En nuestro país, República Dominicana, se ha definido el 18 de octubre como el día de quienes estudiamos el Trabajo Social y la Sociología.
El Trabajo Social es definido por la Federación Internacional De Trabajadores Sociales “como una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar.” IFSW . https://www.ifsw.org/what-is-social-work/global-definition-of-social-work/definicion-global-del-trabajo-social/
Es una carrera humanista, de derechos humanos y de servicios sociales. Por eso a quienes deciden estudiarla les favorece esa claridad de propósitos, valores, principios. La sociedad tiene que ver que las carreras de este tipo necesitan no dejarse expuestas al mercado, requieren de una planificación en base a necesidades de gobernanza, gobernabilidad, calidad de vida, sociedad de buenos tratos, participación que integra, cohesiona y compromete con un territorio del buen vivir, resiliente, comunitario, de ciudadanía con civismo que sabe respetar y vivir en la diversidad, sin discriminaciones, y sin violencia.
El transcurrir del desarrollo en la República Dominicana en cuanto a la carrera del Trabajo Social se inicia en la entonces Universidad Católica Madre y Maestra UCMM en el año 1966, recinto Santiago de los Caballeros. Habiendo iniciado la UCMM en septiembre del 1962, desde ese entonces llamada “Madre y Maestra” en homenaje a la encíclica social Juan XXIII; las facultades que iniciaron fueron Derecho, Educación y Filosofía, y este primer grupo de Trabajo Social que inició en el año 1966, culminó con la graduación de 21 egresados el 27 de junio del año 1970.
El primer grupo de egresados fueron: 1. Antonia De Jesús Mena López, 2. Ana Rita Aybar, 3. Josefina Elicia Alt. Berges Gómez, 4. Giselda Mercedes Blanco Quezada, 5. Víctor Manuel Brens Paulino, 6. Georgina María Bueno Infante, 7. Secundina Altagracia Castillo Tejada, 8. Ángela Mercedes Cruz Gutiérrez, 9. Dominga Antonia Ferreira Vásquez, 10. Elba Amparo Franco Díaz, 11. Rosario Josefina Gómez Díaz, 12. Minerva Josefina González Noyola, 13. Argentina De La Cruz Henríquez Polanco (fallecida), 14. Oscar Enrique Lirio Peguero, 15. Carmen Luisa Luciano Dorville, 16. Hugo Rafael Luciano Dorville, 17. Dulce Nereida Olivo Gonell, 18. Ramon Francisco Pichardo Almonte, 19. Dinorah Celeste Polanco Flores, 20. Juan Marino Reinoso Cabrera, y 21. Antonia Del Carmen Reyes Vargas.
Entraron 24 y a posteriori se graduaron Orlando Menicucci y el sacerdote jesuita Gregorio Lanz, que trabajó muchos años en el Centro de Promoción Campesina CEFASA, de la Iglesia Católica.
Son diversos profesores de otros países que aportaron a la carrera. En el caso del grupo en el cual me gradué, 1972-1976, tuve como profesora a la guatemalteca Leticia Pérez, ya fallecida. El cuadro de profesores de los que pude nutrirme son: Elba Franco, profesora y directora de la carrera; Dinorah Polanco, Giselda Blanco, Víctor Brens, Javier Peña, Sociólogos Enmanuel Castillo, Rafael Acevedo y Radhamés Mejía, el doctor Rafael Cantizano, el psiquiatra José Dunker y el antropólogo sacerdote Juan Montalvo. Entre otros/as.
Nuestro mercado laboral ha tenido limitaciones para el empleo de carreras humanistas, y los servicios sociales no siempre han tenido un marco institucional técnicamente especializado, y salarios acordes con las necesidades para un desenvolvimiento que garanticen la calidad de vida del profesional.
Para ilustrar sobre el quehacer de trabajadores sociales voy a enumerar lo que han sido áreas de desempeño profesional: centros de promoción campesina, promoción social en comunidades pobladas por alta concentración de inmigrantes haitianos/as, apoyo a asociaciones de padres, madre, amigas/os de la escuela, promoción social para la participación comunitaria en proyecto de mejoramiento barrial, elaboración de informes técnicos psico-sociales de casos de violencia intrafamiliar, para sistema de guarda y régimen de visitas, para toma de decisiones en pensiones alimenticias, evaluación socioeconómica de usuarios de servicios, acompañamiento a organizaciones cooperativistas, de productores, juntas de vecinas/os, planificación de proyectos, administración de proyectos, investigaciones cuantitativas y cualitativas para establecer líneas de base, medición de indicadores, valoraciones sobre desarrollo institucional, formación y facilitación en derechos humanos, respeto a la diversidad, cambios hacia buenos tratos, entre otros. Esto a partir de mis vivencias.
En el siguiente artículo continuaré ampliando sobre otros aportes de formación en la carrera, sobre nuestra Asociación de profesionales del Trabajo Social Dominicano, y los retos para aportar al mejoramiento de la sociedad dominicana.