China del 5G al 6G
Guiyang, capital de Guizhou, provincia de la República Popular China, una ciudad de poco más de 4. 6 millones de habitantes que, con una temperatura que promedia los 14 grados centígrados, aunque en los lugares montañosos el registro es más bajo, ideal para mantener el enfriamiento que necesitan los grandes servidores informáticos, una de las razones por las cuales se han instalado allí una gran cantidad de empresas tecnológicas que han ido convirtiendo a esa demarcación en un verdadero centro tecnológico, se convirtió el 26 de mayo de 2019 en sede de la Exposición Internacional de “Big Data”, que reunió a más de 400 empresas del área de la tecnología, y a docenas de expertos, empresarios y políticos interesados en conocer sobre el futuro que se construye a la luz de la carrera por la innovación que nos lleva hacia la Cuarta Revolución Industrial y, consecuentemente, hacia la transformación radical de la sociedad global que ya avanza a nuevas maneras de generación riquezas y novedosos esquemas para la gestión negocios, lo que a su vez encaminará al mundo a “producir en 10 años la cantidad de riquezas que se produjeron en los últimos 100”, según afirman Peter H. Diamandis y Stiven Kotler en su libro “El futuro va más rápido de lo que crees”.
El diario ABC, en su formato digital, sirvió una reseña de la actividad que cubrió Pablo M. Díez en la que el periodista asegura que en la introducción a las exposiciones se afirmó que el “5G propone cambiar el mundo” así como lo hizo la electricidad en el siglo XIX, “el primer motor de vapor de Watt en 1769, el primer generador eléctrico de Siemens en 1866 y el primer ordenador Eniac en 1946”. Esta quinta generación de teléfonos móviles que multiplica 10 por 100 la velocidad de la anterior, no solo transformará la forma de generar las riquezas y de distribuirlas, sino que impactará radicalmente en nuestros quehaceres cotidianos: el acceso al conocimiento, el transporte (algunas empresas automotrices iniciaron el desarrollo de vehículos voladores, y UBER, que también apuesta a la alternativa para descongestionar las vías, se plantea la modalidad del automóvil compartido) la estructura familiar, el auge del teletrabajo, el tipo de reclusión para los privados o limitados de libertad, la seguridad ciudadana: la gestión del Estado en sentido general; pero además las guerras, y a propósitos de estos cambios, los contratos sociales nacionales y globales que cada vez están más entrelazados debido a una conectividad que universaliza no solo la producción y el comercio, debido a la interdependencia tecnológica, sino también la propia cotidianidad que acerca hábitos y culturas.
Pues bien, según nos cuenta Díez, la atención de los debates recayó sobre Huawei que, como hemos visto, ha sido centro de los ataques de la administración del presidente Donald Trump, de ahí que Lu Yong, vicepresidente de la empresa en China, haya expresado en un debate sobre el 5G que “Estamos en el centro de la tormenta”, porque “EE.UU. se ha dado cuenta de que, al igual que la electricidad en sus orígenes, esta tecnología se ha convertido en un elemento de estrategia nacional porque no solo traerá mayor velocidad, sino una auténtica revolución social”, por ello Joe Biden, estrenándose como nuevo inquilino de la Casa Blanca, advirtió a sus senadores que “si no nos movemos, se van (los chinos) a comer nuestro almuerzo”, de acuerdo a una nota de Reuters del 11 de febrero de 2021, en la que relata la primera conversación del mandatario estadounidense con el presidente de China, un contacto que puso en evidencia que ambas superpotencias no encuentran puntos de avenencias porque, mientras la primera, en declive, intenta mantener su hegemonía recurriendo a instrumentos que en su lógica existencial considera legítimos para lograr su propósito; la segunda, en ascenso, se ase de los medios que también considera legítimos, para continuar en el avance que la llevaría a convertirse en la primera potencia económica del planeta.
