La Real Academia Española define la palabra "desfase" como la diferencia o desajuste entre dos acciones, situaciones o procesos. En la entrega anterior encontramos un desajuste increíble entre la Jerarquía estadounidense y la población católica; con el agravante del peso desproporcionado que la primera tiene en la Iglesia universal. En vez de aceptar la autoridad del papa el “rebaño” católico prefiere seguir su conciencia y decidir la moral de su propio comportamiento.

En el análisis anterior, tres ejes de análisis fueron omitidos por razones de espacio. No desagregué la población según características generacionales. Pero para comprender la tendencia y futuro institucional de las religiones, y el catolicismo en particular, es necesario conocer lo que piensa y hace la generación más joven, conocida como “Millennials” o Generación Y. El Pew Research Center los cuenta a partir de las y los nacidos en 1981 junto a los que cada año cumplen 18 años (población de 18 a 35 años de edad).

Entre los Millennials el desajuste es crítico para las religiones organizadas. Políticamente son más liberales: apoyaron a Bernie Sanders en los Estados Unidos, y estuvieron en contra del Brexit en el Reino Unido. Diferentes estudios en estos dos países les categoriza como el grupo más liberal, menos afiliado a organizaciones, y más inclinado a pertenecer a los “nones”, o sea, los entrevistados en encuestas nacionales que declaran no pertenecer a ninguna religión. Entre ellos se encuentras los agnósticos, ateos, y los que no practican cultos religiosos. 

La Generación del Milenio, tiende a apoyar la política de libertad de género que Francisco reiterada y enérgicamente ha denunciado. Además, asume y no cuestiona el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo. En cambio, el papa Francisco considera el aborto un pecado más grave que el abuso sexual contra menores y el encubrimiento institucional de sacerdotes pederastas. Esto se evidencia porque la jerarquía católica, por siglos no excomulgó ni excomulga automáticamente a sus curas pederastas ni a los obispos encubridores, pero si excomulga automáticamente a la mujer que aborta. A continuación reacciones de la jerarquía católica ante las demandas de la mujer de decidir sobre el aborto y las personas LGBT al matrimonio igualitario.

El aborto como derecho al interior de la iglesia

Cada 28 de septiembre se celebra el Día Internacional por el Derecho al Aborto. En éste día del año presente nació en la República Dominicana el grupo Católicas por el Derecho a Decidir. La prensa no resaltó su trascendencia, pues se trata de un movimiento reprimido al interior de la ICR. Tampoco reconoció la importancia de la conformación de la Coalición por los Derechos y la Vida de las Mujeres, conformada por 78 organizaciones que el 5 de octubre pasado presentaron la conferencia Por el derecho a la vida y salud de las mujeres. .

El movimiento internacional conformado por “Católicas por el Derecho a Decidir” no solo aboga por el derecho al aborto, sino que plantea su moralidad desde el mismo seno del catolicismo. Su argumento es teológico y se fundamenta en el Catecismo de la Iglesia Católica Romana:

“La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella. El ser humano debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia.” (Catecismo da Iglesia Católica, 1795 y 1800). Es por ello que denunciamos a la jerarquía católica que trata de imponer a las y los católicos su percepción vertical y religiosa sobre la decisión de las mujeres de no continuar con un embarazo impuesto producto de la violación sexual y del abuso de poder, como católicas y mujeres de fe creemos en un Dios justo, comprensivo y liberador es así que reconocemos la maternidad como un acto voluntario y de amor.”

En los Estados Unidos, “Católicas por el Derecho a Decidir”, con el nombre en inglés de “Catholic for Choice” (CFC), publicó dos anuncios de una página en el Miami Herald y el Nuevo Herald el 12 de septiembre 2016. En ellos reafirmaban su posición sobre la moral del aborto y su derecho a seguir su conciencia. Como viéramos en la entrega anterior, este es un derecho planteado por el 77 % de las mujeres católicas en los Estados Unidos.

La reacción del Arzobispo de Miami, Thomas G. Wenski, no se hizo esperar. En los Estados Unidos, donde el aborto es legal según plazos, la jerarquía católica busca instrumentalizar la constitución y los aparatos coercitivos del Estado para criminalizar el aborto de forma absoluta. Quiere imponer en el siglo XXI una forma de esclavitud que no ha logrado imponer en los países desarrollados de Europa y Norteamérica.  A continuación cito al arzobispo de Miami con palabras engañosas y atribuciones denigrantes para las mujeres que conforman el grupo CFC:

“CFC no es una organización católica, no tiene ninguna calidad de miembro y no habla por la iglesia católica. Ni puede cualquier católico bien formado o informado apoyar sus metas. Es financiado por fundaciones privadas ricas y poderosas que promueven el aborto como un medio de control de la población. Los anuncios solicitan a los contribuyentes financiar el aborto.” Afirmó el arzobispo mintiendo sobre el origen del movimiento, no reconociendo que el aborto es un derecho humano y un problema de salud pública que si debe ser financiado por los contribuyentes. Además, atribuye un motivo engañoso de que las mujeres son manipuladas por “fundaciones ricas y privadas” para controlar la población.

El arzobispo no percibe la gran contradicción del papa Francisco de reconocer la catástrofe planetaria con el cambio climático, y al mismo auspiciar una política natalista que condena el uso de anticonceptivos y criminaliza el aborto. “Lo que CFC defiende es opuesto a la doctrina católica sobre la dignidad y la vida de la persona humana — y en realidad ataca su fundamento, a saber, la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. El aborto mata al más inocente e indefenso entre nosotros. El financiamiento público del aborto forzaría a todos los contribuyentes americanos a ser cómplices en esa violencia”.

