Uno de los motivos más frecuentes  de consulta es la dispareunia, como llama la ciencia al dolor durante el sexo, en el coito. La dispareunia puede provocar dolor durante o después de las relaciones sexuales.

Algunas mujeres no disfrutan de sus relaciones sexuales, debido a que durante ellas el momento de la penetración se convierte en una tortura por el dolor, preocupación e insatisfacción que este momento deja. Esto ocasiona que la pareja empiece a tener dificultades, sobre todo si no hay una comunicación adecuada y la comprensión y tolerancia para identificar el origen del problema y juntos ponerle una solución.

El coito doloroso puede ser desde moderado, hasta impedir la penetración completa. Es frecuente al inicio de las relaciones sexuales, después de un parto o durante la menopausia.

En muchas ocasiones la primera relación sexual resulta dolorosa e incómoda. La falta de lubricación, el estrés del momento y los patrones culturales que culpabilizan el placer sexual contribuyen a que la primera relación sea dolorosa.

El coito doloroso además de afectar las relaciones sexuales  altera las relaciones de pareja y se origina por problemas físicos o psicológicos

Causas orgánicas

Endometriosis (afección en la cual el tejido que recubren el útero crece en otras áreas del cuerpo, causando dolor),

Constipación o estreñimiento

Miomas o fibromas

Infecciones urinarias

Útero desplazado o ladeado,

Adelgazamiento de los tejidos vaginales, lo que sucede después de la menopausia

Herpes vaginal

Procesos pélvicos inflamatorios posterior a infecciones vaginales

Resequedad vaginal

Hemorroides, venas hinchadas, inflamadas en la parte inferior del recto. Pueden encontrarse dentro del ano o debajo de la piel que rodea el ano.

Episiotomía mal suturada

Vaginismo, contracción sostenida de los músculos de la vagina

Causas psicológicas

Desagrado a las relaciones sexuales, el temor a un embarazo, la culpa, el haber sufrido abuso sexual durante la infancia, una educación sexual represora o el haber sido víctimas de violación en cualquier momento de la vida, incluso dentro del matrimonio, lo que suele ser frecuente.

El problema de no controlarlo a tiempo e identificar la causa para atenderla adecuadamente, es que el miedo y las sensaciones pueden inducir el desarrollo de un vaginismo, que consiste en manifestar contracciones o espasmos involuntarios de los músculos vaginales, que hacen dolorosa e imposible la penetración.

Luego de erradicas las causas orgánicas, si la disparunia  persiste es imprescindible consultar una especialista en terapia sexual.  El dolor durante  la penetración sexual se supera y los beneficios de una buena relación sexual contribuyen a la salud  de la mujer y de la relación de pareja.