Durante la celebración en Tokio de las olimpíadas correspondientes al 2020, pero que se organizaron en junio-agosto de 2021, debido a las dificultades derivadas de la aparición del coronavirus, causante de la Covid-19 que se conoció a finales de 2019 convirtiéndose rápidamente en la pandemia que obligó a casi todo el mundo al confinamiento, paralizando el comercio internacional y provocando una contracción económica sin precedentes, la prensa internacional, partiendo de las informaciones ofrecidas por el Comité Olímpico Internacional, (COI) presentaba un medallero que durante el desarrollo del evento colocaba como país líder a China, en razón de que era el competidor con mayores preseas de oro, parámetro que la entidad deportiva toma en cuenta para ordenar el lugar que ocupan las naciones participantes. Sin embargo, los medios de comunicación estadounidenses, rompiendo con la lógica tradicional e histórica del Comité definieron un orden diferente como cuenta BBC News en un análisis noticioso que tituló: “Olímpicos de Tokio: ¿por qué China no lidera las tablas de medallas de los medios en EE.UU. como en el resto del mundo?”.

 

“Si usted, lector, revisa el medallero de los Juegos Olímpicos en el sitio oficial Tokyo 2020, encontrará a China en el primer lugar, por arriba de otras potencias del deporte como Estados Unidos y del país anfitrión, Japón”, señala la referida nota, para luego precisar: “Pero si, en cambio, abre el New York Times, uno de los diarios estadounidenses más prestigiosos, o sigue la transmisión de las Olimpíadas por NBC, la cadena que transmite la mayoría de los eventos olímpicos desde Japón para Estados Unidos, verá que la primera bandera del medallero tiene barras y estrellas”. De acuerdo a este despacho analítico, el hecho de que China oficialmente apareciera encabezando el medallero y por otro el país norteamericano superaba al asiático en los medios de comunicación del terruño de Abraham Lincoln, generó polémicas; pues ocurre que aunque el gigante oriental aparecía como líder en medallas de oro, la poderosa nación americana acumulaba más medallas de plata y bronce que su rival deportivo, logrando a pocas horas de culminar el evento más preseas doradas que China que quedó por debajo con: 39/38.

 

Lo destacable a los fines de observar el desplazamiento o reordenamiento hegemónico que se produce y que incluso se refleja en el ámbito del deporte, es que las preseas de oro son un indicador que señala cuáles son los países o regiones dominantes y hacia dónde se orienta el desplazamiento. Veamos el medallero en orden cronológico como ejemplo: China aparece en la contienda olímpica de 1984 por primera vez; unos juegos atípicos como los fueron los de 1980, en los que no participó Estados Unidos en protesta a la “intervención soviética en Afganistán”, aunque la URSS no dejó de participar en los juegos durante la intervención de los Estados Unidos en Vietnam. Como consecuencia de eso vieron acción los países de la órbita de la Unión Soviética y unos pocos occidentales que entendían que la contienda no debía politizarse. Y así, estos juegos celebrados en Moscú, capital rusa y centro de gravitación del poder de la URSS, el país anfitrión lideró el medallero con 80 medallas de oro, 69 de plata y 46 de bronce para totalizar 195; le siguió Alemania Oriental con 47, 37 y 42 para un total de 126; el tercer puesto lo ocupó Bulgaria que obtuvo 8,16 y 17 para sumar 41.

 

En 1984 los Soviéticos respondieron a los Estados Unidos y sus aliados occidentales con otro boicot como respuesta al de 1980. El gigante asiático aparece por primera vez. No se puede olvidar que, aunque China era un país socialista igual que la Unión Soviética, entre ellos existían viejos desencuentros. Otros países que compartían el mismo modelo económico que la URSS, como Rumanía y Yugoslavia, también participaron. Las medallas quedaron repartidas así: Estados Unidos 83 preseas doradas, 61 de plata y 30 de bronce para un total de 174; Rumanía se colocó en segundo lugar con 20, 16 y 17 para alcanzar por todas 53; Alemania Occidental ocupó el tercer lugar con 17, 19 y 23 para sumar 59. En su debut China se situó en el cuarto lugar con 15, 8 y 9 que totalizaron 32. Nada mal, pues resulta que países poderosos como Italia, Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Yugoslavia, Corea del Sur y Gran Bretaña,se colocaron, en el orden que lo hemos escrito, del 6 al 11. Dos años después, en 1986, por iniciativa del empresario estadounidense Ted Turner, creador de CNN, como forma de curar las heridas causadas por el boicot de 1980  y 1984, se crearon los Juego de Buena Voluntad que se celebraron en Moscú (con dominio absoluto de la URSS que se alzó con 118 medallas de oro) y continuaron hasta el 2001 que se cancelaron por razones de orden económico. En el siguiente evento, 1990, que fue muy deslucido por la misma razón que los llevaron a la desaparición, estuvo a punto de cancelarse. Para 1994 ya la Unión Soviética no existía.

