DISCREPAR

“Respetuosamente DISCREPAMOS CON el Presidente en su capacidad de detener. . .”

Esta no es la primera vez que se encuentra el verbo discrepar utilizado con la preposición que no le corresponde. En otras ocasiones se había dejado pasar el asunto porque parecía que no merecía que se invirtiera el tiempo en una noción tan básica. Como es cierto que se ha encontrado el mal uso en varias ocasiones, esta vez no se va a omitir el señalamiento, para no pecar por omisión.

El verbo discrepar deriva del latín discrepare (con /a/ larga); cuando ese verbo se usa para cosas indica que desdice, se diferencia o es desigual DE otras cosas. Dicho de una persona, hay que aceptarlo por disentir DEL parecer o DE la conducta DE otra.

Lo que se ha destacado en las acepciones, al ponerlo en letras mayúsculas, es que generalmente el complemento se encabeza por la preposición DE. Como se nota de inmediato, es estar en desacuerdo; no estar en armonía, no estar de acuerdo, no estar en correspondencia, no tener la misma opinión.

Sobre todo cuando se emplea para resaltar que dos personas no son de la misma opinión se hace acompañar el verbo de la preposición DE. “Respetuosamente discrepo DEL Presidente en su. . .”

Existe la posibilidad de que la preposición EN intervenga para introducir el complemento si las personas discrepan EN algo. El verbo es equivalente de “disentir, discordar”. “Discrepamos fundamentalmente EN  el asunto de las deportaciones”. En el último ejemplo la discrepancia entre las personas versa EN un punto, es decir: cosa.

Se espera con esta intervención acerca de este punto satisfacer el asunto de las preposiciones que pueden acompañar este verbo para introducir los complementos correspondientes.

MENÉUTICA

Esta voz puede asegurarse que ha existido en el español dominicano. Quizá en los tiempos modernos no tenga la misma vigencia que tuvo en el pasado, pero hay que tomarla en cuenta porque, de que existió, existió.

No se ha encontrado rastro alguno de esta palabra en los diccionarios dominicanos que se han consultado. Se entrará en algunos detalles para precisar la esfera de uso y la acepción que se recuerda.

El término menéutica por su construcción parece sacado, derivado o inventado de palabras más serias del español. Un dominicano que ya cuenta con cerca de noventa largos años de vida recuerda que en el despacho de su padre, que era un notario de la época, los campesinos que  venían en procura de documentos legales preguntaban acerca de cuál era la menéutica. Ese casi nonagenario entiende que lo hacían por deformación de hermenéutica, que hay que entender como: “interpretación de los textos”.

Una vez que se ha dejado constancia de los recuerdos de otra persona, se hace obligatorio que se traigan las experiencias propias. Hace más de cincuenta años entre jóvenes era usual el uso del vocablo del título.

Cuando un joven llegaba a una reunión preguntaba: “¿Cuál es la menéutica?” Con esa pregunta trataba de ponerse al día con respecto del tema de conversación o los planes. El significado es parecido a algo que se ha escuchado a propósito de “movida”. Alguien estaba en la menéutica cuando conocía de algo que no era de conocimiento público o, estaba al corriente de algún plan, de alguna actividad. No hay que sorprenderse de que la voz tenga más de una acepción porque la lengua hablada, sobre todo la jerga de los jóvenes, carece de disciplina y muchas veces el sentido se lo imprime la circunstancia.

Este tipo de voz hay que pasarla por el cedazo de la historia verbal con consultas a personas entendidas en esta actividad. Lo que se persigue con estas notas es confirmar la o las acepciones para reconocerle el crédito que merece. Ojalá se la reconozca como merece y la asienten en un diccionario.

CONSEJO – CONCEJO

“. . .donde alega que la ciudad no siguió sus propias leyes durante la reunión de la semana pasada del CONSEJO municipal”.

Descuido, mucho descuido es lo que refleja que un periodista o un traductor -uno u otro- incurra  en un error como el que se comprueba mediante la lectura de la oración transcrita más arriba.

La confusión entre las dos palabras del título es muy fácil de evitar. Solo se requiere de un poco de memoria para saber que uno de estos órganos colegiados de dirección se escribe con una ese /s/ y el otro con una ce /c/.

