Hace ya unas semanas que falleció uno de los más grandes futbolistas de la historia: Don Alfredo Di Stéfano. El pasado 7 de julio se fue el que para muchos ha sido el mejor de todos los tiempos, por encima de Pele y Maradona.
Por lo menos, a Alfredo Di Stéfano se le considera como el mejor jugador en la historia del Real Madrid. Falleció a los 88 años tras una larga vida dedicada al futbol.
Don Alfredo Di Stéfano, conocido como “La Saeta Rubia”, dio vida al torneo de clubes más importante del mundo, la Copa de Europa o Liga de Campeones, hoy Champions League, ganando y siendo la gran estrella de las cinco primeras ediciones para el Real Madrid.
Las hazañas, las anécdotas y los triunfos de este futbolista se conocen por doquier.
Di Stéfano, con el Real Madrid, jugó 510 partidos y anotó 418 goles en 11 temporadas que acumulan números extraordinarios: 8 títulos de Liga (1954, 55, 57, 58, 61, 62, 63, 64), 1 Copa de España (1962), 5 Copas de Europa (las Champions de 1956, 57, 58, 59, 60), 1 Copa Intercontinental (1960). Fue mejor goleador en cinco ocasiones y es el segundo en este renglón en el equipo Merengue, solo detrás de Raúl González.
En sus memorias, Alfredo Di Stéfano dice que el partido con el Real Madrid que más recuerda fue la final de la Liga de Campeones en 1960 en Glasgow en el que consiguió la quinta Copa ante el Eintracht de Francfort. El Real ganó 7 a 3, después de ir perdiendo 0-2, con 4 goles de Puskas y 3 de Di Stéfano.
Luego de jugar para el Real Madrid, Di Stéfano se fue al Espanyol de Barcelona por dos años. Entonces fue entrenador del Elche (1968), Boca Juniors (1969-70), Valencia (1970-74), Sporting de Lisboa (1974-75), Rayo Vallecano (1976-77), Castellón (1977-78), de nuevo Valencia (1978-80), River Plate (1980-81) y, en tres ocasiones, al Real Madrid.
Don Alfredo Di Stéfano era presidente de honor del Real Madrid desde 2000. Recibió numerosos homenajes, incluyendo uno de la FIFA con motivo de su centenario. En el 2004.
Los días del Mundial no nos habían permitido referirnos a la despedida terrenal de este jugador argentino que exhibió sus grandes condiciones en los terrenos de Argentina, Colombia, y especialmente en España y en toda Europa.
¡Se fue un grande entre los grandes!
Di Stefano y Galeano
Eduardo Galeano, en su libro “Futbol a Sol y Sombra”, habla así de Alfredo Di Stefano:
“Todo el campo de juego cabía en sus zapatos. La cancha nacía de sus pies, y desde sus pies crecía. De arco a arco, Alfredo Di Stéfano corría y recorría la cancha: con la pelota, cambiando de frente, cambiando de ritmo, del trotecito cansino al ciclón imparable; sin la pelota, desmarcándose hacia los espacios vacíos y buscando aire cuando se atoraba el juego.”
“Nunca estaba quieto. Hombre de cabeza alzada, veía toda la cancha y al galope la cruzada abriendo brechas para lanzar el asalto. Él estaba en el principio, en el durante y en el final de las jugadas de gol, y hacía goles de todos los colores:”
“Socorro, socorro, ahí viene la saeta
con su propulsión a chorro.”
“A la salida del estadio, la gente lo llevaba en andas.”
“Di Stéfano fue el motor de los tres equipos que maravillaron al mundo en los años cuarenta y cincuenta: River Plate, donde sustituyó a Pedernera; Millonarios de Bogotá, donde junto a Pedernera deslumbró; y el Real Madrid, donde fue el máximo goleador de España durante cinco años seguidos. En 1991, cuando ya hacía años que se había retirado, la revista France Football otorgó el título de mejor futbolista europeo de todos los tiempos a este jugador nacido en Buenos Aires.”
Leyendo estos párrafos podemos entender un poco más la grandeza de Alfredo Di Stefano.