 

Para los juegos de Seúl de 1988, con la vuelta a la normalidad y la participación de todos los países del anterior torneo, la supremacía de las naciones socialistas se expresó de la siguiente manera: URSS 55 medallas de oro, 31 de plata y 46 de bronce, para totalizar 132; Alemania Oriental 37, 35 y 30 para un total de 102; Estados Unidos 36, 31 y 27 para alcanzar un total de 94. Luego, en el orden de posiciones, seguidas del tercero, estuvieron Corea del Sur, Alemania Occidental, Hungría, Bulgaria, Rumanía, Francia, Italia y, en el lugar número 12 China que, en medio de su programa de reforma y apertura, sin prisa ni impaciencia, ascendía de forma sostenida y sorprendente en todos los ámbitos del quehacer humano, por ello en las Olimpíadas de Barcelona se coloca en el cuarto lugar del medallero con 16 de oro, 22 de plata y 16 bronce para un total de 54. El primer lugar sería para el Equipo Unificado de los países de la antigua Unión Soviética: 45 preseas doradas, 38 de plata, 29 de bronce para un total de 112; el segundo para los Estados Unidos con 37, 34 y 37 para totalizar 108; el tercer lugar lo ocupó Alemania, siendo ya una sola, con 33, 21 y 28 para alcanzar la totalidad de 83.

 

En Atlanta, 1996, el cuadro del medallero sufrió una ligera variación, pues ya el Equipo Unificado integrado por las exrepúblicas soviéticas no participaría como tal, y Rusia quedó sola como heredera de esa “coalición” deportiva desplazándose al segundo lugar y permitiendo a los Estados Unidos ocupar el primero. China conservó el cuarto puesto alcanzado en los juegos anteriores. Veamos el medallero: EE.UU.: 44 medallas de oro, 32 de plata y 25 de bronce para totalizar 101; Rusia: 26, 21 y 16 para un total de 63; Alemania: 20,18 y 27 para un total de 65; China: 16, 22 y 12 para un totalizar 50. En el próximo espectáculo deportivo celebrado en Sidney en el año 2000, China pasó al tercer lugar; el primero lo siguió liderando Estados Unidos desde la desaparición de la Unión Soviética y el Equipo Unificado y el tercero correspondió a Rusia. Cuatro años más tarde, en Atenas, los estadounidenses seguirían liderando el medallero, pero China desplazaría del segundo puesto a Rusia que pasaría a ocupar el tercero.

 

En las Olimpíadas celebradas en Pekín, China saltó del segundo al primer lugar, cuestión entendible, pues ocurre que los países anfitriones suelen tener un mayor desempeño. Estados Unidos pasó al segundo lugar y Rusia ocupó el tercero. Para los juegos de Londres en 2012 los estadounidenses volvieron a liderar el medallero, China volvió al segundo y Reino Unido ascendió al tercero por la razón explicada anteriormente: el país anfitrión suele tener un mayor desempeño que el habitual. En Río de Janeiro las posiciones de los tres primeros lugares se mantuvieron sin variación respecto al evento anterior, pero para Tokio 2020 China volvió a pulsear por el primer lugar ya sin la ventaja de ser anfitrión y terminando segundo después, como referimos anteriormente, de mantenerse liderando el medallero durante todo el torneo. El empuje final le siguió dando el liderazgo a los Estados Unidos por la diferencia de una medalla de oro; Japón pasó a ocupar el tercer lugar por aquel extraordinario desempeño que siempre logra el país sede.