Mi amigo y compañero de estudios Freddy Francisco Mazara Lorenzo, quien es oriundo de Hato Mayor, le preguntó una vez a Juan Bosch porqué él había escogido a Lidio Cadet, también hatomayorense, para secretario general del PLD. El líder le respondió sin vacilar, según me contó mi amigo: “¡Porque es un patriota!”.

Supongo que la misma motivación tendría Bosch cuando aprobó a Juan Francisco Santamaría como candidato del Frente Estudiantil de Liberación (FEL), apéndice del PLD, como candidato y eventual secretario de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED).Lo mismo vale para el caso de Fulgencio Espinal.

De habérsele dejado estas selecciones a las masas, otros habrían sido los escogidos; porque las masas, especialmente las masas juveniles,  tienen otras motivaciones al escoger a sus líderes. Una de ellas es la apariencia física.

No es casual que los líderes estudiantiles sean casi todos jóvenes apuestos. Los dirigentes de la FED hasta los años 80 (porque de ahí para acá no los conozco) eran muchachos buenosmozos: Asdrúbal Domínguez Guerrero, Antonio Isa Conde, José Joaquín Puello, Bernardo Defilló, Amín Abel Hasbún, HatueyDecamps, Radhamés Abreu, Rubén Corona, Salvador Uribe Montás, Roberto Santana, Tony Raful, Felucho Jiménez, Leonardo Mercedes Matos.

Y en el campo político también influye mucho el mismo patrón de atracción.  Rafael Leónidas Trujillo era un apuesto militar; por cierto, el uniforme militar agrega un elemento de virilidad; el doctor Juan Isidro Jimenes Grullón, al referirse al general EliasWessin y su liderazgo político comentaba sobre “el indudable atractivo del uniforme militar”.

El gran líder Manuel Aurelio Tavárez Justo era “un papi” que arrastraba a las mujeres por miles y miles. El coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, durante la Revolucion de Abril,  no se quedaba atrás, lo mismo que el coronel Fernández Domínguez; Leonel Fernández Reyna es señalado consistentemente en las encuestas como preferido por las votantes femeninas; el mismo Antonio Guzmán tenía sus encantos de “hombre duro”, según las mujeres de su época.

Emma Tavárez Justo y Orlando Martínez
Emma Tavárez Justo y Orlando Martínez

A comienzos de los 70, Emma Tavárez Justo, la hermana de Manolo, carecía del historial de lucha y  las cualidades de liderazgo necesarias para ser candidata a la secretaria general de la FED y, sin embargo lo fue, gracias a una componenda en las alturas de la dirigencia del Partido Comunista Dominicano (PCD)  y el Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Corecato) e, innegablemente, a sus condiciones de  joven muy atractiva y en la plenitud de su vida.

Las afinidades políticas PCD-Corecato eran bien conocidas y se prolongaron por años. Narciso Isa Conde, líder histórico del PCD, así lo revela en un artículo de prensa.[i] Haciendo su elogio fúnebre de Miguel Cocco dijo Isa Conde: “Hablo de Miguel Cocco, un ser al que quise, quiero y querré mucho… Miguel socialcristiano,  anticomunista, y yo comunista. Él, del Bloque Revolucionario Universitario Cristiano (BRUC), grupo estudiantil de derecha; y yo de  Fragua, coalición de la izquierda universitaria. Nuestro encuentro se produjo más tarde, meses después de la revolución de abril de 1965 y posteriormente al viraje a la izquierda de una parte de la juventud cristiana y de un sector de base de la Iglesia Católica. Miguel, inspirado en el ejemplo del Padre Camilo Torres, fundador del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN), motivado por la mística de Ernesto Guevara, se hizo camilista y participó en la formación de los Comités Revolucionarios Camilo Torres (Corecato); mientras yo desde el inicio asumí mi militancia comunista heterodoxa y estuve entre los impulsores, desde el Partido Comunista Dominicano (PCD), del diálogo entre marxistas y cristianos; proceso en el cual estuvieron, además de los corecatos, los Cristianos Comprometidos. Con él no tardé en forjar una firme hermandad revolucionaria y una amistad entrañable… Coincidimos, además, en la necesidad de confluir con Caamaño y desde el PCD lo ayudamos a establecer relaciones con el coronel de abril en Cuba”.

No es, pues, de extrañar la alianza que se forjó entre el Comité Universitario Julio Antonio Mella (Cujam), apéndice del PCD,  y el Bloque Revolucionario Universitario Camilista (BRUC), apéndice del MLN-Corecato, para llevar candidaturas comunes a las elecciones estudiantiles de 1971 en la UASD.

Alianza fraguada en las altas instancias partidarias y aceptada por las bases sin más ni más, pues los dirigentes medios solo pensábamos en ganar las elecciones y la  masa militante no tenía  voz ni voto durante los 150 años que estuvo en vigencia el “centralismo democrático”.

La ultraizquierda calificó esta coalición, a la cual le temían, como “alianza negra BRUC-PCD”  Por cierto,  no ganamos las elecciones. Pero gozamos un mundo con nuestra bella candidata. Me recuerdo a mí mismo, encantado,  a escasos metros de Emma corriendo del edificio de ingeniería al de economía, arremolinada la extraña mescolanza de banderas rojas con la adusta efigie de Lenin y banderas verdinegras con la cara de Camilo Torres, mientras lanzábamos la consigna: ¡Emma Tavárez a la federación contra Balaguer y la reacción! ¡Emma Tavárez a la federación contra Balaguer y la reacción!

Que no venga nadie ahora a negarme que mucho de nuestro entusiasmo detrás de Emma era motivado más por su belleza que por la política que nos unía.

 


[i]El Nacional, 23 de mayo de 2009, enlace de Internet http://elnacional.com.do/miguel-y-el-pantano/