La clave para no equivocarse es esta: El concejo es el del ayuntamiento; la corporación municipal. Es la sesión que celebran las personas que forman el ayuntamiento. La persona que forma parte del concejo es un concejal.

Consejos, con ese /s/ son todos los otros. El consejo es el juicio que se pide para hacer o no hacer una cosa. Todos los demás son consejos de gobierno; cualesquiera que estos sean se escriben con la letra ese /s/ con la excepción  el concejo. Entonces, se escriben consejos los de administración de las corporaciones privadas. Son consejos por lo tanto, los de guerra, de ministros, de estado, de familia.

La persona que no sea capaz de retener estas nociones básicas no merece que se le conceda un espacio para escribir en un órgano de difusión organizado.

DESARROLLO

“Igualmente sucede cuando se daña el techo del colectivo, hay que reparar la piscina, repavimentar una calle interior en el  DESARROLLO o sencillamente pintar el exterior de los edificios”.

Es obvio que el meollo del estudio en esta sección es el vocablo “desarrollo”. En el contexto en que se encuentra parece indicar que se hace una utilización errada de su significado; o bien, que se le atribuye una significación que no se corresponde con lo reconocido por la mayoría de los hispanohablantes.

En el cuerpo de esta sección se examinarán los significados del vocablo desarrollo. Al final se propondrá una solución para enmendar la redacción e imprimir sentido a la frase.

El vocablo desarrollo posee varias acepciones, mas ninguna de ellas se acomoda al contexto en que la ha colocado el articulista. Hay dos acepciones de tipo general y dos que pertenecen a actividades humanas. El verbo desarrollar en sí mismo tampoco acepta una significación que sea capaz de adecuarse en la oración.

Como sucede en los casos de los sustantivos, este es la acción y el efecto de desarrollar. Una significación específica tiene que ver con las bicicletas. Otra acepción tiene relación con la economía, es la evolución progresiva de una economía hacia mejores niveles de vida. El significado en mecánica concierne a la relación entre la potencia y la velocidad en las marchas de la caja de cambios de un vehículo de motor.

Ni en el Diccionario de americanismos de la ASALE se encuentra nada que se avenga con las demás palabras alrededor del término del título. El recurso al Diccionario del español dominicano, 2013, produce frutos cuando se encuentra en este que desarrollo es: “Urbanización, construcción”.

Con el auxilio del DED se logra una armonía en la redacción del articulista. En el caso específico de la cita hay que convenir en que este desarrollo significa urbanización, por aquello de “repavimentar una calle interior”. Aquí hay que entender que una urbanización es un conjunto de de viviendas con jardines y zonas de recreo comunes. Solo queda por reiterar que urbanización es lo que debió escribirse.

CAMA

“N. B. fue encontrada el día de San Valentín en la CAMA de un camión de control de plagas”.

No hay nada extraño en la utilización que hace el periodista de la palabra cama para referirse a la parte trasera de un vehículo de carga donde se colocan las mercancías, animales y otras cosas que se transportan.

La parte donde se sienta el conductor y los pasajeros en la parte delantera de un camión, camioneta u otro vehículo de carga generalmente se conoce con el nombre de cabina.

La parte separada de la cabina, situada detrás de esta destinada a la carga es la que los dominicanos llaman “cama del camión” o, la “cama de la camioneta”.

En algunos casos esta parte, la cama, puede ser una plataforma de carga cuando tiene los bordes laterales casi al mismo nivel que la parte llana de esta. En otros casos en los límites laterales se coloca una “barandilla”. Esta barandilla también es dominicana, es el conjunto de maderos verticales al borde de una carreta, una camioneta o un camión para contener la carga”. Así consta en el Diccionario del español dominicano, DED.

En el DAA no consta la República Dominicana como uno de los países en los que la “parte posterior de los camiones, destinada a la carga” se llama cama. Ese diccionario solo menciona a Cuba. El DED subsana el olvido y mejora la acepción: “parte posterior de un camión o camioneta destinada a la carga”.

Quizá esta cama del camión y de la camioneta tiene algo que ver con la del inglés, lengua en la que se utiliza la voz bed, que corresponde a la cama de dormir, con el mismo propósito de denominar en un camión y en una camioneta la parte posterior de carga.