DESOCADO (DESOCAO)

La voz que aparece en el título de esta sección no ha sido recogida por todos los lexicógrafos en la República Dominicana. Para subsanar el olvido de algunos de ellos, se expondrá aquí el significado de la palabra dominicana, así como el probable origen de esta.

El Diccionario de americanismos (2010) registra para República Dominicana el adjetivo desocado, -a  ‘Referido a persona, que siente molestia o fatiga en los pies’. El Diccionario de dominicanismos (2010) también recoge esta voz escrita de la manera en que se enuncia en el vernáculo dominicano, desocao, y la tipifica de la manera siguiente: ‘Dícese de aquel que tiene muy cansados los pies’.

Cuando se ocupa de la voz desocao, la obra Aiguna palabra dominicana, lo hace de un modo diferente, pues hace del cansancio un estado general, allí se encuentra esto: ‘Tan cansado que ya no puede caminar más’. Hay que deducir, por el ejemplo que incluye, que se trata de una persona que expresa cansancio al utilizar este adjetivo.

El autor de estos comentarios acerca del lenguaje deja constancia de que nunca ha oído en las conversaciones el vocablo estudiado aquí. Eso hace pensar que es de poco uso, o bien, que en la actualidad ya no se utiliza. A pesar de lo expresado en este párrafo, se incluye en estos estudios porque es acertado consignarlo y mantenerlo en la nómina de palabras dominicanas que solo poseen esta definición en República Dominicana.

En otros países el verbo desocar, mantiene acepciones que expresan relación de dislocaciones de huesos de animales.

Se observa de inmediato que puede existir alguna relación entre la voz dominicana y la que se cita como propia de animales en Argentina y Uruguay, por aquello de que las dislocaciones se producen en la articulaciones.
CASA DE ESTUDIO

“. . .catervas de profesores digan haciendo su elogio desde las CASAS DE ESTUDIO más influyentes del sistema que salió vencedor”.

Como es natural en cada lengua, los hablantes enriquecen a diario su lengua. A veces lo hacen simplificando el habla, haciéndola más expedita; en otras ocasiones lo que hacen es que prescinden de las expresiones directas y engalanan el habla y la escritura introduciendo formas nuevas de mencionar las cosas.

Como es de esperarse cada país o conglomerado de hablantes adoptan formas nuevas de aludir a instituciones. A veces llevan a cabo esta labor por medio de repeticiones por simple imitación; en otras ocasiones abrazan un modo de expresarse porque alguien con prestigio ya lo ha utilizado.

En esta sección se encuentra “casa de estudio” para referirse a “centros de altos estudios”, a “instituciones de enseñanza superior”. En República Dominicana se utiliza la combinación “casa superior de estudios” en tanto equivalente de universidad.

Todas las combinaciones antes mencionadas, así como las que puedan crearse son legítimas siempre y cuando -con la condición de que- los hablantes y lectores puedan identificar la institución que de esa manera se menciona.

En la mayoría de los casos, estas nuevas formas de llamar las cosas son el resultado de evitar la repetición de las mismas palabras para designar las instituciones. En algunos casos se trata de innovar.

Lo que debe tenerse presente en todos los casos es que haya en el seno de las nuevas fórmulas alguna señal que permita identificar el organismo o institución a que se refiere.

DISFRAZAR

“”. . .fue recibido. . . por un conjunto de rumberas, DISFRAZADAS con la bandera cubana, cierta parte de la intelectualidad oficial. . .”

No es algo extraño que se exagere el uso del verbo disfrazar en el uso cotidiano de la lengua. La persona que lleva un disfraz, que se disfraza, de algún modo trata de cambiar su aspecto para no ser conocida o, reconocida.

Una persona que se viste de modo diferente, que no oculta su rostro tras maquillaje exagerado o, una máscara lo que en realidad hace es que se viste de modo estrafalario o poco convencional. El disfraz es un artificio o procedimiento que trata de desfigurar para ocultar o, al menos disimular la verdadera identidad.

Es muy probable que en el caso de las personas de la cita, estas llevaran sus rostros visibles y, los vestidos o indumentarias que llevaban correspondían con los colores o representación de la bandera cubana.

En algunas ocasiones los sentimientos lastimados inducen a quien se expresa a excederse  traspasando los límites de lo sensato y, como consecuencia de ello, hace que le persona vaya más allá de la frontera de la ecuanimidad.

Una forma ponderada de referirse a la vestimenta de las bailarinas era haciéndolo con vocablos que revistiesen imparcialidad, como por ejemplo, escribiendo, “vestidas, ataviadas”.

GALPÁNTARA     

Esta voz debe considerarse como un dominicanismo por todos los costados. Tanto en su formación, como en su significado. Se la utiliza para denominar a la mujer que carece de atractivos físicos.

De alguna forma es una palabra creada por los hombres. Esto así porque no se ha conseguido encontrar mención alguna de un masculino que corresponda a la voz del título.

Con la voz galpántara se alude a las mujeres que son consideradas “grillos, cacatas, gurgucias, furufas, cutáfaras”. Las palabras que se enumeran aquí son consideradas sinónimas de la del título.

El vocablo galpántara ha estado en uso en República Dominicana durante largo tiempo. No es un calificativo que estuvo de moda para luego pasar al olvido.

Llama la atención que los catálogos de dominicanismos no hayan registrado la voz. Aunque la voz no ha recibido el reconocimiento que merece, una vez que se la menciona y se la trae a estas reflexiones acerca de la lengua, no faltará quien se dedique a buscar el origen de la palabra.

Si se desea especular con respecto a la formación de galpántara, hay que recordar que la última parte de esta voz es “tara” que en uno de sus significados es el defecto que disminuye el valor de una persona o cosa que lo posee. Si se desea ir más lejos aún, pan-, en tanto componente de palabra procede del griego pan que sirve para designar “todo entero, en su totalidad”. Si quien hace las funciones de etimólogo desea divertirse, puede mencionar que la voz gal del inglés corresponde a “chica, moza, muchacha”.

Si se recogen los diferentes elementos lanzados con respecto a la formación de la voz galpántara, puede defenderse la idea de que está bien formada porque consta de elementos que en su conjunto, sumados, equivalen a “mujer joven que es completamente fea”.

No hay que tomar de modo serio todo lo concerniente a la etimología de la palabra, pero como ejercicio no deja de ser interesante, porque muestra el conocimiento que el vulgo puede poseer de los diferentes elementos de la lengua. Tómese entonces, como un indicio de lo anterior.