Pero, técnicamente hablando, ¿qué es el 5G y por qué el temor a Huawei? Es la sucesora de la tecnología 4G, esto es, a la anterior generación de la telefonía móvil que, según Wikipedia, la enciclopedia libre, tiene como “la ventaja más destacable que soportará mayor ancho de banda lo que se traducirá en mayores velocidades de descarga, que puedan superar 10 gigabits por segundo”. Este incremento permitirá que estas redes no solo sean utilizadas por los celulares, sino por computadoras de escritorio y portátiles, lo que empujará a abrir la puerta al llamado “Internet de las cosas” un concepto de la revolución tecnológica que conectará a Internet a máquinas, vehículos, electrodomésticos; en fin, objetos que se controlarán a través del móvil u ordenador; pero además hará posible el desarrollo de ciudades inteligentes en las que las tecnologías de la información y la telecomunicación puedan servir data para ponerla al servicio de los ciudadanos. Esta es la revolución que lidera China a la cabeza de la cual está Huawei, como empresa que solicita más patentes para el desarrollo de esta tecnología, por ello el fiscal general de los Estados Unidos aseguró que “el predominio de China en las nuevas redes de telecomunicaciones 5G es una de las principales amenazas a la seguridad nacional y la economía” de su país, según un despacho de AFP publicado por “elpaís.com.uy” el 9 de febrero de 2020.
La Vanguardia, en un análisis sobre la tecnología 5G, las empresas que la desarrollan y los miedos de Estados Unidos al liderazgo de Huawei, y la presión que éste ejerce sobre sus aliados para que no hagan negocios con la compañía asiática, que publicó el 23 de febrero de 2020 bajo el título: “El reto de la telefonía:¿Puede sobrevivir 5G sin Huawei?”, plantea que hay alternativas a la empresa tecnológica china, pues asegura que es “mejor prevenir que curar”, según piensan “del otro lado del Atlántico”. Deduce “que ahí sus cruzadas para que sus aliados europeos prescindan de Huawei en cualquier proceso de despliegue del 5G, aún incipiente en varios países, como en España “, pues asegura que EE.UU. “no quiere que sus comunicaciones en territorio extranjero estén en manos sospechosas”, y apunta: “la pregunta es clara: ¿es posible? La sensación que se ha extendido es que el 5G es con Huawei o nada”. Y afirma que “la realidad es distinta” para referir que Ericsson, Nokia o Samsung son los grandes fabricantes que no solo le hacen sombra, sino que le vencen de largo en algunos mercados, como en América”. La cuestión es que la gigante china de telecomunicaciones continúa liderando las solicitudes de registro de patentes en un ascenso que, por ahora no parece estar al alcance de las empresas mencionadas que pudieran compartir en cuotas de venta en el mercado global, porque China no solo lidera la tecnología 5G, sino que ya está desarrollando la 6G e incluso ha puesto en órbita el primer satélite del mundo para esa nueva tecnología.
Así lo anunció en un video de 1:15 segundos DW el 15 de enero de 2021, mostrando imágenes del lanzamiento de un cohete que no especifica si fue el que colocó en el espacio sideral el satélite con la tecnología 6G o son simples imágenes de apoyo del hecho que se produjo el 6 de noviembre del año anterior a la publicación de marras. En una nota al pie del video se lee: “China ya está probando la tecnología 6G. Es estándar que todavía no existe y que se enfrenta a problemas técnicos como el vapor de agua, pero que propone ser 100 veces más rápida que el 5G. Una voz en “off” narra que la gran ventaja es que puede funcionar en cualquier condición climática y las 24 horas del día, y que es fácil de alinear y de miniaturizar. Luego, en una breve intervención, Xu Yangsheng, de la Academia China de Ingeniería, dice que “el 6G integrará las redes satelitales para lograr una verdadera comunicación a nivel mundial y soportará radios de transmisión de varios terahercios (radiaciones electromagnéticas que emiten ondas entre banda infrarroja y banda de microondas) y este satélite de prueba es la primera demostración técnica de comunicación de terahercios en el espacio”, ilustró el ingeniero chino.