El arzobispo, denigra a las mujeres asociadas al CFC por considerarlas tontas útiles incapaces de unirse para defender sus derechos y su salud. Esto así porque implícitamente las acusa de carecer de intereses propios y ser incapaces de organizarse para alcanzar sus metas. Supuestamente, las mujeres asociadas al CFC sirven los “intereses de fundaciones ricas y privadas” cuya meta es otra, la de controlar la población. ¿Acaso no es la misma Iglesia la institución que busca controlar, no disminuyendo sino aumentando la población a través de la regularización de sus vientres y el adoctrinamiento de sus cerebros?

Pero el arzobispo, de facto continúa la política del papa Francisco. La diferencia es de estilo. En una afirmación en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, la primera del papa Francisco tras los trabajos del Sínodo de Obispos (del 7 al 28 de octubre 2012), el papa dijo que la iglesia no cambiará su postura sobre el aborto. "El tema no está sujeto a supuestas reformas o modernizaciones". "No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana".

Sobre los derechos de la población LGBT

En el verano 2015 la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos falló a favor del matrimonio de parejas del mismo sexo, en momentos en que algunos estados mantenían su prohibición. El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, comparó el fallo que descriminalizó las uniones de parejas del mismo sexo al conocido caso de Dred Scott. 

Dred Scott fue un esclavo que residió con su amo en un estado libre de esclavitud, antes de retornar al estado esclavista de Missouri. Scott argumentó ante las cortes que el tiempo residiendo en un estado libre, le permitía lograr su emancipación. La Suprema Corte falló en marzo de 1857 que ningún negro, libre o esclavo, podía requerir la ciudadanía de los Estados Unidos. Y por lo tanto, Scott no podía reclamar su libertad a la Corte. Esta decisión enardeció a los abolicionistas y llevó al poder a Abraham Lincoln; elevando las tensiones entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos, que culminaron en la Guerra Civil tres años más tarde (abril 12, 186 – mayo 9, 1865).

Lo absurdo de la comparación del arzobispo de Miami revela su desfase con la realidad objetiva del pueblo norteamericano. Para el arzobispo Wenski, descriminalizar las uniones de personas del mismo sexo, es tan inmoral como lo fue en 1857 mantener la esclavitud racista.

El 21 de octubre de 2015, Tim Padget, editor de las Americas para WLRN, en una carta para el Miami Herald respondió a la incongruencia del arzobispo. Padget calificó la comparación del arzobispo más que irónica porque en 1857, cuando la corte dictó su “infame” sentencia, la Iglesia Católica endorsaba la esclavitud. Le recordó al arzobispo que en 1866 el Vaticano consideraba que la esclavitud “no es contraria a la ley divina y natural” y solo la condenó en 1888.

En octubre 2015, el Sínodo de los Obispos convocado por Francisco en el Vaticano, endorsó la posición homofóbica del gobierno de la Iglesia. Con anterioridad a la asamblea extraordinaria, los obispos recibieron el documento Instrumentum laboris, el cual es contrario a extender el matrimonio tradicional a personas del mismo sexo. Plantea que “sean acogidas con respeto y delicadeza”. Pero al mismo tiempo los obispos escribieron que “no existe fundamento alguno para asimilar o establecer analogías, aún las más remotas, entre las uniones homosexuales y el diseño de Dios sobre el matrimonio y la familia”.

Además, el documento insiste en la necesidad de distinguir entre “las personas que hicieron una elección personal a menudo sufrida y la viven con delicadeza para no escandalizar a los otros y un comportamiento de promoción y publicidad activa, a veces agresiva”.  ¿No es esta estrategia un reforzamiento de la hipocresía y de mantener a las personas en el closet debido a su inclinación sexual?

Aurelio Mancuso, líder histórico del movimiento italiano para los derechos de los gays, lesbianas y transexuales, declaró a Ángela Nocioni, del periódico argentino Perfil.com, que “a pesar de las posibles aberturas que deja imaginar Bergoglio como papa, la jerarquía de la Iglesia Católica sigue proponiendo la misma sopa de siempre, recalentada además”. Por otra parte Esteban Paulón, presidente de la Federación Argentina de Lesbianas Gays Bisexuales y Transexuales (FALGBT), opinó que las declaraciones del papa Francisco constituyen "un gesto", "una forma más amable de hablar del tema". Pero puntualizó a la EFE, que él considera que no suponen ninguna diferencia respecto a la postura histórica de la Iglesia. Añadió que si de verdad se pretende un acercamiento "deberá demostrarse con hechos concretos".

Notas

1.Ver artículo de Susi Pola en el Nacional, http://elnacional.com.do/razones-para-la-vida/apoyan el aborto.

2. http://www.miamiherald.com/opinion/letters-to-the-editor/article102124077.html#storylink=cpy

3. EFE. (26 noviembre 2013). http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13223704, consultado el 16 de octubre 2016

4. History.com Staff (2009). Dred Scott Case. En History. com. http://www.history.com/topics/black-history/dred-scott-case, consultado el 9 de octubre de 2016.

5. Homosexuales ven positivamente los dichos del papa (julio 30 2013)"http://www.taringa.net/post/noticias/16997264/Homosexuales-ven-positivamente-los-dichos-del-p.html, consultado el 17 de octubre 2016.