Después del artículo en que describo varias agresiones a dominicanos por ser negros y/o a negros que la Dirección de Migración los apresa por pensar que son haitianos, recibí mensajes muy interesantes, tanto en público como en privado. Especialmente reproduciré uno que me remitió en privado una abogada y familiar muy cercana al expresidente Juan Bosch.
Dice así: “Mi querido Robert, a fuerza de ver el retuiteo de tu artículo EL PELIGRO DE SER NEGRO EN RD, me animo a escribirte este mensaje. Si. Tienes razón, en nuestro país hay muchos tipos de discriminación y todas son condenables y deben ser rechazadas por toda la población. No menos cierto es que no hay mayor discriminación que la ejercida por un negro contra otro de su misma raza. Me conoces y conoces mi familia y a todos nos educaron entendiendo que nuestra sociedad es de mulatos. Ni blancos ni negros. MULATOS. Eso es lo que tenemos que destacar”.
De igual forma, me enviaron nombres de discotecas y otros lugares en que denuncian que no dejan entrar a personas de piel oscura. Por ahora, no tiene caso mencionar estos establecimientos.
“La camiona”
Sobre los haitianos, se cometen muchas vejaciones (acciones muy inhumanas), pero hay una que me llamó la atención. Hace un tiempo el colega periodista Peterson González realizó un recorrido haciendo reportajes por hospitales de la región Sur y me manifestó su disgusto por la forma como algunos médicos tratan a las parturientas haitianas. Explicó que en el momento del parto el personal del hospital amenaza a las haitianas, mientras están alumbrando, que deben “pujar fuerte para que el bebé salga pronto” o, sino le “llaman la camiona”. Es decir, que llamarán a los miembros del Ejército o los agentes de Migración para que las deporten en el camión (camiona en forma despectiva) donde almacenan como animales a los haitianos cuando los devuelven a su país.
Imaginemos, pongámonos en el lugar de ellos, de lo que sienten cuando están pariendo sus hijos o son curados de sus heridas por un accidente y reciben las intimidaciones de que serán apresados y deportados. Es un despiadado abuso y una violación a sus Derechos Humanos. Demandamos un trato humano para estos extranjeros que vienen al país a ganarse la vida honradamente: Con el sudor de su frente.