Me parece increíble que alguien que haya dado su vida al Estado y a la formación de personas de bien quede en el olvido por las autoridades. Aún más, que personas que le deben mucho a éstos, pudiendo hacer algo se queden de brazos cruzados y ni siquiera los mencionen. Gobiernos anteriores han regalado pensiones a personas que nunca han trabajado en o para el Estado.

Personas que dieron todo, porque creían que era un deber darse a su país. Dejaron sus sueños a un lado por venir a formar y servir. Trabajar en lo que ellos podían, enseñando y convertirse en unos padres de jóvenes generaciones.

Viendo los nuevos cargos, los nuevos sueldos y el olvido de verdaderos maestros por los cuales muchos estamos donde estamos, sólo me queda seguir con mi protesta.

Cito:

“…….los Maestros Félix Castillo Lachapelle, Alfonso Caba, Rafael González, José Lora, Rafael Martínez Persia, Francisco González Brito, Herminio Helena Cruz, Ramón Rodríguez, Jacinto Roque, Ramón Rojas, Rafael Peña Castro, Luis Estévez Pacheco, Luis Elseviff Martínez, entre otros, son personas que sí han llevado el nombre de la República Dominicana a lo más alto. Muchos de ellos estudiaron en el extranjero y rechazaron ofertas de empleos para venir a darse al país y formar personas que hoy los sustituyen.”

“Lamentablemente, hoy ya no están con nosotros  los maestros José Lora y Rafael Martínez Persia, quienes partieron de este mundo con la amargura de la ingratitud e indiferencia de las autoridades gubernamentales de éste nuestro país.”

Mi protesta sigue y no la abandonaré.  En dos oportunidades esta columna ha denunciado esta injusticia, la primera vez bajo el título “Protesto” el 26 de diciembre del 2011 y el 21 de junio de este mismo año. Y a título personal en varias conversaciones privadas, con personas que algo pudieron hacer, pero se ha hecho caso omiso a los reclamos.

http://acento.com.do/2011/opinion/202787-protesto/

http://acento.com.do/2016/opinion/8358792-ingrato-estado-dominicano/