La semana pasada, posiblemente hasta el sábado más o menos a las dos de la mañana, el país andaba muy entretenido con el tema del Clásico Mundial y el Plátano Power. Pensaba uno que por esta tan bien distraído podíamos librarnos de pensar, aunque fuese solamente el sábado como hasta las dos de la mañana, de Odebrecht, Procompetencia, Punta Catalina, y demás vainas, pero no fue así. Cuando pensábamos esto apareció alguien en el escenario que nos evitó ese descanso, me cuentan que se llama Felucho Jiménez y que en días consecutivos acudió a dos programas de televisión donde se atrevió a increpar al silencio que arropa a los miembros del poderoso Comité Político de su Partido.

Si pensaba usted que la cosa quería disuelta como en agua de borrajas me permito decirle que no. Y para que sepa usted a qué me refiero he decidido copiar textualmente la información que ofreció Acento y confirmado por un servidor al mirar las dos entrevistas en youtube. Lea detenidamente cada palabra, por favor.

“Estoy seguro de que ha habido compañeros nuestros que han metido la mano, yo creo que es verdad que ha habido sobrevaluaciones de obras, y soy de los que cree que los US$92 milloncitos en sobornos es lo de menos. Yo digo que debería haber una auditoría técnica y financiera de todos estos elevados, la autovía del coral y de muchas más obras que se hicieron, que efectivamente tienen partidas que costaron, entre comillas, el doble o el triple de su verdadero costo”.

“El problema ahora es que de un tiempo para acá hay unos estúpidos, unos jororcones, y turpenes (en referencia a los políticos), que no solo roban, sino que se sienten felices y realizados exhibiendo lo que roban, me refiero a los que han ocupado cargos en las últimas décadas”. No es solo que la población sabe que ese individuo robó, sino que él mismo se muestra a la sociedad con helicóptero propio, “compran yates, yipetones, carros deportivos y regalan Mercedes Benz y penhouse a sus amigas y amantes, mostrándole a la población pobre lo que se han robado. En consecuencia, es como un pecado doble, porque usted, estúpido al fin, no se siente feliz si no muestra lo que robó”.

“Ya quisiera Odebrecht, y todo el que robó con ellos, conformarse con que se investiguen quien recibió los US$92 millones, el problema es mucho más grande; pero para que eso se descubra tiene que haber una auditoría técnica de todas esas obras. Tiene que pedirse a Stanley Consultant que rinda un informe de Punta Catalina. Y ojalá que pasen tres meses libres los que robaron para ser condenados por 20 años presos, y no que pasen tres meses presos y duren el resto de su vida libre”,

Tómese un café que el cuento es largo y compre su boleta en platea que ahora inicia el verdadero espectáculo. Saque usted sus conclusiones mientras cantamos con Bulyn 47 “digo comando, digo comando, uté’duro, uté’duro, uté’duro”.