Comentando sobre la coyuntura actual del tema de la “Regularización”, la visita de la OEA a comprobar su aplicación y el reperpero internacional alrededor del tema, afirmé que la culpa es de los dominicanos porque creemos que el tema es interno y que los de fuera no importan para el caso. Parece ser que los “alter egos” de la situación creada apuestan a la incomprensión entre los dos pueblos, pues parece que la orquestación proviene de ambos lados de la frontera domínico-haitiana.
Mi cuñado Simón Suárez me hizo llegar el enlace de un análisis sobre “The International Distortion of the Dominican Dilema” (La distorsión internacional del dilema dominicano) dónde el autor John Little, un cronista deportivo que habla inglés, francés y castellano, y suponemos que tiene información de los dos lados de la frontera. Es un ejercicio sin desperdicios, ya que el “tremendismo” de cierta prensa norteamericana –enfocada en crear noticias aunque sea sobre bases falsas- insisten en las masacres y las deportaciones inminentes de las víctimas del proceso de regularización de extranjeros hacia la vecina Haití.
El Sr. Little le hace gran favor a la verdad cuando insiste en lo “irracional” de tales tremendismos: para realizar un genocidio de los supuestos dos millones de ilegales haitianos, conllevaría durante 6 años matar a mil diariamente, lo que produciría un río de sangre que no está a la vista. Para leer en inglés el texto, ir al siguiente enlace: www.opednews.com/articles/The-International-Distorti-by-John-Little-Ambassador_Distortion_Dominican-Republic_Genocide-150710-488.html
Podríamos dejar en el aire la pregunta del título: estas distorsiones, son ¿aposta o inocentes? El sentido de la respuesta nos señala la naturaleza de los culpables…