrían ser excelentes ejemplos para el mundo. Con un plan bien estructurado, donde se formalice las interacciones existentes entre las zonas habitadas y las áreas protegidas terrestres y marítimas y, por lo tanto, la necesidad de su manejo integrado, el parque sería un socio-ecosistema, en el que el ser humano actúa como custodio del mismo y aprovecha su explotación, ya que de la conservación del capital natural depende su propio bienestar y el de las futuras generaciones. En otras palabras, tener un manejo que asegure la sostenibilidad tanto del turismo como de las áreas protegidas, es decir que tenga un desarrollo sostenible.

Precisamente, hace pocos días el Lic. Juan Lladó, experto en turismo, ha manifestado la necesidad que tiene el país de identificar 12 ó 15 de estas áreas para ponerlas al servicio del eco-turismo, ya que el país tiene un poco más del 25% de su territorio clasificado como área protegida, lo que considera un porcentaje muy alto y que por malas interpretaciones de la Ley No. 202-04 las autoridades de Medio Ambiente no permiten su desarrollo.

Hemos estado proponiendo que una de estas áreas sea el Parque Nacional Cotubanama o Parque Nacional del Este, que tiene playas extraordinarias y a la vez cuevas con pictografías y enterramientos indígenas, es decir, con áreas de interés científico-cultural. Además, posee la infraestructura vial y aeropuertos que le permitiría al Estado un desarrollo con muy poca inversión.

Resulta paradójico que aunque esta ley establece taxativamente que dentro del ámbito del Parque se permite el desarrollo de proyectos eco-turísticos, el Ministerio de Medio Ambiente no permite el mejoramiento de una vía de acceso existente que comunique las diferentes parcelas que puedan ser desarrolladas o las áreas de interés histórico-cultural que se desee visitar

Esta liberación o permiso de desarrollo eco-turístico lo planteamos con la elaboración de un reglamento de uso y conservación de las áreas protegidas, para brindar una nueva oferta turística, una combinación de turismo de diversión con investigación científico-cultural y ecoturismo.

Ya es tiempo de tomar iniciativas y acciones, puesto que en el corto plazo tenemos un competidor que tiene muchas de las condiciones naturales que nosotros tenemos y que sin dudas utilizará para su desarrollo. La demanda turística no es inelástica, y sabemos que la base primordial del desarrollo de Cuba es precisamente el eco-turismo. Por eso es que estamos en la obligación de presentar algo nuevo, diferente y rápido, y este es el tiempo de hacerlo. Debemos ampliar las áreas para alcanzar en corto plazo la meta de 10 millones de turistas al año, lo que contribuiría significativamente al mejoramiento de nuestra economía.