Evita Perón es la  figura femenina más destacada de la política Latinoamericana del Siglo XX. Nacida en un famélico pueblo rural abandonó su hogar a los 15 años, intentando ser actriz en el cosmopolita Buenos Aires. En un acto benéfico popular coincidió con el viudo General Juan Domingo Perón, Ministro de Guerra, Secretario de Trabajo y Previsión  y Vicepresidente de la República. Osada, se sentó al lado de Perón, iniciándose un vínculo romántico, político y existencial, sólo roto con la temprana muerte de Evita, a sus 33 años. Perón abandonó la  milicia y ganó las elecciones de Febrero 24,1946.  Modificó la Constitución y se repostuló en 1951.

En un “Cabildo Abierto”, dos millones de “descamisados” y la omnipotente Central General de Trabajadores (CGT) proclamaron a Evita candidata a vicepresidenta. Emocionada, expresó: “Compañeros… por el cariño que nos une yo les pido por favor no me hagan hacer lo que no quiero hacer. ¿Cuándo Evita los ha defraudado? ¿Cuándo Evita no ha hecho lo que ustedes quieren? Compañeros ¿Ustedes creen que si el puesto de vicepresidenta fuera una carga y yo fuera la solución, no hubiese ya contestado que sí. Compañeros….El General me exige… que les diga a ustedes que si yo mañana…” La multitud repetía…. “¡Con Evita!”. Prosiguió: “Compañeros yo les pido como amiga, como compañera, que se desconcentren”. Así concluyó.

Nueve días después, en  Agosto 31, 1951 Evita leyó por radio su “Discurso de Renunciamiento”: “Compañeros quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi Patria quisieron honrarme en el histórico Cabildo Abierto…..”. “Ya en aquella misma tarde… yo advertí que no debía cambiar mi puesto de lucha en el Movimiento Peronista por ningún otro puesto”. Concluyó: “Estoy segura que el pueblo argentino y el Movimiento Peronista que me lleva en su corazón, que me quiere y que me comprende, acepta mi decisión porque es irrevocable y nace de mi corazón. Por eso ella es inquebrantable e indeclinable. Y por eso me siento inmensamente feliz, y a todos les dejo mi corazón”. Perón ganó las elecciones de Noviembre  1951. Evita falleció en Julio 26, 1952 y hasta solicitaron su canonización .Perón fue derrocado en Septiembre de 1955 por los mismos poderes opuestos a la vicepresidencia de Evita.

Lyndon Johnson se juramentó como Presidente el día del magnicidio de Kennedy, Noviembre 22, 1963. Ganó las elecciones en 1964 con 61.1% de los votos, más que el 60.8% de Roosevelt en 1936. Johnson merece nuestra condena por su intervención del 1965. Sin embargo, domésticamente fue considerado como gobernante “progresista”: promulgó la “Ley de los Derechos Civiles”, la “Ley del Derecho al Voto”, creó el Medicare y nombró un  nieto de esclavos, como primer afroamericano Juez de la Suprema Corte. Su desgracia fue  Vietnam. En 1963 había allí  16,000  tropas americanas, y en 1968 hubo más de 500,000 americanos, junto a 700,000 militares sud-vietnamitas, sin  progresar en la contienda.

Aceptando su realidad, en Marzo 31, 1968 Johnson habló a la Nación: “Lo que ganamos…no debe perderse en..sospecha,..desconfianza,..egoísmo y …política…” “Con  hijos de los americanos en campos lejanos, con el futuro de los Estados Unidos  bajo desafío  aquí en casa… yo no creo que yo deba dedicar una hora o un día de mi tiempo a causas partidistas personales o a otras tareas que no sean las sobrecogedoras obligaciones de esta oficina, la Presidencia de su país”. “En consecuencia , yo no buscaré, y no aceptaré la nominación de mi partido para otro período como su Presidente”.

“Abanderada de <los descamisados>”, “Jefa Espiritual de la Nación”, venerada fanáticamente por los pobres, al ser rechazada por la iglesia, los militares y poderosos políticos, Evita renunció a postularse como vicepresidenta. La crisis interna generada por Vietnam provocó que Johnson renunciara a su derecho a repostularse, pudiendo haberse  escudado bajo la coartada de que esa guerra obedecía a la continuidad de una política de estado implementada por tres presidentes previos, aplicando la “Teoría del Dominó”. Danilo no tiene derecho a repostularse y su Vietnam, su fracaso imperdonable es Punta Catalina, engendrada por una pecaminosa agenda oculta, o por una caprichosa  improvisación, no por una política de estado. Danilo todavía tiene la oportunidad de pronunciar, para bien de la Nación,  el “Discurso del Arrepentimiento” de su re-reelección. Según Kennedy: “…aquellos que tontamente buscaron el poder cabalgando sobre un tigre, terminaron devorados”.