“Make America Great Again”, fue la consigna electoral del actual presidente de los Estados Unidos de América: Donald Trump, frase que apela a una tradición electoral y que tiene diversas acepciones en América Latina, así como en otras latitudes y cuyo objetivo se refiere a reconstruir aspectos del poder sean estos en el contexto político, militar o económicos que promueven el posicionamiento del Estado y fortalecen su permanencia de poder.
En el contexto histórico, la nación de los Estados Unidos se encuentra en una etapa de transición y cuestionamientos de un sistema económico y político cuyo diseño y desarrollo ha experimentado marcadas transformaciones desde la era de la post segunda guerra mundial y que serán descritas a continuación:
Durante las primeras dos décadas tras la Segunda Guerra Mundial al diseñar y desarrollar un nuevo esquema de Sociedad Internacional que dio paso a la Política de Contención y a la globalización se realiza una transición sistémica con el liberalismo de la economía en los años de la década de los 70-80, sin embargo, la caída de la Unión Soviética nos trae cambios en la arena política y económica que inicia con un corto periodo de diez años de Estados Unidos como hegemón como lo demostró en su pull de alianzas en la guerra Tormenta del Desierto y la flexibilidad de atribuciones del Consejo de Seguridad.
Hechos más recientes tendrán de referencia el 11 de Septiembre del 2001 y el cuestionamiento de las acciones de los Estados Unidos y su relación con el mundo Árabe, las invasiones a Irak y Afganistán, y el ascenso de la Unión Europea, la República Popular China y Rusia como potencias que crean contrabalanza de poder a los EE.UU.
En la actualidad nos cuestionamos el Liberalismo, las crisis económicas atribuidas a debilidades sistémicas del esquema de inversión que trajo el gasto desmedido y un apalancamiento de inversión que originó el desplome Estatal y privado en el 2007 y del cual todavía experimentamos secuelas políticas y económicas (Brexit) en medio de una falta de credibilidad o accountability de la Sociedad Internacional. Sin poder dejar de lado el tema de seguridad y defensa que sobrepasa las fronteras estatales para convertirse en un asunto Internacional o global como nuevo factor de la interdependencia.
Hoy día como un sujeto actor de la comunidad internacional aparte de los Estados y los Organismos internacionales, debemos señalar a las multinacionales que ejercen una influencia directa sobre las decisiones de Estado en el contexto de la economía liberal, sino que también pueden constituir piezas esenciales que debilitan la seguridad de los Estados de instituciones por medio de: 1) la presión por la explotación de recursos naturales (Caso guerra Coltan y guerra por el petróleo en Sudán), 2) la disparidad tecnológica del Big Data y el tema de la seguridad ciudadana que también afecta a los Estados en desarrollo.
Otro aspecto relevante de la globalización y la interdependencia son los acelerados procesos de transculturización que en conjunto con el tema de identidad ha creado una contracorriente que de acuerdo al profesor Celestino del Arenal da pie a los procesos de nacionalismo, búsqueda de identidad étnica, separatismos de minorías étnicas y fragmentación de territorio.
Actualmente la seguridad de los Estados depende no solo de las medidas preventivas de las agencias o las instancias estatales de seguridad, sino también del aspecto educacional.
La identidad, se conforma en el hogar y la escuela o centro de estudios, allí se aprenden la metodología e idiosincrasia: el imaginario social del pueblo, que entre otras cosas hace que el extranjero se absorba como local y se convierta en una persona en consonancia con su sociedad, aquí radica el éxito de políticas de seguridad en absorber e insertar legítimamente a un individuo a una sociedad y sistema de estado para que se desarrolle y disfrute de los beneficios, derechos y obligaciones como ciudadano.
En grandes rasgos el interés de los Estados Unidos por medio de la política de Trump se perfila como un interés de crear una contrabalanza de poder con China, respecto a realizar una alianza basada en la asimetría: la innovación tecnológica y el capital de los Estados Unidos y Rusia con sus intereses y alianzas en medio Oriente y las áreas CEI de Rusia importantes en el Heartland mundial.
Lo que queda pendiente es el tema de la población Red collar de los EE.UU, como se movilizará la industria en el extra Estados Unidos, como creara puestos de trabajos, la apuesta radica en la industria de la tecnología del Just in time, hidrocarburos y la tecnología militar, la agricultura, con fuerzas motrices de la economía Estadounidense y que sería otra versión de un New Deal diseñado por el Gabinete Trump.
Respecto a la gobernabilidad, la institucionalidad de los Estados Unidos, este Estado no es presidencialista, en otras palabras no necesita de la voluntad de un presidente para que las instituciones funcionen, este antecedente del alto tribunal que detiene y desmonta el veto migratorio a los siete países de mayoría musulmana como inconstitucional, deteniendo una decisión ejecutiva susceptible al poder discrecional de los agentes migratorios y a abusos de derechos humanos, resulta en un ensayo de dinámicas institucionales que debemos de ver con mayor atención.
La historia determinará el futuro de los Estados Unidos de América, por tal razón debemos esperar un tiempo para realizar juicios y opiniones frente a un presidente que está iniciando.