Fue precisamente un francés, el Ministro de Asuntos Exteriores, Robert Schuman, quien el 9 de mayo de 1950,  expuso su idea de una nueva forma de cooperación política  entre los países de Europa en torno a dos productos fundamentales, el carbón y el acero, lo que se ha considerado como la génesis de lo que hoy es la Unión Europea (UE). Por eso cada 9 de Mayo se celebra como el Día de Europa.

Cuando los europeos celebran su día, conmemorando los 67 años de planteada la idea, nos encontramos con una evidente crisis de la Unión. Hay dos posiciones radicales, entre otras intermedias, los que entienden y plantean que no debe seguir y los que entienden debe fortalecerse.

Además del Brexit, o salida del Reino Unido de la UE, intención expresada por el pueblo inglés en el referéndum del 23 de junio de 2016 y formalizada el 29 de marzo de 2017 tras conseguir la aprobación del parlamento británico, otro indicador de que el debate de fin o permanencia de la UE, fueron las elecciones francesas de este año 2017.

Entre los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta para las elecciones presidenciales de Francia,  que se produjo este domingo 7 de mayo, el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, independientemente de otros temas, estaba claro que cada uno representaba una de las dos posiciones con respecto al futuro de la UE.

Emmanuel Macron, considerado el “europeísta”, plantea reforzar la defensa de Europa, dotando a la zona euro de un presupuesto, un parlamento y un Ministro de Financias propios, entre otros asuntos, todos a favor de fortalecer la Europa unida. En cambio, Marine Le Pen, considerada la “euroescéptica”, abogaba hasta cierto punto destrucción de la UE. En toda la campaña su discurso fue en el sentido de restablecer las fronteras nacionales de Francia (y con ello de cada país europeo),  recuperar la moneda nacional negociando con Bruselas la salida de la zona euro y del espacio Schengen y después promovería un referéndum sobre la permanencia de Francia en la UE.

Estaba claro pues, que en esas elecciones se jugaba en futuro, no sólo de los franceses, sino de los europeos, que celebraron ayer 9 de Mayo, el llamado Día de Europa.  Por suerte para unos y desgracia de otros, la mayoría de los franceses (más del 65% de los votos válidos emitidos), votó a favor de Emmanuel Macron y su partido político recién fundado “En Marcha”. Un respiro para Europa, aunque no se puede desdeñar los millones de franceses que creyeron y votaron por la propuesta de Marine Le Pen. Con estas elecciones los europeos tienen la oportunidad de replantearse y relanzar la Unión, tomando en cuenta que hay asuntos que deben seguirse debatiendo y tratar de buscar solución conjunta y consensuada. Yo apuesto y prefiero una Europa Unida, que sobre las cenizas de sus errores pasados, resurja como el Ave Fénix que representan sus grandezas históricas e ingentes aportes a la humanidad.

Felicidades a Europa y a todos los europeos en su día, felicidades a Francia por ese ejemplo de civismo democrático que demostró el pasado domingo.

Felicidades al joven banquero Emmanuel Macron, le deseo éxitos en su gestión. Es mi humilde recomendación que se prepare para las elecciones Legislativas que se inician el próximo 11 de junio donde se decidirá el Gobierno y la posibilidad de que pueda desarrollar sus ideas en favor de los franceses y por qué no, de los europeos que apuestan por la unidad.