El día de lavar despierto y mi primer pensamiento es para marcas de detergentes. Plagiando a Pound, quien, según TS Elías (poeta de Elías Piña que Google confunde con TS Eliot), lavaba su propia ropa, puedo musitar, Ni tiene la vida algo en ella mejor que esta hora de clara frescura, la hora de despertar pensando en Tide con un chin de Downy.
He notado que la gente que le gusta perder el tiempo discutiendo sobre vainas sin importancia separa la ropa antes de meterla en una lavadora. Es decir, los colores, las blancas, delicadas, ropa de cama. No sé el protocolo para esto, tal vez es recomendado en la Ética de la Espuma, tal vez es inmoral juntar una funda de almohada con unos jeans, ropa blanca con tshirts rojos, una toalla verde con una camisa de vestir. Pensaba que en el Laundry había una especie de bouncer o inspector que multaba a uno si encontraba dando vueltas en una misma lavadora a ropas de diferentes colores o uso. Porque la verdad es que zambullo la ropa sin discriminar, y he tenido excelentes resultados, logrando que mi ropa exhiba colores vírgenes que ni siquiera Dios en su gran sabiduría artística ha podido crear, moradomamey, grisazul, rojonegro. Una vez un pantalón gris salió verdigrisvino, un cadáver exquisito del Laundry.
Entro al Laundry y no me gusta lo que veo. Creí que por ser miércoles iba a estar vacío, pero no, muchísimas mujeres con sus vástagos. Por suerte mis oraciones fueron escuchadas, la lavadora jumbo de la esquina está disponible. En un minuto está full de mi ropa sucia. Voy a la maquinita cambia billetes por monedas, de 5 dólares y uno. Escojo Heavy Soiled y miles de rueditas empiezan a moverse. Agrego detergente, suavizante, espuma repentina.
¿Es, ir a lavar al Laundry, una actividad social para las mujeres del Bronx, como en los campos infantiles, lo era ir a lavar a un río? A pesar de haber terminado el suplicio, muchas se quedan a conversar con otra damnificada que está doblando ropa de hombre y niños sobre una de las mesas para estos fines. Una madre que acaba de pasar, tal vez bruscamente, de muchacha dormilona a doñita agotada, celular en mano y metiendo ropas separadas en blancas, colores y delicadas en tres lavadoras, cuestiona y aconseja (con voz contenida escondiendo el fucking de la histeria entre los dientes) a una criatura que no puede tener más de dos años, que llora como si la estuviesen asando a fuego lento:
What is your problem Licelot?
Licelot what is your problem?
Stop crying Licelot.
Licelot stop crying.
Yo puedo imaginar cuál es el problema de la pequeña Licelot, o al menos el inmediato; como yo, está cansada, jarta, desesperada de estar encerrada en el Laundry mientras afuera los pajaritos cantan y la Virgen se levanta, de hecho, ahí mismo frente a la puerta hay una ardilla negra haciéndole señas. Tal vez su nuevo cerebro infantil predice que la vida futura será esto, un espacio rectangular con máquinas zumbadoras a la izquierda donde la ropa separada da vueltas entre agua y espuma y máquinas zumbadoras a la derecha donde la ropa mezclada da vueltas pero sin agua ni espuma.
Pero no, la verdad es que la pequeña Licelot lo pasa mucho peor que yo. Un cerebro joven solo conoce el intenso presente no atenuado de futuro, no sabe que lo que ta sufriendo acabará. Ahora aquel adulto sagaz que va a lavar va preparado para las pausas de los ciclos. Celular y un libro de poemas rusos basta. En lo que la espuma va y viene uno se entera de todas las tragedias simultáneas, se da cuenta que los que critican a CNN porque dicen terrorista musulmán también critican que no digan terrorista cristiano, ve un trailer del Capitán América peleando con Iron Man, ve un trailer de Superman peleando con Batman, da share a los abusos de la pn contra la cadenita humana de los protestadores oisoe, se indigna, sintiéndose participante en la sociedad, aportando al Cosmos, tweetea:
"Los seguidores serios y mudos ante el abuso oisoe de danilo son como el que le aguanta golpes a su pareja porque ella tiene sus cosas buenas".
"Día de danilo:
Sembrar yuca con campesinos
Darle boche a ingeniero
Facetime con miguelvarga
Ordenar que pn abuse de ciudadanos".
Cuando la lavadora se para, mete un cambio, aprovecho y leo a Anna Akhmatova. Oh, precisamente, como la vida imita el arte o viceversa dijo alquien con las necesidades básicas cubiertas en alguna ciudad sin apagones, el poema que leo menciona elementos presentes en esta lavandería. La poeta describe a su esposo, sus gustos, sus, pero no, qué bruto, es como tratar de describir un ornitorrinco en lugar de mostrarlo, mejor cojo una luchita y traduzco el poema del Ruso al Inglés al Esperanto al Euskera al Español al Ruso otra vez y de nuevo al Español:
Había tres cosas en la vida él amaba:
música en las tardes, blancos pavoreales,
y antiguos mapas de América.
Él odiaba niños llorando
y jalea de frambuesa con el té.
Él odiaba mujeres en histeria
y me matrimonió a mí.
En lo que leo a los rusos la ropa se seca. Ante la mirada acusadora de las doñas comeojos zambullo en un minuto toda la ropa sin doblar en la funda de tela ahora también limpia. Le corto los ojos a la histérica y salgo del infernal Laundry ante los gritos renovados de la pequeña Licelot. Entro a la acera empujando mi carrito full de ropa limpia, va trotando feliz como burrito de regreso al establo; yo voy con la alegría efímera del hombre que se ha quitado un inmenso peso cotidiano de encima; ya no tendré que ponerme los pantalones pachucos sal y pimienta; ya el viernes podré ponerme mis jeans favoritos rojos con mi camisa favorita amarilla, ahora con una manga marrón.